23/05/2015
- ¡Spencer! ¡Se hace tarde! -escuché la voz de mi padre desde la sala.
- ¡En un minuto! -grité de vuelta y tomé mis pantalones- Hey, deja de jugar con eso -reí levemente viendo como Mr. Cat jugaba con uno de mis calcetines. Lo aleje de sus pequeñas patas y lo dejé a un lado.
Me puse los pantalones, y una camisa a cuadros negra y roja.
- ¡Spencer!
- ¡Ya voy!
Me puse los tenis al igual que un gorro, y arregle el cuello de la camisa. Dejé a Mr. Cat en la cama y tomé mi mochila.
- No iras hoy conmigo pequeño, pero prometo que la próxima semana te llevo -acaricié su cabeza y me colgué la mochila en un hombro- No hagas tanto desastre -reí y bajé.
- Ya era hora -rodee los ojos y me acerqué a mi madre.
- Adiós mamá -besé su mejilla.
Seguí a mi padre hasta su auto, había decidido llevarme ese día, no sabía por qué, quería ser un buen padre, supongo.
- No te metas en problemas Spencer -dijo mi padre cuando bajé del auto.
- Un padre normal le desearía suerte a su hijo antes de dejarlo en un centro psiquiátrico -dije con ironía y cerré la puerta.
- Suerte, Spencer -sonreí sin despegar los labios, negué con la cabeza y me dirigí hacia la puerta.
Sentí escalofríos en la espalda cuando estuve dentro, miré la sala, había unas cuántas personas, supuse que venían de visita ya que no tenían la bata, ni la pulsera que le ponían a los pacientes.
Apreté la correa de mi mochila, el hermano de Paige estaba sentado, viendo hacia el celular, por lo que no se dio cuenta de que había llegado.
Comencé a caminar por los pasillos, un poco lento, no quería llegar, no quería que el tiempo pasara tan rápido.
- Ammm, disculpe -detuve a una enfermera en medio del pasillo- ¿Sabe dónde está el archivo? -pregunté de forma tímida.
- ¿Para qué quieres ir al archivo? -subió una ceja y se cruzó de brazos.
- Tengo que entregar una hoja de mi hermana, está internada aquí -esperé que me hubiera creído.
- ¿Tu hermana? -asentí y ella suspiró- Está en el segundo piso, te acompaño -hicimos un pequeño recorrido, sólo subimos las escaleras y caminamos un par de metros- Por aquí, al final y a la derecha, el administrador está ahí, hablas con él y le das la hoja -me dio instrucciones mientras yo me ponía más nervioso. Le dí una sonrisa en señal de agradecimiento y caminé con un nudo en mi garganta hasta la puerta.
Una sola puerta me separaba de hacer la mejor/peor, decisión que podía haber tomado.
Solté el aire que tenía retenido en mis pulmones y toqué la puerta con mis nudillos un par de veces.
- Adelante -escuché una voz detrás de la puerta. Tragué saliva y entré.
- Buenos días -cerré la puerta detrás de mi y miré a un hombre sentado en una silla, con un escritorio enfrente.
Éste estaba revisando una carpeta, y pude notar que tenía mucho trabajo por la pila de hojas que se encontraba en una esquina del mueble.
- Buenos días, ¿se le ofrece algo, jovencito? -respira Spencer, respira.
- La recepcionista lo llama -señale la puerta y actúe con naturalidad. Aunque por dentro me sentía de lo peor, creía que me iban a descubrir en cualquier momento.
- ¿La recepcionista? -me miró confundido- ¿Para qué?
- No lo sé, sólo, sólo pasaba y me pidió que, que lo llamara, y -tartamudee.
- Bueno, ahora voy -al parecer se relajo un poco y se levantó- Vamos -señalo la puerta. Asentí y miré el suelo.
- Yo, amm, tengo que ir a visitar a mi hermana, está en este piso -le di una sonrisa nerviosa, él me miró extrañado, pero asintió.
Caminé junto a él un poco, y después me desvíe, para ir a ver a mi supuesta hermana. Miré de reojo al hombre, acababa de bajar unos cuantos escalones, dejándolo fuera de mi vista. Di media vuelta y caminé de regreso a la oficina de administración. Sentía que me faltaba aire en los últimos pasos que dí, entré y cerré la puerta con seguro.
Bien. eso había sido sencillo.
Bufé y miré algunas hojas desparramadas en el suelo, ese hombre debería ser un poco más ordenado.
Dejé mi mochila en una silla, corrí el cierre, y saqué la carpeta amarilla.
La carpeta de Paige.
Había decidido dejarla en su lugar. No podía impedir que Paige se fuera, sólo lo iba a retrasar.
Y aunque quisiera tenerla a mi lado unas semanas más, prefería su felicidad a la mía.
Mis ojos estaban un poco cristalizados, pero era lo mejor, era lo mejor para ella.
Recorrí un poco el cuarto, viendo los gabinetes grises, un poco oxidados, que se encontraban en él.
"A-F...G-L...M-Q"
Abrí la gaveta, y busqué la letra 'P' en ella.
Me revolví un poco, pero llegué al lugar correcto.
Miré la carpeta un momento y fruncí los labios.
- Es lo mejor para ella -me susurré a mi mismo y metí la carpeta con los datos de Paige a su lugar.
Cerré la gaveta de golpe.
Tomé la mochila, quité el seguro de la puerta y salí de ahí.
Miré a los lados, no había rastro alguno del administrador, así que caminé lo más discreto e inocente posible.
Mis sentimientos no eran claros en ese momento, no sabía que sentir. Estaba feliz por que Paige podría irse a su casa, con su hermano, y estaba enojado por la misma razón.
No quería que la separaran de mí.
Pero, si ella estaba bien, yo lo estaría también.
Subí las escaleras restantes hacía el quinto piso.
(...)
- Hola Paige -dije con la voz entrecortada.
- Hola Spencer -sonrió, pero rápidamente su hermosa sonrisa desapareció- ¿Qué te pasa? -bajo de su cama y corrió a mi, abrazándome.
- Sólo estoy muy feliz de verte -la abracé.
- Pero nunca habías llorado por eso -susurró.
La iba a extrañar, la iba a extrañar demasiado.
- Bueno, ya vez, soy demasiado cursi a veces -besé su mejilla.
- Está bien, confió en ti -se separó un poco de mí, pero la atraje un poco más a mi. Suspiré y ella volvió a abrazarme.
- Te amo Paige.
- Yo te amo a ti Spencer.
La tomé de las mejillas y la besé.
"Si ella estaba bien, yo estaba bien." Me recordó mi subconsciente.
(...)
Había pasado más o menos una hora. Paige y yo sólo habíamos hablado, escuchando un poco de música.
- Lamento interrumpir -dijo Elena cuando entró a la habitación, Paige se sonrojó y yo reí nervioso- Pero, tengo buenas noticias -me miró, y pude ver en sus ojos que no eran buenas noticias.
- ¿Qué pasa, Ele? -preguntó Paige.
- Paige -dirigió su mirada hacia mi, después a Paige- Tu hermano tuvo unos pequeños problemas, así que, estarás internada hasta la próxima semana -tragó saliva.
- Eso quiere decir, ¿qué...? -Elena suspiró, y miró nuestras manos entrelazadas.
- Te podrás ir a casa, la próxima semana.
Mi corazón se rompió.

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Esquizofrenia.
Novela Juvenil"Claro que sí. Volveré por ti" " - Tú, ¿crees en los demonios? - Cómo no voy a creer en ellos, si viven en mi cabeza." "- ¿Le pusiste así por el señor gato? - Le puse así por ti." " -Spencer, creo que estoy enamorada de ti." " - Te amo Paige. - Yo...