diez.

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Danae despertó al sentir la suave caricia de la luz matutina en su rostro. Los primeros rayos del sol de Pandora se filtraban a través de la frondosidad de los árboles, iluminando la escena a su alrededor. Abrió los ojos lentamente y, al moverse un poco, se dio cuenta de que seguía envuelta en los brazos de Neteyam. Sentía el calor de su piel contra la suya y cómo esos grandes brazos la rodeaban firmemente por la cintura, manteniéndola pegada a su cuerpo.

Sonrió, rememorando las caricias y los besos que habían compartido durante la noche. Cada toque había sido un descubrimiento, una exploración de la conexión que ambos sentían. La humana había estado dispuesta a entregarse completamente a él, dejándose llevar por el deseo que se había acumulado entre ellos, pero Neteyam, siempre cuidadoso, se había detenido. Temía que, en su ímpetu, pudiera lastimarla, y prefirió contenerse, prolongando las caricias y los besos hasta que ambos cayeron rendidos al sueño, abrazados el uno al otro bajo la luz de las estrellas.

Danae acarició suavemente el rostro de Neteyam, sus dedos delineando los contornos de sus mejillas antes de enredarse en sus trenzas oscuras y rebeldes.

— Neteyam, ya tengo que regresar — susurró, tratando de despertarlo con suavidad. Sus caricias en su rostro eran un intento de aligerar el momento. — Mi padre no tardará en buscarme.

El Na'vi abrió los ojos lentamente, disfrutando de la vista de su humana a la luz del día, su rostro iluminado con esa sonrisa que tanto le gustaba. Aún algo adormilado, murmuró:

— Mi Dae... — La voz de Neteyam era profunda y afectuosa, su mirada reflejaba el cariño y la devoción que sentía por ella. Sin soltarla, se incorporó con lentitud y la abrazó con fuerza, atrayéndola hacia su pecho de nuevo, como si no quisiera dejarla ir.

Danae rió suavemente ante su gesto protector, dejando que su risa se mezclara con la brisa matutina del claro. Sentía el latido del corazón de Neteyam en su oído, fuerte y constante, como si le dijera que su conexión con él era tan sólida como la tierra de Pandora bajo sus pies.

— Gatito, es hora de que tú también vuelvas — le susurró con ternura, sabiendo que la despedida era inevitable. Sus dedos temblorosos acariciaban su cuello, notando la diferencia de tamaño entre ellos, la fragilidad que sentía en comparación con su imponente figura. Luego, con una voz más suave y casi apenada, añadió: — Por favor, dile a Lo'ak que lo extraño.

Al escuchar esto, Neteyam sintió un leve dolor en su pecho. La realidad de su situación se hizo presente de nuevo: no sería el único en el corazón de Danae, sino que también compartiría ese espacio con su hermano menor. Aunque lo aceptaba, no dejaba de ser un pensamiento que lo ponía a prueba. Sin embargo, en su rostro se mantuvo la calma, y con una sonrisa que escondía esa mezcla de emociones, respondió:

— Claro, yo le diré.

Neteyam inclinó la cabeza para darle un último beso en su cuello donde había dejado algunas marcas, un gesto lleno de cariño y promesas no dichas. Danae sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, sabiendo que cada despedida con él se hacía más difícil. Pero debía irse antes de que el sol estuviera más alto y su ausencia en la base levantara sospechas.

— Nos vemos mañana — dijo ella, retirándose de sus brazos, aunque lo hizo con lentitud, como si quisiera alargar ese momento. Se giró para mirarlo una última vez antes de apresurar el paso hacia la base. Sentía el leve peso de la máscara de oxígeno en su rostro, recordándole que su tiempo fuera de la base era limitado, y que debía regresar antes de que su reserva de aire se agotara.

Neteyam la observó mientras se alejaba, siguiendo con la mirada cada movimiento de la pelirroja hasta que desapareció entre la vegetación. Se quedó de pie por un momento más, respirando el aire impregnado del dulce aroma que ella había dejado tras de sí. Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras recordaba la intimidad que habían compartido. Su piel aún parecía vibrar con el recuerdo del contacto de Danae, y el claro que antes le había parecido solitario ahora se sentía como un lugar especial, un rincón donde sus almas se habían encontrado.

 𝐇𝐲𝐩𝐧𝐨𝐭𝐢𝐳𝐢𝐧𝐠 ;; 𝙽𝚎𝚝𝚎𝚢𝚊𝚖 𝚢 𝙻𝚘'𝚊𝚔 𝚡 𝚘𝚌 | +𝟷𝟾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora