Capítulo.21. La travesia, parte: 2.

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Dannte Morrigan

La brisa del mar era un alivio después de la tensión del día. Miré a Gretta mientras caminaba junto a Mirko hacia la orilla, sus tacones en la mano, dejando que la arena se filtrara entre sus dedos descalzos. Sus risas suaves llegaban hasta mí, un sonido cálido y reconfortante en medio del entorno hostil en el que nos encontrábamos.
El sol ya estaba oculto. La cabaña de Rommel estaba iluminada por la muy poca luz tenue del atardecer, creando un ambiente casi surrealista. A pesar de la calma aparente, sabía que no podíamos relajarnos del todo. Uno de mis hombres se acercó, interrumpiendo mis pensamientos.

— Las camionetas con la mercancía ya van rumbo al puerto,— me informó. — Nosotros también debemos irnos para asegurar que nadie robe nada.— Asentí, consciente de la importancia de nuestro siguiente movimiento. No podía permitirme confiar ciegamente en el personal de Rommel, por más que quisiera.

— Gracias por el aviso,— le respondí. Volví a dirigir mi atención al grupo. — Es hora de partir,— anuncié con firmeza.

Mis hombres, siempre disciplinados, comenzaron a preparar el equipo sin perder tiempo. Miré a Niccolo, quien asintió en señal de aprobación, y luego a Gretta y Mirko, que regresaban de la playa.

— Bueno Rommel, al parecer es hora de partir a nuestro primer punto.— ambos nos levantamos de la silla, bebí la última copa de golpe y lo mire fijamente.

— Así es, ¿te parece irnos en nuestra camioneta? O ¿los sigo?.

— Es mucha molestia "socio", — sonreí con un toque de ironía.— lo mejor es que tú vengas con nosotros como agradecimiento por lo que has hecho hoy.. ¿me imagino que tus soldados también están el el puerto?.

— Si, ellos están allá, esperándonos y asegurando la zona con drones para ver si no tenemos invitados sorpresas.— suspiro.— acepto tu propuesta Donnato. — asentí y palmee su hombro.

— Vamos, Gretta,— dije, ofreciéndole mi mano ya que Niccolo la dejó cerca de mi, sacó uno de sus celulares, "estoy seguro es que para seguir el rastreo o comunicarse con Lucius".— Tenemos que continuar nuestro camino.— Ella asintió, confiando plenamente en nosotros mientras toma mi mano.

Juntos, nos dirigimos hacia los vehículos, listos para enfrentar lo que viniera a continuación y asegurarnos de que la mercancía llegara sin contratiempos a manos de Fercho. La misión aún no había terminado, y la noche apenas comenzaba.

— Señor,— pide sentir los labios de Gretta en mi oído.— ¿cuándo podré quítateme la máscara?.— volvió a susurrar, pero aún más bajo, cuando se alejo la mire.

— Pronto, te lo prometo ratoncita.— acomode su máscara y ella asintió con esa sonrisa tranquila y tierna.

Mientras nos preparábamos para partir, me acerqué a Rommel, todavía intrigado por la logística de su operación.

— Rommel, ¿cómo fue que modificaron los barcos pesqueros para transportar la mercancía en compartimentos secretos?.— le pregunté, buscando más detalles sobre su estrategia.

Rommel sonrió, orgulloso de su trabajo. — Fue un proceso largo y meticuloso. Contratamos a ingenieros especializados que conocían bien los barcos y cómo ocultar espacios sin comprometer la integridad de la estructura. Cada compartimento está diseñado para ser imperceptible a simple vista y para resistir inspecciones superficiales.— Asentí, impresionado por el nivel de detalle.

— Parece que si pensaron en todo,— comenté.

— Exactamente,— respondió Rommel.—La seguridad y discreción son nuestras prioridades. Sabemos que cualquier error podría ser fatal, así que no dejamos nada al azar. — Miré hacia los barcos pesqueros, donde la mercancía se estaba cargando con precisión. Las camionetas se estacionaron, y finalmente bajamos de ellas, esperé a Gretta para que se pusiera sus zapatillas, ella sola volvió a tomar mi mano.

"LOS MORRIGAN"©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora