"¿No sabes cuándo comenzó la Segunda Guerra Mundial? ¿No la viviste o algo así?"
"Uh, nací en los noventa."
En donde los ancestros Quileute piensan que es divert...
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Las cosas en la casa de los Cullen estaban... tensas, por decir lo menos, desde que Bella y Edward regresaron de su luna de miel. La casa estaba dividida sobre la situación: todo el asunto de que Bella había sido impregnada por un vampiro. Algo estaba creciendo dentro de ella, y casi todos estaban convencidos de que era un monstruo que mataría a Bella al final.
Era evidente que la humana no sobreviviría. Cada día se debilitaba más, su vientre en crecimiento estaba cubierto de moretones, y sus mejillas estaban hundidas por la falta de nutrición.
Pero Bella quería quedarse con lo que fuera que estaba dentro de ella, así que Valeria y Rosalie estaban allí para asegurarse de que el resto de la familia respetara su autonomía. Era raro que Bella pudiera tomar una decisión por sí misma, y aunque mataba a Val verla en un estado tan horrible, seguía siendo la elección de Bella, quien ya estaba apegada a lo que todos esperaban que fuera un bebé y no un monstruo.
Una desventaja de estar constantemente en la casa para cuidar de Bella era que Valeria no podía ir a la reserva. No podía ver a Sam ni escuchar a Leah hablar de lo genial que era Mike, que ya era oficialmente su novio, aunque él aún no sabía nada sobre los cambiaformas ni los vampiros.
Valeria extrañaba a Sam, deseando más que nada verlo, no solo hablar por teléfono. Las cosas con Brady y Collin ya se habían calmado, y él no entendía por qué ella parecía estar evitando verlo en persona. Eso lo hacía preguntarse si había hecho algo mal. Si tan solo supiera que ella estaba tratando de ocultarle a un posible bebé híbrido-demonio.
Sabía lo que Sam pensaría al respecto y lo que estaría obligado a hacer por su deber. Solo podía esperar que, dado que el embarazo avanzaba tan rápido, la cosa naciera antes de que Sam se enterara.
Por supuesto, el universo no parecía compartir los mismos deseos que Valeria, porque dos semanas después del regreso de Bella, Jacob llegó a la casa en su motocicleta, claramente de mal humor.
Carlisle fue quien lo recibió en la puerta, cordialmente. "Hola, Jacob, ¿cómo estás?" Valeria pensó que sonaba como si Jacob se hubiera obligado a entrar en la casa, sin molestarse en ser amable.
"Escucha, solo díme la verdad."
Aunque no era un vampiro, Bella podía escuchar su voz resonando en toda la casa abierta. "¿Jake, eres tú?" llamó.
"¿Está aquí?" preguntó Jacob bruscamente antes de subir furioso al segundo piso. En un instante, Rosalie se paró protectora frente a Bella, lo cual a Valeria le pareció innecesario. Él no lastimaría a Bella, lastimaría a Edward.
"Llegaron hace dos semanas," murmuró Carlisle suavemente mientras lo seguía.
Cuando Jacob llegó a la sala de estar, se sorprendió al ver a toda la familia presente, especialmente cuando Sam había estado deseando ver a Valeria en persona la última semana. Pero allí estaba ella, sentada en el borde del mismo sofá que Bella, cuya forma estaba oculta detrás de Rosalie.
