029, him

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RACER

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RACER.
(Baby, we're so rare,
can't stop it, like a monster)

 (Baby, we're so rare, can't stop it, like a monster)

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Desde la pelea con mi hermano en Japón, decidí regresar a mi departamento en Gran Bretaña

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Desde la pelea con mi hermano en Japón, decidí regresar a mi departamento en Gran Bretaña. Había llegado con la esperanza de que entrenar sin descanso me ayudara a borrar de mi mente la tragedia, a dejar atrás las miradas dolidas de Kai y las palabras que habíamos intercambiado. No asistí al funeral de mamá. Intenté convencerme de que no tenía sentido estar allí, pero en el fondo sabía que solo estaba evitando el dolor. Enfrentar esa realidad era lo último que quería.

Los medios no tardaron en enterarse de mi ausencia, y la respuesta fue devastadora. Pronto los titulares me tachaban de mala hija, de egoísta. Apenas podía abrir mis redes sin ver críticas y comentarios de desconocidos que me acusaban de insensible, de haber abandonado a mi familia en el peor momento.

Intenté refugiarme en los entrenamientos. Mis días se llenaban de una rutina agotadora: carreras al amanecer, gimnasio hasta el cansancio, y sesiones interminables en el simulador. Pensaba que el agotamiento físico sería suficiente para calmar mi mente, pero apenas llegaba el silencio de la noche, los pensamientos me atacaban como un enjambre. Me recordaban las palabras de Kai, su tono lleno de decepción: "Si sigues así, te vas a quedar sola."

Con el tiempo, me volví experta en fingir que no me importaba lo que decían los demás. Pero cada comentario me hacía sentir más aislada. Una especie de rabia silenciosa crecía en mi interior, y aunque el cansancio físico la aliviaba un poco, no lograba borrarla por completo.

RACER  - L.NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora