RACER - L.N

024, dream crusher

RACER.
(Baby, we're so rare,
can't stop it, like a monster)

El sol de la mañana golpeaba con fuerza cuando crucé las puertas del paddock, y aunque el calor empezaba a sentirse, mi concentración era inquebrantable. Hoy todo iba a salir bien, lo sentía en cada fibra de mi ser. Ajusté los auriculares sobre mis oídos mientras la música bloqueaba el ruido del entorno. Los periodistas y fanáticos estaban ahí, como siempre, esperando capturar cualquier momento que pudieran, pero hoy no iba a dejar que nada me distrajera. Hoy era mi día.

Sentía una extraña sensación en el pecho; creo que simplemente estaba emocionada. Me sentía ansiosa, pero de una buena manera. A medida que avanzaba por el paddock, sentía el peso de todas las miradas. Los flashes de las cámaras, los murmullos, las preguntas sin sentido que apenas llegaban a mis oídos. Nada de eso importaba. Solo importaba una cosa: la carrera. Mi carrera. Y estaba lista para enfrentarla.

Llegué a la hospitality de Williams con la misma seguridad que había sentido desde el primer momento en que me desperté esa mañana. Saludé brevemente a algunos de los mecánicos, recogí las hojas con las estadísticas de la carrera y me dirigí al garaje. Los datos no mentían: tenía una oportunidad de oro, y no iba a dejar que nada ni nadie me la arrebatara.

—Todo está en su lugar, Mia —me dijo Liam cuando entré. Me mostró la estrategia y los cambios en el auto, pero mi mente ya estaba un paso por delante, repasando cada curva del circuito, cada frenada.