𝐇𝐲𝐩𝐧𝐨𝐭𝐢𝐳𝐢𝐧𝐠 ;; 𝙽𝚎𝚝𝚎𝚢𝚊𝚖 𝚢 𝙻𝚘'𝚊𝚔 𝚡 𝚘𝚌 | +𝟷𝟾

trece.

Lo'ak tuvo que bajar de las montañas Aleluya para cazar algo y poder alimentar a Danae. Aunque habían pasado un día escondidos, y ya sentía la necesidad de proveer para su "mujer", una idea que todavía lo llenaba de emoción y desconcierto. Llevaba ya un par de frutas frescas del bosque en una canasta, listas para ser ofrecidas a su humana. Pero lo que más lo entusiasmaba era el gran pez que acababa de divisar. Al apuntar su arco hacia el agua cristalina y soltar la flecha, la satisfacción lo recorrió al ver cómo la flecha alcanzaba al pez en un solo tiro.

Con una sonrisa orgullosa, se apresuró a tomar el pez y guardarlo en una red improvisada. Sin embargo, la tranquilidad de ese momento se desvaneció cuando escuchó el batir de alas a lo lejos. Lo'ak levantó la vista y vio un ikran descender. Lo reconocía bien; era el de su hermano mayor, Neteyam. Y la cara de pocos amigos que traía no auguraba nada bueno. Junto a él, Spider se balanceaba en su asiento, con una gran sonrisa en su rostro.

— ¡Bro! Por Eywa, tardamos horas buscando tu trasero — exclamó Spider, bajándose del ikran con rapidez y corriendo hacia él. Estaba visiblemente aliviado al ver a Lo'ak sano y salvo, inspeccionando sus manos y sus brazos como si le faltara un miembro.

— Ya sabes cómo soy, solo estaba... por ahí. — Lo'ak intentó sonar despreocupado, aunque no se le daba bien mentir. El esfuerzo por mantener la calma no pasó desapercibido para ninguno de los dos.

Spider, siempre agudo, notó rápidamente algunos pequeños rasguños en el cuerpo de Lo'ak, demasiado delicados para ser causados por una cacería o algún entrenamiento regular. Eran más... íntimos. Con una sonrisa astuta, le dio un golpe suave en el hombro.

— ¿Acaso estuviste con una mujer? — preguntó con picardía, alzando una ceja.

Antes de que Lo'ak pudiera responder, Neteyam ya lo observaba con el ceño fruncido. El olor que emanaba su hermano lo traicionaba; olía a Danae. El aroma suave pero inconfundible de su piel, su sudor, su cercanía. Los hermanos se cruzaron miradas tensas, comunicándose más con gestos que con palabras.

— Sí, una mujer hermosa. — Lo'ak no vio razón para ocultarlo. Había pasado la noche con Danae, y aunque su relación aún estaba llena de complicaciones, para él no había dudas.

— Nuestra mujer — corrigió Neteyam, su tono seco y firme. No era un reproche, sino una afirmación de que compartían algo más profundo, una conexión que iba más allá de la simple atracción. Ambos sabían que la situación no era convencional, pero ninguno estaba dispuesto a ceder.

Spider los miró, claramente desconcertado. No entendía de qué mujer hablaban y mucho menos por qué Neteyam también se atribuía a esa "mujer". Su expresión de confusión se reflejaba claramente a través de su máscara de oxígeno.

— ¿Quién demonios es esta mujer? — exclamó, agitando las manos en el aire. — ¡No me digas que se enamoraron de una humana!

Lo'ak soltó una pequeña carcajada, aunque no había nada de gracioso en la situación. — Sí, y es increíble. — Hizo una pausa antes de añadir: — Pronto la conocerás, bro. Estoy seguro de que te agradará.

Spider miró fijamente a Lo'ak, procesando lo que acababa de escuchar. Una humana. No había mujeres jóvenes con Norm y Max, él era el más chico de ahí. Y, por lo que veía, era nada más y nada menos que Danae, la chica que Quaritch estaba buscando desesperadamente, su primogénita y también su media hermana. Se le secó la boca por un momento antes de estallar en exclamaciones.

— ¡Eywa nos proteja! ¡Su madre va
a matarlos! — dijo, claramente preocupado. No le costaba imaginar la reacción de Neytiri, ni la furia que desataría al enterarse de esta insólita relación. Spider, por su parte, no los juzgaba, pero sabía que esto no iba a terminar bien. Nunca los juzgaría, no tenía el derecho ya que el también estaba enamorado de Kiri, su querida Kiri.