Las cosas no estaban mejorando.
Me aferraba enormemente a las cosas que pasaban en mi cabeza, a las imágenes que se repetían una y otra vez, dormía más de lo normal con la esperanza de que al despertar ella estaría allí, esperándome. Pero no era así.
Los días eran monótonos y aburridos, la misma rutina todos los días. Despertar, comer, hacer alguna actividad, comer, terapia, comer, dormir.
Lo peor era que no sentía nada al hacer todas esas acciones, me sentía externo a mi cuerpo, como si el que controlara todos mis movimientos no fuera yo, si no una persona totalmente ajena. Me sentía mal, triste, vacío.
- Hey, hey, Spencer -alguien tronó los dedos delante de mí, captando mi atención por un momento.
- ¿Qué? -contesté frío, con la mirada perdida.
- ¿Estás bien? No has dicho mucho -murmuró.
- Todo está más que perfecto Kenny -dije molesto.
- Vamos, ¿sigues con lo mismo? ¿Qué te he dicho? Entre más pienses en eso peor te vas a sentir.
- Tú no lo entiendes, nadie en este puto lugar lo entiende -golpeé la mesa de madera, él suspiró.
- Creo que lo entendemos más que cualquier otra persona, estamos trastornados al igual que tú Spencer, somos las personas que más podemos comprenderte, deberías de pensar en eso y dejar de ser un idiota -se levantó molesto y se fue dando grandes zancadas.
Mis ojos se llenaron de lágrimas.
No es eso Kenny, no estoy siendo un idiota, sólo que el verte me hace daño, porque tu estabas ahí, tu la conocías... ¿Cómo es que no la recuerdas?
Tapé mi cara con mis manos y comencé a sollozar.
Estaba seguro de que me veía patético, llorando por una persona a la cuál amaba pero todos negaban su existencia, por una persona que todos aseguraban sólo estaba en mi cabeza.
Pero yo no podía aceptar aquello.
Yo estaba perdidamente enamorado de ella, sólo debía de encontrarla y así demostrarle a todos los que me tachaban de loco que la conocía, que era real, y que era la persona más preciosa de todas.
Regresé a mi habitación con un gran hueco en el corazón y algunas lágrimas en las mejillas.
Me senté en la silla de mi escritorio, saqué una hoja blanca y una pluma, las cuales dejaban ahí por si me sentía estresado y quería distraerme, lo cual estaba tomando en cuenta mucho últimamente. Tomé la pluma y comencé a escribir.
"Han pasado dos semanas desde la última vez que te vi, y sinceramente ya no lo soporto, creo que en cualquier momento voy a colapsar.
Te prometo que te quiero ver, que te quiero visitar de nuevo, como cada sábado lo hacía, pero se me hace imposible desconociendo tu paradero. Por favor vuelve, te extraño.
Te cuento que ahora yo también estoy en un hospital psiquiátrico, (aunque no me queda clara la razón), supongo que aunque no sea algo bueno tenemos otra cosa en común, podríamos ayudarnos mutuamente para mejorar y salir, ¿no crees?
Espero que esto no llegue demasiado tarde, ya que, como he dicho anteriormente, no sé en donde estás. Pero te prometo que te encontraré, y haré todo lo posible para visitarte uno de los próximos sábados.
Te amo, Paige.
No me olvides, no dejes de amarme, por favor.
Con cariño, Spencer."
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¡Hola!
(Hace tanto que no escribía por aquí c';)
Sé que el capítulo ha sido algo corto, pero de verdad espero que les haya gustado, no olviden comentar su opinión:D <3
Muchas gracias por todo el apoyo que me han dado:3 Como se han dado cuenta, subiré los capítulos extra los días martes:D Creo que serán sólo otros dos más, así que :d
Y también muchas gracias por las 140K leídas :') ¡Son los mejores! <3
Los amo <3
xa.
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Esquizofrenia.
Teen Fiction"Claro que sí. Volveré por ti" " - Tú, ¿crees en los demonios? - Cómo no voy a creer en ellos, si viven en mi cabeza." "- ¿Le pusiste así por el señor gato? - Le puse así por ti." " -Spencer, creo que estoy enamorada de ti." " - Te amo Paige. - Yo...
