Capitulo 23

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Cada 2 minutos, Tristan miraba el reloj que colgaba sobre la puerta de su oficina, que parecía estar retrocediendo hoy. ¿Por qué no podían finalmente ser las 4 para poder irse a casa con Warren?
Ni siquiera habían podido comer juntos porque Tristan había tenido una reunión para almorzar con un cliente fuera de la oficina, por lo que apenas lo había visto en todo el día.

Mentalmente, Tristan sintió arcadas por su patetismo. Ni siquiera había sido tan patético cuando se enamoró por primera vez, de Ryan, a pesar de que apenas tenía 14 años.
Ryan... Tristan ni había pensado en él durante el fin de semana.
Durante el último año, apenas había pasado un día en el que no hubiera pensado en él, pero últimamente los pensamientos sobre él se volvieron más escasos y no duraban, haciendo que todo pareciera hace mucho tiempo, a pesar de que solo había pasado un poco más de un año.
Un año en el que su vida había cambiado tan drásticamente y viró en una dirección que nunca podría haber imaginado.

Antes de conocer a Warren, Tristan había caído en un estado algo catatónico, en el que estaba seguro de que nunca podría volver a enamorarse, ni quería hacerlo, pero todo eso se había ido mientras tanto, como si fuera parte de la vida de otra persona. Ahora, incluso si Ryan cruzaba por su mente de vez en cuando, los recuerdos ya no lo molestaban, ni pasaba incontables horas revolcándose en la pena y la culpa, preguntándose qué podría haber hecho para retenerlo.
Por primera vez en más de un año, no deseaba en secreto que Ryan lo quisiera de vuelta.

Una vez que el reloj finalmente marcó las 4, Tristan cerró el archivo que no había estado mirando y se levantó, esperando que Warren hubiera terminado con lo que sea que estuviera haciendo; Tristan no le había dicho nada ya que no necesitaba nada. Tal vez estaba viendo porno.
Más vale que no sea con ese maldito Jack...
Tristan puso los ojos en blanco ante sus propios celos mientras abría la puerta, solo para encontrar a Warren leyendo sobre berenjenas.

"¡Ey!" Warren sonrió brillantemente cuando se dio la vuelta para mirarlo.

Tristan no pudo evitar sonreír, tanto al ver la sonrisa de Warren como al hecho de que no estaba viendo porno. No es que le importara si Warren veía pornografía, siempre y cuando no fuera con ese maldito Jack Longhorn que tanto odiaba. Aun no había hecho nada al respecto...

"Ey. ¿Listo para ir?"

"¡Sí!" Warren sonrió felizmente, apagando su computadora antes de agarrar la berenjena que todavía estaba en su escritorio.

"¿Encontraste alguna buena información?" Tristan hizo un gesto hacia la computadora de Warren mientras se dirigían al ascensor.

"Sí. Las berenjenas necesitan luz solar plena con un espacio de al menos 40 a 50 cm, riego regular y mantillo para que no se sequen," dijo Warren con entusiasmo, antes de fruncir el ceño un poco.
"¿Hay suficiente espacio para él?"

"¿Él?" Tristan preguntó divertido, llamando al ascensor.

"¡Lo llamaremos Huevardo!" Warren sonrió ampliamente, sosteniendo su berenjena mientras Tristan se reía, pero antes de que pudiera comentar sobre Huevardo, Martin salió de su oficina y se unió a ellos mientras esperaban junto al ascensor que llegó justo a tiempo para que Martin bajara con ellos.

En el momento en que Martin salió de su oficina, Warren había quedado en silencio y bajado su planta, y ahora estaba de pie torpemente en la esquina del ascensor, mirándose los zapatos.

"¿Adónde vas?" Martin preguntó a Tristan mientras presionaba el botón del garaje, estando más cerca del panel.

"Garaje también." Tristan asintió, recibiendo una ceja levantada de su socio.

"¿Te vas a casa?" Martin preguntó sorprendido.

Tristan le dirigió una mirada seca. "Sí, me voy a casa temprano hoy."

Pornstar (lgbt, Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora