"¿No sabes cuándo comenzó la Segunda Guerra Mundial? ¿No la viviste o algo así?"
"Uh, nací en los noventa."
En donde los ancestros Quileute piensan que es divert...
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"¿Estás bien?"
"Tan fresca como un pepino."
"No parece," afirmó Rosalie después de que Valeria respondiera a Emmett.
Los Cullen estaban de pie en el centro del claro al que el olor de Bella conduciría a los recién nacidos. Los lobos estaban esperando, escondidos detrás de los árboles y aguardando el mejor momento para atacar.
A pesar de sus afirmaciones de estar tan fresca como un pepino, los instintos humanos de Valeria la delataban. Se estaba retorciendo las manos y mordisqueando el labio, y ya había deshecho y atado sus cordones dos veces para tener algo que hacer. Valeria estaba asustada, y todos lo sabían.
No pasaría mucho tiempo antes de que el ejército llegara a ellos. No necesitaban las visiones de Alice para saberlo; podían olerlos, escucharlos. Oír cuántos de ellos había.
Carlisle se acercó a Valeria y le puso una mano suave en el hombro. "Cálmate. Respira hondo." Era innecesario para el vampiro, pero Carlisle sabía que cosas simples como esa la ayudaban. "No estamos solos. Sam y los demás, están justo detrás de nosotros."
Sabía que mencionar el nombre de Sam ayudaría a Valeria, quien echó un vistazo por encima de su hombro para buscar entre los árboles. No pudo ver al lobo negro a través de la densa maleza, pero un segundo después, las hojas se movieron. Era Sam indicándole exactamente dónde estaba escondido.
Valeria soltó el aliento y volvió a mirar en la dirección de donde venía el enemigo. Cuanto más se acercaban los recién nacidos, más tensos se volvían todos. Los puños de Valeria estaban apretados a su lado, sus dedos deseando chispear y soltar las llamas. A petición de Jasper, tendría que esperar hasta que los lobos llegaran, incluyendo a Jacob, que estaba bajando de la montaña. No querían que nadie se quemara accidentalmente.
Tan rápido que un humano lo habría perdido de vista, el ejército irrumpió a través de la línea de árboles. Valeria salió disparada, medio paso detrás de los demás, quienes eran más seguros de sus movimientos.
Una chica mucho más alta que ella cargó hacia Valeria, quien rápidamente se apartó del camino antes de agarrarla como Jasper le había enseñado, manteniendo los brazos de la chica tras su espalda.
Un segundo después, los lobos se unieron a la refriega. Quil fue el más cercano a Valeria y se lanzó para morder la cabeza de la recién nacida. Luego se alejó para ayudar a Embry, quien estaba luchando contra dos recién nacidos.
Los lobos y los vampiros luchaban sorprendentemente bien juntos, casi moviéndose en sincronía a veces. Alice atraía a un recién nacido, y luego Leah saltaba. Cuando Jared lograba inmovilizar a uno, Rosalie actuaba rápidamente, desgarrando sus extremidades. Incluso Paul y Emmett se habían unido, siendo ninguno rival para su fuerza bruta.
Y Sam, por supuesto, se mantuvo a su lado. Claro, ella podía defenderse al principio, pero tan pronto como Jacob apareció rompiendo a través de los árboles, su enfoque tuvo que cambiar de la autoprotección al control de sus habilidades.
