del amor al odio hay un solo paso, al
menos eso es lo que dicen siempre,
y mora está cansada de oírlo; al menos
cuando está junto a rey.
rey x oc ;; primer fanfic de rey.
margarita universe
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tercera persona
YA NO HABÍA CARAVANA, NI NOCHE FRÍA, NI EL OLOR A HUMEDAD QUE SE COLABA POR CADA RINCÓN. Solo estaban ellos, Rey con su mano apoyada en su cachete, y ella recostada contra la pared, respondiendo a cada uno de sus besos como si fueran el aire que necesitaba para respirar.
—Pará, pará un poquito —jadeó ella, apartando la boca apenas un milímetro—. Esto es muy raro, ¿no? Como que, ¿qué es el amor? ¿Te pusiste a pensar alguna vez en lo raro que es? O sea, ¿quién define qué es querer a alguien?
Rey se rió por lo bajo, usando el pulgar para acariciarle la mandíbula con delicadeza. La miraba como si fuera la única persona que existía en el mundo en ese momento, y Mora sintió cómo se derretía bajo esa mirada.
—No sé si entendí a dónde querés ir con esto —habló él, divertido—, pero me gusta que divagues.
—No, no. Es que es posta —insistió—. ¿Viste en las comedias románticas? Siempre hay un momento donde el protagonista se da cuenta de que está enamorado, tipo Julia Roberts en "Notting Hill" cuando dice "Soy solo una chica, parada frente a un chico, pidiéndole que la quiera". O cuando Meg Ryan está en "Tienes un e-mail" y se entera de que Tom Hanks era el tipo con el que hablaba todo el tiempo y se le cae la ficha. ¡Es así de irracional! ¿Entendés?
Él parpadeó un par de veces, tratando de seguirle el hilo, pero terminó sonriendo como un tonto, absolutamente embelesado.
—No vi ninguna de esas películas —admitió, mientras la besaba en la frente, en la nariz, y luego en la comisura de los labios, haciendo que Mora riera suavemente entre besos—. Pero me copa que te pongas así, con pasión.
—¡Pará! Escuchá. Hay otra que es como re importante —agregó, intentando mantener la compostura mientras sentía el calor de los besos de Rey por toda su cara—. En "Amélie", ¿viste? Ella se enamora de un flaco porque le gusta coleccionar fotos de cabinas. ¿Quién se enamora de alguien así? Y, sin embargo, ahí está ella.
—Entonces... —Rey apoyó su frente contra la de ella, sonriéndole mientras se perdía en sus ojos—. ¿Vos decís que somos como un par de personajes de comedia romántica?
—Yo diría que más bien somos como una versión rara de "10 cosas que odio de ti" —murmuró Mora, alzando las cejas y haciendo una mueca adorable—. Vos sos el chabón rebelde que hace las cosas a su manera, y yo soy... no sé, una mezcla entre la protagonista y alguien de la audiencia que no puede creer que esto esté pasando. Pero a la vez, te quiero besar igual.
—Te banco en todo eso —dijo Rey, besándola otra vez, esta vez con más intensidad, haciéndola suspirar contra sus labios—. Pero hay una cosa que no entiendo...
—¿Qué cosa? —preguntó ella, casi sin aire.
—¿Cómo hacés para ser tan linda mientras hablás pavadas?
