día 3 cumpleaños

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Narrador

Buck estaba en su elemento, lleno de emoción y energía mientras daba los últimos toques a la fiesta sorpresa de cumpleaños para Eddie. Había pasado días planeando cada detalle, desde el pastel de chocolate que había encargado con tanto esmero hasta las decoraciones que colgaban de las paredes de la sala. Sabía cuánto significaba esta celebración para Eddie y quería que fuera perfecta.

La sala estaba adornada con globos multicolores, serpentinas brillantes y una gran pancarta que decía "¡Feliz Cumpleaños, Eddie!" Buck sonrió al ver todo lo que había logrado. Su corazón latía más rápido al pensar en la reacción de Eddie cuando entrara y viera a todos sus amigos reunidos.

Mientras organizaba unas cuantas cosas más, escuchó el timbre. Con un brillo de alegría en los ojos, corrió hacia la puerta y la abrió de par en par. Allí estaban todos: Chimney, Jee jun , Karen, Christopher, Bobby, Hen, Ravi y Athena. Cada uno llevaba una sonrisa cómplice y un aire de emoción.

—¿Dónde dejamos la pizza y los regalos de Eddie? —preguntó Athena, mirando a su alrededor con curiosidad.

—Athena, no debiste traer nada —respondió Buck riendo— Pero gracias por el gesto.

Mientras los amigos entraban a la casa, Buck les pidió que lo ayudaran a distribuir las cajas de pizza en la mesa y a organizar los regalos en un rincón especial. La emoción era palpable; todos estaban ansiosos por contribuir a hacer del cumpleaños de Eddie algo memorable.

Chimney y Jee se pusieron manos a la obra colgando serpentinas del techo  . Karen y Christopher se encargaron de poner música alegre que comenzaba a llenar el ambiente con energía. Bobby y Hen se dedicaron a decorar la mesa con globos de colores brillantes y platos festivos.

Buck observaba todo con una sonrisa enorme en su rostro. Se sentía como un niño en vísperas de Navidad al ver cómo todos sus amigos se unían para hacer realidad su visión. Era un verdadero trabajo en equipo lleno de risas y complicidad.

—¿Están listos para cuando llegue? —preguntó Buck emocionado mientras miraba a su grupo de amigos.

—¡Listos! —respondieron al unísono con entusiasmo.

Finalmente, Maddie llegó con Eddie, quien parecía confundido pero emocionado al ver que había más gente de lo habitual en casa. Buck sintió cómo su corazón latía más rápido; sabía que era el momento perfecto para darles la señal.

Con un movimiento sutil, le hizo una señal a Maddie para que abriera la puerta. En cuanto ella lo hizo, todos gritaron "¡Sorpresa!" El rostro de Eddie se iluminó con una mezcla de sorpresa y felicidad al ver a sus amigos reunidos para celebrar su cumpleaños.

—¡Feliz cumpleaños! —gritaron todos al unísono mientras las risas llenaban el aire.

Eddie miró a su alrededor con incredulidad antes de que sus ojos se posaran en Buck. Corrió hacia él y lo abrazó con fuerza.

—No puedo creerlo… ¡esto es increíble! —dijo Eddie, su voz llena de emoción.

—Hice esto para ti porque te mereces lo mejor —respondió Buck con una sonrisa radiante—. ¡Espero que te guste!

La fiesta comenzó oficialmente con risas contagiosas mientras todos se acercaban para felicitar a Eddie. Buck guió a su novio hacia la mesa donde estaba el pastel decorado con velas encendidas esperando ser sopladas. Con un guiño cómplice hacia Maddie, Buck le indicó que era hora del momento del pastel.

Eddie cerró los ojos mientras todos contaban juntos: "¡Uno, dos, tres!" Al abrirlos nuevamente, vio las velas brillando sobre el pastel y sintió cómo su corazón se llenaba aún más de alegría. Sopló las velas mientras todos vitoreaban.

Luego llegó el momento de disfrutar la comida. Las cajas de pizza fueron abiertas y pronto el aroma delicioso llenó la sala. Todos se sirvieron generosamente mientras compartían anécdotas divertidas sobre momentos pasados juntos.

—Recuerdas aquella vez que intentamos hacer una cena juntos? —dijo Chimney entre risas— ¡Terminamos pidiendo comida!

Las historias fluyeron mientras cada uno compartía risas y buenos recuerdos. La atmósfera era festiva; había música sonando suavemente de fondo, risas resonando por todas partes y un sentimiento general de felicidad que envolvía el ambiente.

Después del festín, Buck organizó algunos juegos divertidos para mantener la energía alta. Había preparado un juego de trivia sobre Eddie donde todos debían responder preguntas sobre él; desde su comida favorita hasta anécdotas divertidas sobre sus aventuras juntos como pareja.

Eddie no podía parar de reír al escuchar las respuestas incorrectas que daban algunos amigos; cada respuesta errónea era seguida por carcajadas estruendosas. Finalmente llegó el turno de abrir regalos; cada uno fue entregado con cariño mientras Eddie le daba las gracias a cada persona por sus atenciones.

El tiempo pasó volando entre risas, juegos y buenos momentos compartidos hasta que llegó el momento culminante: una sesión improvisada de karaoke donde todos se animaron a cantar sus canciones favoritas. Buck tomó el micrófono primero e interpretó una canción romántica dedicada a Eddie, quien no pudo evitar sonrojarse ante tanto cariño público.

La fiesta continuó hasta tarde; cada rayo del sol poniente iluminaba los rostros alegres llenos de amor y amistad. Al final del día, cuando los amigos comenzaron a despedirse uno por uno, Buck sintió una satisfacción inmensa en su corazón al ver cómo todo había salido tan bien.

Eddie lo abrazó fuertemente mientras quedaban solos en la sala desordenada llena de restos de pizza y globos desinflados.

—Gracias por esta increíble sorpresa —dijo Eddie suavemente—. Nunca olvidaré este cumpleaños.

Buck sonrió ampliamente; no había nada mejor que ver feliz a su novio. Se sintió agradecido por tenerlo en su vida y por poder compartir momentos tan especiales rodeados del amor incondicional de sus amigos.


un Dulce beso (Buddie )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora