día 7 apodos

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Era un día soleado en Los Ángeles, y la estación de bomberos 118 estaba llena de energía. Después de un mes de ser pareja, Eddie y Buck estaban más felices que nunca. Habían compartido risas, momentos tiernos y, por supuesto, algunas pequeñas travesuras.

Eddie estaba revisando el equipo cuando Buck entró en la sala con una gran sonrisa en su rostro.

—¡Hey, osito! —exclamó Buck, usando el apodo que había elegido para Eddie.

Eddie se sonrojó ligeramente, sintiendo una mezcla de cariño y vergüenza.

—¿Osito? ¿En serio? —dijo, tratando de mantener una expresión seria, pero no pudo evitar sonreír.

—Sí, ¡lo creo! Tienes esa apariencia adorable que me hace querer abrazarte todo el tiempo —respondió Buck con un guiño.

Eddie suspiró, sintiéndose un poco avergonzado pero también encantado. Sabía que Buck era juguetón y le encantaba hacerle bromas. Sin embargo, no podía resistirse a lo dulce del apodo.

—Está bien, pero solo si tú aceptas mi apodo para ti —dijo Eddie con una sonrisa traviesa.

Buck arqueó una ceja.

—¿Y cuál sería ese?

—Te llamaré "bambi" por tus grandes ojos y esa forma torpe de moverte a veces —se rió Eddie.

Buck puso los ojos en blanco pero no pudo evitar reírse también.

—¡Bambi! Eso es tan... ¡tan cursi! Pero está bien, lo aceptaré si tú aceptas ser mi osito.

En ese momento, Chimney entró a la sala y los vio riendo juntos. Se acercó con curiosidad.

—¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué parecen dos adolescentes enamorados?

Hen también entró detrás de Chimney y se unió a la conversación.

—¿Osito y Bambi? ¡Esto suena como una película infantil! —dijo Hen mientras se reía a carcajadas.

Eddie se sonrojó aún más mientras Buck intentaba defenderse.

—¡Oye! No es nuestra culpa que tengamos apodos adorables. Es parte de ser novios —respondió Buck tratando de sonar serio pero fallando miserablemente al ver las caras burlonas de sus compañeros.

Bobby apareció justo a tiempo para escuchar las risas.

—¿Osito y Bambi? ¡No puedo creerlo! Esto es oro puro —dijo Bobby mientras se reía a carcajadas junto a los demás.

Eddie miró a Buck con una mezcla de diversión y resignación.

—Bueno, al menos no nos llaman "los tortolitos"... todavía —dijo Eddie con una sonrisa burlona.

Buck se rió a carcajadas mientras Chimney añadía:

—Dudo que eso pase. Con esos apodos tan adorables, ya están en el camino correcto para convertirse en la pareja más cursi de la estación.

La risa resonaba por toda la estación mientras todos disfrutaban del momento. Eddie y Buck intercambiaron miradas cómplices; sabían que sus compañeros estaban bromeando desde el cariño.

Mientras continuaban trabajando juntos ese día, cada vez que uno decía "osito" o "bambi", las risas estallaban nuevamente entre ellos. Era un recordatorio perfecto de lo feliz que eran juntos y cómo incluso los pequeños momentos podían hacer que sus corazones latieran más rápido.

Al final del día, mientras todos se preparaban para irse a casa, Buck tomó la mano de Eddie y le dijo:

—No importa lo que digan ellos, me gusta que seas mi osito.

Eddie sonrió ampliamente y respondió:

—Y yo estoy feliz siendo tu bambi.

Ambos rieron mientras salían juntos de la estación, sabiendo que su amor era más fuerte que cualquier broma o apodo tierno que pudieran recibir.

Eddie no puede resistir a buck

un Dulce beso (Buddie )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora