Extra 7 pichis

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Acurrucado en la cama, Allen aspiro el aroma a pino, sintiendo como su cuerpo se relajaba y la somnoliencia hacia aparición. La mano del hombre menor que peinaba su cabello con dulzura.

—¿Te gusta? —  La voz grave y algo ronca de Kendall era más como un arullo, Allen hizo un pequeño ruido de confirmación.

—Tengo hambre~ pero no me quiero levantar —Se quejó el omega.

Desde que habia aceptado que estaba embarazado había dejado de fingir no ser un peresozo de mierda, y simplemente permanecia acostado en su nido o en el sillón.

Ya había comenzado a notar su subida de peso, al verse en el espejo, no pudo evitar hacer un puchero al ver como su vientre sobresalia.

Su atención fue hacia los brazos que lo rodeaban, una sonrisa calida se instalo en sus labios y al voltear a ver sobre su hombro para encontrase con el rostro de su marido.

El alfa beso su hombro, tomando una bocanada del aroma agardenias antes de encontrar su camino a los labios de Allen, él no pudo evitar tararear feliz al ver como Allen se daba la vuelta para rodearlo con sus brazos.

Cuando Kendall bajo su vista se encontró con Allen, la bonita forma en que lo miraba atra vez de sus pestañas con una expresión brillante, esa era la expresión que siempre ponían que quería que lo besará.

Un ronroneo grave broto desde lo más profundo de la garganta de Kendall, satisfecho por la reacción que obtuvo de Allen cuando se acerco a besarlo de nuevo.

De alguna forma que el alfa no podía explicar como acabo dentro del nido de su omega una vez más.

Allen estaba recostado contra su pecho, cuidadoso de no rodar sobre su estómago, tenia agarrado del rostro con firmeza a Kendall mientras lo besaba.

El alfa se sentía ebrio por cada beso que caía en su boca, los pomposos labios que atrapaban los suyos, las vagas mordidas.

No pudo evitar emocionarse y tratar de introducir su lengua a la boca de Allen, poniéndose arriba del omega para poder cubrirlo con su cuerpo.

El mayor jadeó, sintiendo sus extremidades temblar ansioso por más, sus manos fueron hasta la mandíbula de  Kendall acariciando el rostro de su marido.

No iba a admitir como deslizó sus brazos por encima de los hombros del hombre y lo sujeto para evitar que huyera.

—Kendall...

Su voz salió aguda y ligeramente ahogada.

—Quiero hacerlo —El alfa gimoteo por lo bajo al sentir el olor dulce que desprendía su omega excitado.
 

Kendall trago saliva. —Haré lo que quieras—Respondió sin pensar, arrastrandose más cerca de su omega quien acuno su rostro y lo beso.

—¿P-puedes usar tu boca?— 

Kendall gimió.

—Allen puede usar a su alfa tanto como quiera —No hizo falta que Allen dijera algo cuando su ropa fuera alzada para que Kendall zambullera su rostro entre las piernas de su omega.

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Besos y chupetones toscos cayeron en el cuello de Kendall, Allen ronroneo complacido al ver las hermosas marcas que había dejado en el cuello de su marido , disfrutando de los ruidos que salian de él.

Moviendo sus caderas de forma lenta, rodando sobre el regazo del alfa, Allen solto un suspiro que rozaba a gemido cuando Kendall lo sostuvo de la cintura y lo empujaba de regreso a su regazo, enterrandose en la polla.

¡Le Gusto Al Protagonista!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora