Destinados . 😇😈

Convocatoria . 📜

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Se encontraba lavando la ropa en el río, se detuvo a ver el cielo era brillante y muy hermoso, le recordaba los ojos de su amigo. De la nada las palabras de Alec le llegaron como un huracán; cuestionó la idea que había cambiado y era un hombre de bien, cuando él de primera mano había sufrido los horrores de la vida al estar atado con su vínculo.

—Magnus, ¿qué sucede? —la voz de Alaric lo asustó.

—Nada, solo pensaba en la cena —fue un poco esquivo.

—Nunca te vi tan afligido por una cosa tan sencilla.

—He descubierto que no cocino también como lo creía.

—Magnus, tú cocina divino...

—El señor Lightwood lo hace mejor.

—Tengo entendido que aprendió en el ejército.

—Tengo años aquí y no mejoro.

—Porque te falta una motivación —lo miro con atención—, estoy seguro que si logramos huir de aquí...

—¡¡¡De qué habla!!!

—Magnus, hay posibilidades de que podamos salir de aquí con vida.

—Ya lo intentamos y fallamos, si nos descubren tendremos problemas.

—Estoy seguro que sí lo vamos a conseguir.

—¡¿Cómo lo sabe?!

—El señor Lightwood...

—¡¡¡El señor Lightwood!!! Padre, ¿a caso olvida que casi muero por su culpa? —se oyó molestia en su voz.

—Lo sé, fue un error en ese momento.

—¿Qué lo hace confiar en él ahora?

—Él, ha cambiado, sé que suena extraño, pero estoy seguro que hay un buen cambio.

—Veo al mismo hombre que hace cuatro años.

—Hijo, debes aprender a perdonar...

—¡¡¿Aprender a perdonar?!! —casi gritar.

—Magnus, es pecado guardar rencor...

—¡Esta loco, padre!

—Magnus los modales...

—Al diablo los modales —metió todo en la cesta.

—No te puedes ir, te lo prohíbo —el chico se detuvo— es verdad que fue una mala persona, pero ahora nos está ofreciendo una oportunidad de poder escapar de aquí.

—¿Cómo está seguro que no nos va a traicionar otra vez?

—Ya ha pagado todos sus errores, merece un poco de paz —intentó interrumpir—... Al igual que tú.

Magnus dejó caer la cesta, se notaba cansado y desesperado, solo se sentó en el piso con su cabeza gabacha.

—Hijo, necesitas de él...

—Él me rechaza, todavía lo puedo sentir.

—No te rechaza, solo tiene miedo de hacerte daño.

—No se ha dado cuenta todo lo que me ha hecho.

—Magnus, solo intenta acercarte un poco más...