Cruda verdad . 🤭

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La habitación volvía a estar vacía, solo quería descansar para poder ir con su hermana e intentar empezar una vida nueva. La lluvia comenzó a escucharse en el interior del Instituto y con ella la melancolía se hacía cada vez más grande.

Recordó la petición de Alaric de ayudarlo a salir del Instituto, quizás y en eso estaba incluido el ciervo prisionero. Con cuidado se levantó de la cama para colocar por encima de sus hombros la bata y poder caminar un poco, se sentía algo entumecido.

El pasillo estaba un poco frío se notaba el tiempo que llevaba lloviendo. Las puertas cerradas no le daban muchas opciones a donde podía ir. En la última sección de la edificación las velas del oratorio estaba encendida, con una pequeña sonrisa se dirigió para encontrar a uno de los ciervos sentado orando en silencio. Un ligero aroma a sándalo lo hizo detenerse en el umbral, solo quería observar para estar seguro que se trataba de su destinado.

Arrodillado con sus dedos entrecruzados y su barbilla encima de estos, el ciervo se encontraba concentrado orando por su alma. Alec caminó con sumo cuidado hasta llegar a él. Se sentó a su lado buscando las palabras correctas.

—¿Por qué mentiste?

El ciervo brinco cayendo al piso, intentó cubrir su rostro para salir de ahí.

Magnus, escúchame —tomó al chico por los brazos— No huyas.

—No puedo hablar con usted —no podía dejar de forcejear.

Tenemos que hablar... estas vivo, estás bien...

—No lo estoy, hace tres años perdí mi libertad, ahora solo espero mi juicio final.

—¿A cuántos años de encierro te condenaron?

El chico se dejó de mover para sentarse en el banco bajando su rostro.

Son cinco años de encierro...

—¡Solo te faltan dos! —exclamó con calma.

Son cinco años de encierro —repitió con calma—. Después de esa fecha deberán pasar seis lunas llenas para que mi pecado se consuma con el fuego.

—¡De qué hablas!

—Fui juzgado por: no romper el vínculo con mi destinado...

—Pero, ya no te siento como antes...

—También, por elegir quitarme la vida ante el sufrimiento que sentía —subió las mangas de su túnica—... Ya no quería sentir dolor, estaba débil y sabía que en esa ocasión su relación con ese chico era más fuerte a diferencia de la que tuvo con su esposa...

—¿Fue el embarazo?

Sí, no lo soporte... era mejor morir... cortar de raíz toda mi existencia...

—¿El padre Alaric te salvo?

—Sí, entre Alaric y Ragnor, me salvaron, trazaron un plan para poder sacar mi cuerpo antes que despertará.

—¿Tú me sentiste cuando te fui a ver?

—No, me tenían sedado, mi nivel de oxígeno era mínimo...

—Magnus, te llore como no tienes idea...

—Y se fue con el amor de su vida...

—¿Qué más querías qué hiciera?

Destinados . 😇😈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora