—¿Qué?— preguntó Warren débilmente. —Entonces, Jack es solo tu nombre artístico— Necesitaba escuchar que este hombre era quien pensaba que era.
—No. No tengo nombre artístico. No soy actor— dijo el hombre con demasiada calma para el gusto de Warren.
—¿Qué?— Warren preguntó horrorizado. —Claro que lo eres. Tienes que ser— Tenía ganas de vomitar. Esto no podía estar sucediendo.
—No, no lo soy. Y ciertamente no un actor de porno— El hombre hizo una mueca de disgusto.
—¡¿Qué?!— Warren casi gritó, alejándose de él. —¡¿Qué diablos quieres decir con que no lo eres?! Entonces, ¿por qué diablos me trajiste aquí?— gritó histéricamente, saltando de la cama. Esto no podía ser real. ¡¿Honestamente había confundido a un extraño con Jack?! Warren quería morir.
—¿Qué?— preguntó el hombre indignado. —¡Esto fue tu idea! Tú quisiste venir aquí, ¿recuerdas?—
—¡Eso no es verdad, descarado! — Gritó Warren. —¿Dónde pusiste mi maldita ropa?— continuó gritando, comenzando a entrar en pánico.
—Eh... no lo sé. Espera, cálmate — trató de apaciguar a Warren, pero Warren no lo quería oír.
—¡No me digas que me calme, psicópata pervertido!— Warren gritó enojado, finalmente encontrando sus pantalones y vistiéndose lo más rápido que pudo en su estado frenético. De todas las cosas estúpidas y vergonzosas que le habían sucedido en su vida, esta era, de lejos, la peor.
—Sí, claramente yo soy el psicópata aquí...— murmuró el impostor desde su posición en la cama.
—¡Cállate! ¡Solo cállate!— Warren espetó furiosamente. —¡No puedo creer que casi me engañaste para que te diera mi virginidad!—
—¡No te engañé! — el hombre comenzó antes de darle una mirada incrédula. —¿En serio? ¿Sigues siendo virgen? ¿Cuántos años tienes, como 20? — preguntó, aturdido.
Warren quería darle un puñetazo en la cara. —Tengo 27, cretino. ¡Y sí, soy virgen porque no soy puta como tú y me estoy guardando para el amor de mi vida! —
— ¿... 27...? ¿Qué eres, un monje? — el hombre se rió entre dientes.
—Cállate, coño— gruñó Warren, buscando a tientas su camisa.
—Oye, relájate, no pasó nada— el hombre que no era Jack trató de apaciguarlo nuevamente, pero Warren solo siguió gritando.
—¡¿No pasó nada?! Pinche cabrón, ¡casi tuvimos sexo! —
—¿Y qué? No estás esperando en serio perderlo con una estrella porno, ¿verdad? —
—Claro que si— dijo Warren con firmeza, finalmente logrando ponerse la camisa.
—Eso es ridículo. Ni siquiera conoces a ese tipo— objetó el hombre.
—¡Si lo conozco!— Warren respondió.
—Tan bien que me confundiste con él—
—¡Que te folle un pez! ¡Estoy borracho, hijo de puta!— Warren se defendió furioso; también era porque se parecían mucho y había estado oscuro y... y Warren tenía una imaginación muy activa.
—No estás borracho, pero eres estúpido si realmente piensas que algún actor porno cualquiera que viste en una película es el amor de tu vida— dijo el hombre con frialdad.
Aunque Warren quería gritarle, su enojo se desvaneció. ¿Tenía razón? ¿Era realmente tan estúpido? ¿Realmente lo deseaba tanto que se había imaginado a un tipo cualquiera que se pareciera exactamente a él?
ESTÁS LEYENDO
Pornstar (lgbt, Español)
RomanceA Warren le encanta el porno. Y un actor en particular. El amor de su vida. Su razón de vivir. Su destino. Desafortunadamente, Warren nunca conoció a este hombre. Al menos, hasta una fatídica noche en la que sus caminos finalmente se cruzan, como Wa...