023, wags

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RACER

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RACER.
(Baby, we're so rare,
can't stop it, like a monster)

 (Baby, we're so rare, can't stop it, like a monster)

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El asqueroso calor de Miami, mezclado con las agrupaciones de personas que había en el paddock todas con distintas gorras, era absolutamente abrumador

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El asqueroso calor de Miami, mezclado con las agrupaciones de personas que había en el paddock todas con distintas gorras, era absolutamente abrumador. Con suerte, podía respirar. Paso mi tarjeta y camino pasando la entrada del paddock. Levantó la vista como si nunca hubiera visto el paddock, y justo al lado mío estaba la hospitality de McLaren. Todo esto parece como si el mundo no me permitiera dejar de pensar en el incidente del beso. Saco mis audífonos y los pongo en mis oídos. La suave melodía de "The Way I Loved You" de Taylor Swift empieza a sonar a un volumen moderado. Me cubro la cabeza con una gorra; el sol estaba horrible. Al caminar un poco más dentro del paddock, doblo en dirección a la hospitality de Williams.

Voy a la cafetería que tenían y le pido un café a la mesera. Respiro y abro la carpeta con mis estadísticas aquí en Miami. Por alguna razón siempre fallaba en el sector dos. Trato de recordar qué hacía de distinto en ese sector, pero nada llega a mi mente. Agarro un destacador de mi mochila y empiezo a subrayar las distintas inconsistencias que tenía.

—Hola, Mia, ¿cómo estás? —Levanto la vista con el destacador golpeando mi barbilla. Era LilyHe, la novia de Alex. Sonreí, tratando de ser lo más cortés posible.

—Bien, estudiando. ¿Y tú? —Le pregunto por educación, aunque lo único que quería era encerrarme en una habitación y aislarme. 

—Bien también —me dice, entregándome una sonrisa completamente sincera. Yo solo asiento suavemente, sin saber exactamente qué decir—. Y... ¿qué tal va tu año de rookie? —pregunta, intentando seguir la conversación.

No sé con qué cara la mire o con cual intensidad, pero ella pareció haberse arrepentido de haber preguntado eso. Normalmente era muy buena ocultando mis problemas, como si nunca hubieran estado ahí, pero ahora me siento como un vaso rebosante de agua... o en mi caso, de problemas.

—Bien —le respondo con una simple y corta mentira. Ella asiente suavemente, como si estuviera debatiendo entre seguir hablando conmigo o simplemente irse.

—Con las otras WAGs del paddock estábamos pensando en ir a tomar un café o algo en el circuito, ya sabes, para hablar y eso —me dice, y yo asiento, sabiendo lo que vendría después de esa breve introducción—. ¿Te gustaría venir con nosotras? Digo, para conocerte mejor, eres algo cerrada.

Si esta fuera una semana normal de mi vida, sin que hubiera pasado nada de lo que está sucediendo, le habría dicho (de una forma más amable) que no me interesaba que me conocieran, y menos ir a tomar "algo". Pero esta semana ha sido tan agobiante que realmente me estoy planteando ir.

La miro indecisa. 

—Bueno, me gustaría —le digo después de un par de minutos de silencio. Me tomo el resto del café que había pedido, guardo los papeles en la carpeta y el resaltador en mi mochila. Suspiro. Hace mucho que no conocía a gente nueva; este año ha estado lleno de personas nuevas.

Desde que tengo memoria, solo hemos sido Sophie, Giselle, Emily y yo. Solo las cuatro desde el jardín de niños. Claro, como cualquier grupo de niñas, variamos en distintos grupos. Hubo una vez en la que tuvimos un grupo grande de 16 amigas, pero al final siempre quedábamos las cuatro. Por eso, desde pequeña me dije a mí misma que no necesitaba a nadie más, solo a ellas, porque nunca sabes si las nuevas personas llegan para quedarse o se van. No valía la pena intentarlo.

Caminamos, Lily y yo, lado a lado por el paddock, hasta que veo un grupo de mujeres reunidas. Al llegar, Lily saluda, y yo también. Muchas se veían sorprendidas de que estuviera ahí (o de que realmente estuviera hablando). En el grupo estaban Kika Gómez, Alexandra Saint-Mleux, Rebecca Donaldson, Carmen Mundt y, obviamente, Lily y yo.

Mientras ellas hablaban de sus distintos oficios y carreras, yo me sentía algo fuera de lugar. Tampoco es que estuviera haciendo un gran esfuerzo por integrarme o hablar. No sabía cómo soltarme con personas nuevas; esa era mi maldición.

—Y tú, Mia, ¿qué te hubiera gustado ser si no fueras piloto de carreras? —me preguntó Alexandra. La miré, sorprendida. Nunca, nunca me había hecho esa pregunta. Toda mi vida me he centrado en llegar hasta aquí, además de tener buenas notas en el colegio por si no lo lograba. Pero no me preguntes por un plan B, porque estaba dispuesta a dar todo por llegar aquí. Aunque esa respuesta no es algo normal de decir. Así que me puse a pensar. En el colegio, ¿cuál era mi mejor materia? ¿Ciencias o Sociedad? Recordé que mi peor promedio era en Historia, así que tenía que irme por algo más científico... ¿médico? Lo pensé un poco, pero lo descarté rápidamente. Luego una idea vino a mi mente.

—Ingeniería mecánica. Siempre me fue mejor en lo científico que en humanidades, la verdad —dije, sonriendo. Ellas parecieron conformes con mi respuesta, y solté un suspiro que no sabía que estaba conteniendo.

Ellas continuaron hablando, a veces dirigiéndome la palabra para que yo también respondiera. Por suerte, mi celular empezó a sonar. Era Amelia. Sonreí como nunca antes y me fui, obviamente después de despedirme.

—Gracias por salvarme. No soportaba más ser tan social —fue lo primero que le dije a Amelia al contestar. Ella suspiró.

—Mia, trata de llevarte bien con ellas. Es bueno hacer amigos, ¿sabes? —pausó un momento y luego continuó—. Quería decirte que me reuní con James Wolves y me comentó que te estabas negando a hacer contenido para las redes sociales de Williams, además de rechazar las entrevistas de Netflix.

Eso era completamente cierto. Nunca me han gustado las dinámicas en pareja ni los juegos que hacen los equipos, además de dar entrevistas para Netflix. No le veía el sentido a que alguien te grabara todo el tiempo.

—Yo estoy aquí para competir, Amelia, no para contar chistes ni mucho menos hacer tiempo en pantalla —le respondí, firme, mientras volvía a la hospitality de Williams., le corte la llamada.

RACER  - L.NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora