RACER - L.N

45, barça fc

RACER.
("champ" that's my title,
speed up till the maximum.)

El sol de la mañana de Barcelona bañaba las calles con una luz cálida y brillante. Caminábamos juntos hacia el estadio, y aunque João parecía relajado, yo no podía evitar sentir un leve nudo en el estómago. No era el tipo de persona que se intimidara fácilmente, pero la idea de presentarme como "la novia de João Félix" en un espacio tan público me hacía sentir vulnerable de una manera nueva.

—¿Nerviosa? —preguntó João, deteniéndose un momento para mirarme. Sus ojos brillaban con una mezcla de diversión y ternura.

—Un poco. —Sonreí débilmente, tratando de restarle importancia—. Estoy acostumbrada a ser el centro de atención, pero esto es diferente.

—No te preocupes. —Él pasó un brazo por mis hombros, atrayéndome más cerca—. Son buena gente, te caerán bien. Además, te defenderé si alguien se pone pesado. —Me guiñó un ojo, logrando que riera un poco y relajara los hombros.

Al llegar al estadio, João me guió hacia una entrada lateral, lejos de las cámaras y los periodistas. Pasamos por los pasillos llenos de actividad, con empleados del club y jugadores moviéndose rápidamente entre charlas y risas. Yo me sentía como si estuviera entrando en un mundo paralelo, uno muy distinto al de los circuitos de Fórmula Uno.

Cuando finalmente llegamos al campo de entrenamiento, me sorprendió lo grande y vivo que se veía todo. La energía era contagiosa. Los jugadores estaban en el césped, algunos pateando balones, otros bromeando entre ellos. João saludó a varios con una sonrisa fácil, mientras yo me quedaba un poco atrás, observando.

—¡Ey, João! —gritó uno de los jugadores, acercándose con una gran sonrisa. Era Pedri, lo reconocí de inmediato por todas las veces que João me había hablado de él—. ¿Y quién es esta?

João me miró con una mezcla de orgullo y diversión.

—Ella es Mia, mi novia. —Dijo con naturalidad, como si no fuera la primera vez que me presentaba de esa manera.

Pedri me miró con curiosidad antes de extenderme la mano.

—¡Encantado, Mia! He oído mucho de ti.

—Espero que cosas buenas. —Respondí con una sonrisa, aceptando su saludo.

—Todo bueno, todo bueno. Aunque ahora que estás aquí, tenemos que saber algo: ¿eres buena con el balón o mejor no apostamos? —bromeó Pedri, haciendo que João riera a mi lado.

—Déjenme decirles que mejor no lo intenten —interrumpió João, su tono claramente protector—. Mia les ganaría en una carrera, pero el balón no es su fuerte.

—Eso suena a un reto. —Intervino Ansu Fati, acercándose con una sonrisa traviesa.

Pronto, otros jugadores se unieron al pequeño círculo. Gavi, Frenkie de Jong, e incluso Marc Guiu se presentaron de forma amistosa. Me sentí sorprendida por lo acogedores que eran, como si fuera una amiga de toda la vida. João tenía razón: eran buena gente.

—Entonces, Mia, ¿qué se siente ir a 300 kilómetros por hora? —preguntó Gavi, con los ojos brillando de curiosidad.

—¿Qué se siente ser la estrella del Barça? —le devolví la pregunta con una sonrisa.

—Touché. —Reconoció, riendo mientras los demás se unían a las carcajadas.

Pasamos el resto del entrenamiento en un ambiente relajado. Mientras los jugadores practicaban, João me mostró algunos detalles del campo y me contó más sobre sus rutinas diarias. Incluso me dejó patear un balón, aunque todos rápidamente confirmaron que mi talento estaba mejor reservado para las pistas de carreras.

Cuando la práctica terminó, los jugadores volvieron a acercarse, aún llenos de energía.

—Mia, tienes que venir más seguido. João siempre está más feliz cuando tú estás aquí —dijo Pedri, dándome un guiño cómplice.

—¡Sí! Además, puedes darnos algunos consejos sobre cómo conducir rápido sin chocar. —Añadió Ansu en broma, sonriendo.

—Lo pensaré. —Respondí con una sonrisa genuina. Me sentí extrañamente cómoda entre ellos, como si este mundo no fuera tan diferente al mío después de todo.

João me miró mientras nos despedíamos, con una expresión suave y satisfecha. Caminamos juntos hacia la salida, y aunque todavía había cierta incomodidad al pensar en los rumores que esto podría generar, también sentí algo más profundo: una conexión nueva, una sensación de pertenencia.

—¿Ves? No fue tan malo, ¿verdad? —preguntó João, sosteniendo mi mano con firmeza.

—No, no lo fue. —Admití, inclinándome para besarle suavemente en la mejilla—. Pero si me invitan a un partido, prepárate para las preguntas complicadas.

—Eso es parte del paquete, bonita. —Respondió, sonriendo mientras entrelazaba sus dedos con los míos.

Por primera vez en mucho tiempo, me sentí lista para enfrentar lo que viniera, sabiendo que no estaba sola.

joaofelix79

—nueva motivación
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user1: esto es confirmación?

user2:y yo le dije a alguien que tocara madera😔

lamineyamal: me la prestas necesito que me enseñe a conducir
     joaofelix79: solo lo dices para no pagar a
     alguien que te enseñe

user3: fan de su relación 🫀