seis.

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—Bro, ya está el eclipse, sabes que no deberíamos estar aquí —murmuró Lo'ak, su tono cargado de una mezcla de advertencia y frustración. Sabía que seguir a su hermano no era lo más sensato, pero la curiosidad y la atracción que ambos sentían por Danae los mantenía cerca, incluso cuando el peligro era latente.

Neteyam apenas reaccionó a las palabras de su hermano. Su mente estaba en otro lugar, y ese lugar era Danae. Desde el primer encuentro, la imagen de la humana pelirroja había invadido sus pensamientos, despertando en él algo más allá de la simple curiosidad. Sabía que deberían estar en casa, junto a su familia, pero la necesidad de verla una vez más superaba cualquier obligación.

—Lo sé, Lo'ak —contestó Neteyam en voz baja, pero sin apartar los ojos de la base humana que se encontraba a unos metros. Aunque no lo admitía, le alegraba que su hermano lo acompañara. Ambos compartían esa atracción inexplicable hacia la chica, y Lo'ak, a pesar de sus constantes advertencias, también deseaba estar cerca de ella.

Los dos se escondían en las sombras, entre los árboles, pero desde ahí podían verla claramente. Danae estaba frente a un telescopio, observando las estrellas. Su cabello rojizo, brillante incluso bajo la luz tenue del eclipse, caía con gracia sobre sus hombros. Neteyam sentía cómo su corazón se aceleraba cada vez que la miraba. Lo'ak, aunque no lo expresaba, estaba igual de cautivado.

Danae, ajena a los dos pares de ojos que la observaban desde el bosque, se encontraba sumida en sus pensamientos. A través del telescopio había logrado ubicar la Tierra, y aunque estaba muy lejos, podía ver el estado lamentable de su planeta natal. Estaba agonizando. Sabía que Pandora representaba la salvación para la humanidad, pero también entendía que la salvación de la Tierra significaría la condena para el mundo que ahora consideraba su hogar, y con ello, la ruina de los Na'vi, quienes ya habían sufrido demasiado a manos de los humanos.

Soltó un suspiro pesado y se apartó del telescopio, dejando que su mirada vagara por el cielo estrellado. El brillo de las estrellas parecía ofrecerle un breve consuelo, una paz momentánea que la hizo cerrar los ojos y respirar profundamente. Pero esa paz se vio interrumpida por un suave crujido proveniente del bosque.

Su cuerpo se tensó. Inmediatamente giró su mirada hacia los árboles, su instinto advirtiéndole que no estaba sola. Sabía que todos en la base estaban descansando; ella probablemente era la única que seguía despierta.

—¿Quién anda ahí? —preguntó con cautela, su voz firme a pesar de la leve ansiedad que comenzaba a surgir en su pecho— ¿Son ustedes?—

Aunque no veía nada, podía sentir algo en el ambiente, algo que no era peligroso, pero sí inquietante. Intuía que los Na'vi la estaban observando, esos mismos hermanos que la habían encontrado antes. Algo en su interior la empujó a moverse, a ir hacia ellos en lugar de retroceder. Decidida, Danae comenzó a caminar hacia el bosque, sus pasos rápidos pero silenciosos. No pasó mucho tiempo antes de que dos figuras familiares saltaran desde los árboles, aterrizando frente a ella con una agilidad que la sorprendió, aunque esta vez no sintió miedo. Ya no. Sabía que no le harían daño.

Neteyam y Lo'ak la miraban intensamente, sus ojos brillando bajo la luz del eclipse. Eran imponentes, mucho más altos que ella, pero la calidez en sus miradas le aseguraba que no debía temerles. De hecho, Danae sintió una extraña mezcla de tranquilidad y emoción al verlos de nuevo.

—Hola de nuevo —saludó con una pequeña sonrisa. La chica se permitió unos segundos para analizarlos a su manera, algo que no había podido hacer la última vez. Esta vez, se tomó el tiempo para recorrer con la mirada sus cuerpos altos y esbeltos, deteniéndose en cada detalle: sus pieles decoradas con patrones brillantes, sus músculos tensos, y las curiosas colas que se movían de un lado a otro. Era evidente que ellos también estaban emocionados por verla.

 𝐇𝐲𝐩𝐧𝐨𝐭𝐢𝐳𝐢𝐧𝐠 ;; 𝙽𝚎𝚝𝚎𝚢𝚊𝚖 𝚢 𝙻𝚘'𝚊𝚔 𝚡 𝚘𝚌 | +𝟷𝟾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora