"¿No sabes cuándo comenzó la Segunda Guerra Mundial? ¿No la viviste o algo así?"
"Uh, nací en los noventa."
En donde los ancestros Quileute piensan que es divert...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"¿Puedes dejar de moverte?"
"¿Puedes dejar de intentar arrancarme el cabello?" Valeria respondió con desdén. "¿Y por qué no puedo llevar el cabello recogido? Te encanta trenzar mi cabello."
Era la noche del baile de graduación de Forks High, y Rosalie había ofrecido ayudar a Valeria a prepararse; Alice estaba puchereando en la esquina debido a la regla de no tocar a Valeria. También estaba molesta por el vestido que, en su opinión experta, era "demasiado sencillo".
"Porque llevas el cabello recogido en una trenza o en una coleta todos los días," intervino Alice, apoyando a Rosalie. "¡Déjala llevarlo suelto y mostrar esa bonita cara una vez!"
Valeria murmuró para sí misma, sabiendo que el cabello le volaría en la cara mientras bailaba, pero finalmente cedió. Al menos Rosalie recogió los lados con unos simples pasadores con perlas en la punta.
"¡Ahora el maquillaje de ojos con purpurina!" sugirió Alice.
"¡No, el maquillaje de ojos con purpurina no!" respondió Valeria, nunca fanática del maquillaje brillante.
"¿Qué tal un maquillaje de ojos con un ligero brillo?" sugirió Rosalie. "Es un compromiso, aunque no creo que ustedes dos hayan oído hablar de eso cuando se trata la una de la otra."
Después de un momento, Valeria asintió. Podía manejar un poco de brillo. Se aseguró de quedarse quieta mientras Rosalie le aplicaba el maquillaje. Se sentía raro, ya que Valeria solo usaba bálsamos labiales con color y rubor, principalmente para verse un poco más viva. Después de un rato, finalmente terminó.
Realmente, Rosalie no había estado trabajando más de treinta minutos a un ritmo humano normal, pero a Valeria le pareció una eternidad. Pero Alice y Rosalie no querían que se mirara hasta que finalmente estuviera vestida.
Alice trajo el vestido de baile que Leah había elegido y se lo entregó a Valeria. "Ciertamente no lo elegiría ni lo usaría, pero no odio el vestido. Solicito agregar un pequeño accesorio." Mientras Valeria se quitaba la bata y se cambiaba al vestido, miró a Alice con atención. Rosalie subió la cremallera por la espalda mientras Alice corría a su armario. Regresó con una delgada tira de tela.
"Átate esto alrededor de la cintura. Resaltará tu figura y equilibrará todo el blanco," afirmó Alice. "Además, combina con tu lápiz labial."
Sus ojos se agrandaron al tomar el profundo color rojo. "¿Pusiste ese color en mi cara? ¡Me veré ridícula! ¡Como un payaso!"
Rosalie suspiró ante sus dramatismos antes de arrebatarle la tela y atársela alrededor de la cintura. "No te dejaríamos salir de esta casa pareciendo un payaso. Em y Jasper podrían hacerlo, pero no nosotras."
"Sí, pero nadie está acostumbrado a verme con maquillaje. Me mirarán raro," dijo, moviéndose nerviosamente. Alice le dio un ligero golpe en las manos con un tubo de lápiz labial, aunque sabía que eso no rompería el hábito humano.
