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Me canse de esperar, y decidí empezar a buscar una manera para salir. Me acordé de que en mi chaqueta llevaba una pequeña horquilla, que siempre guardaba, por si el pelo me molestaba demasiado y con una goma de pelo no me bastaba para quitármelo de la cara. Nunca antes había usado una horquilla para abrir una puerta, y se notaba. Mientras los demás miraban al techo como zombis, yo intentaba abrir la puerta con la horquilla medio rota, una y otra vez. Al final, después de muchos intentos fallidos gire la horquilla con mucha esfuerza, por desesperación, pero para mi sorpresa, funcionó. Conseguí abrir la puerta.

—Me sorprende el pésimo sistema de seguridad que tiene este sitio —dije para mí.

Al escuchar la puerta abrirse, todos se levantaron y vinieron corriendo. Pensaron que era algún guardia que traía de vuelta a Wendy, pero no. Yo sabía que no iban a traernos a Wendy, así que tendríamos que ir nosotros a por ella.

Salimos sin hacer ruido, y cerramos la puerta por fuera, para que tardasen más en darse cuenta de que no estábamos. Pol le prestó su chaleco antibalas a Mérida antes de salir, no quería perderla a ella también. Fue difícil salir sin que ningún guardia se diera cuenta, pero lo hicimos. Empezamos la búsqueda para encontrar a Wendy. Esta vez no teníamos ningún plan, solo esperábamos que no nos viera ningún guardia. Fuimos con cuidado, sin hablar. Íbamos haciendo gestos para comunicarnos. Por un momento se me vino a la cabeza una pregunta que yo misma me había hecho: ¿Por qué siempre perdíamos a alguien? Desde la primera vez que salimos del laboratorio, lo único que hacíamos era volver. Primero en busca de mi hermana, luego a Tatiana, después Wendy... Cada vez que faltaba alguien, se notaba su ausencia, y todos sentíamos la necesidad de ir en busca de esa persona que dejábamos atrás inmediatamente. Nos sentíamos seguros todos juntos. Pero puede que Nico tuviera razón, siempre poníamos nuestra vida en peligro.

Esta vez sentía más miedo. Nunca había perdido a nadie, nunca había presenciado la muerte de nadie, y me impactó ver lo rápido que se puede acabar todo. En el momento que vi la luz de los ojos de Tatiana desvanecerse, y el cuerpo de Broody caer del edificio, en ese momento me di cuenta. Siempre había vivido con la sensación de que la muerte me quedaba muy lejos, pero nunca sabes cuando es el momento. Vivía como si fuera inmortal, pero ni yo, ni nadie a mi alrededor lo era.

Después de cruzar muchos pasillos, la encontramos. Estaba en una sala grande, atada a una silla grande, pero parecía encontrarse bien. Pol quería entrar directamente, pero Richard se lo impidió y dijo que lo mejor era primero planear bien la salida. Siempre hacíamos lo mismo, pensábamos como entrar, pero no como salir. Esta vez, lo queríamos hacer bien, para no tener que volver a por nadie.

Como vimos que Wendy estaba bien, bajamos todos juntos a la salida trasera, donde había un aparcamiento con diferentes vehículos. En esa salida, nos pusimos a planearlo todo. Richard iría a "coger prestado" algún coche o camioneta donde cupiéramos todos, y nos esperaría a la salida del parking, que estaba a unos 800 km de la salida por la que tendríamos que escapar nosotros.

Una vez lo teníamos todo bien pensado, Richard se adentro en aquel garaje y los demás subimos a buscar a Wendy. Todo iba bien, aunque puede que demasiado bien. Andábamos con cuidado para no encontrarnos a ningún guardia en las curvas, y si veíamos alguno, escondernos rápidamente para que no nos pillaran. Pero por sorpresa, no había nadie.

(Two Birds - Regina Spektor)

Fuimos con más tranquilidad, pensando que se habían retirado, pero no. Justo en el último pasillo antes de dirigirnos a las escaleras para llegar a la sala donde se encontraba Wendy, encontramos a uno. Este parecía estar esperándonos, ya que estaba quieto con la pistola apuntándonos, y las dos manos en ella. Pol, con grandes reflejos, apuntó con su pistola según le vio. Nos obligó a quedarnos detrás de la pared, para mantenernos a salvo. En ese momento, éramos seis adolescentes los que estábamos a su cargo, y una de nosotros era su hija.

Countdown To The EndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora