Destinados . 😇😈

¡No podemos! . 😞

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Ya todos estaban reunidos en la mesa, conversando sobre el tiempo pendiente.

—Magnus, ¿cuánto tiempo duraste dormido? —Izzy lo veía sorprendidos.

—Un poco más de una semana.

—¿Nunca te dio hambre? —Simon no dudó en preguntar.

—Cuando desperté sentí como si nunca hubiera comido —sonrió.

—¿Por qué te atraparon?

—Tenía puesta la túnica, aunque era mi medida no me dejaba correr bien y me daba mucho calor, estaba faltó de energía.

—En este momento estás en mejor condiciones, ¿verdad? —Izzy preguntó con preocupación.

—Por lo menos no tengo hambre atrasada y tampoco pase una semana dormido —sonrió con pena.

—Gideon, ¿cómo sigues del hombro?

—Anoche me molestó un poco por el peso, pero ya la herida sano.

—Se van a quedar en la cabaña hasta pasado mañana, Simon les llevará la comida mañana y yo lo haré al siguiente día para decirte las rutas.

—No te preocupes no saldremos de la cabaña —Alec respondió con seriedad.

—Eso me preocupa.

—¡Crees que nos puedan encontrar en la cabaña! —Magnus se mostró nervioso.

—No, la carta la deben de enviar mañana en la mañana —miro a su hermano—. Recuerda lo que conversamos.

—¡¡¡Qué!!!

—Cuida tus modales y no hagas una estupidez.

—Izzy, lo menos que quiero hacer es una estupidez...

—Van a estar dos noches solos —achicó sus ojos.

—¡No podemos estar juntos! —Magnus se veía sonrojado.

—¡No! —exclamaron la pareja.

—No lo haré, Izzy...

—No te creo, pero igual los dejo ir.

Los chicos ayudaron a Izzy a recoger los platos y luego la acompañaron al jardín. Alec pudo notar que Magnus no hablaba solo daba tristes sonrisas.

—Tienes flores muy bonita —simplemente dijo.

Izzy al darse cuenta de la incomodidad les ofreció buscar limonada para el calor. Al estar solo Alec lo abrazo por las caderas. Coloco su barbilla en el hombro.

—Cuéntame, ¿te sientes mal?

—No.

—¿Por qué estás tan serio?

—Tengo un poco de calor.

—¿Si quieres me apartó un poco?

—No, quédate conmigo.

—¿Entonces, qué sucede?

—¿Cuándo podemos estar juntos? —su voz se escuchó en un susurro.

—¡Magnus!

—Disculpa, no fue mi intensión —se soltó rápido.

—No, ven —lo volvió a sujetar— ¿quieres que estemos juntos?