día 29 notas de amor

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Los días en la estación de bomberos pasaban como siempre: alarmas, rescates, risas y un poco de caos. Pero algo había cambiado en el aire desde que Buck decidió hacer algo especial para Eddie. Había estado pensando en cómo expresar sus sentimientos, y después de muchas noches de insomnio, se le ocurrió una idea: dejarle pequeñas notas de amor.

Todo comenzó un lunes por la mañana. Buck llegó temprano a la estación y se dirigió a la taquilla de Eddie. Con una sonrisa traviesa, escribió su primera nota en un pequeño trozo de papel:

*"Eddie, cada día que paso contigo es un día mejor. Gracias por ser tú."*

La dejó cuidadosamente entre sus cosas y se fue a preparar para el turno. Cuando Eddie llegó, encontró la nota antes de salir a la primera llamada del día. La leyó con una sonrisa en los labios, sintiéndose cálido por dentro.

A medida que pasaban los días, Buck continuó dejando notas. Algunas eran simples y otras más elaboradas. Un día, escribió:

*"Eddie, me encanta cómo siempre sabes qué decir para hacerme reír. Eres mi héroe."*

Otra vez dejó una nota en la mesa del comedor:

*"Si alguna vez necesitas un compañero para una aventura, aquí estoy. Siempre."*

Eddie comenzó a esperar con ansias cada mañana para descubrir si había una nueva nota esperándolo. Cada mensaje llenaba su corazón de alegría y emoción. Se preguntaba quién estaba dejando esas pequeñas sorpresas y no podía evitar sonreír al pensar en Buck.

Una tarde, mientras estaban en medio de un rescate complicado, Eddie encontró otra nota en su chaqueta después de salir del edificio en llamas:

*"Eddie, eres increíblemente valiente. No hay nadie más con quien preferiría estar aquí."*

Esa noche, después de un largo día lleno de adrenalina, Eddie decidió que era hora de confrontar a Buck sobre las notas. Lo encontró sentado en el sofá del vestíbulo, revisando algunas cosas.

—Oye, Buck —comenzó Eddie con un tono juguetón— ¿tú has estado dejando notas?

Buck levantó la vista y sonrió ampliamente. —¿Notas? ¿Qué notas? No sé de qué hablas.

Eddie se cruzó de brazos y lo miró con desafío. —No te hagas el tonto. He encontrado varias y… me encantan.

Buck se sonrojó ligeramente y rió nerviosamente. —Bueno… sí, las dejé yo.

—¿Por qué? —preguntó Eddie, sintiendo cómo su corazón latía más rápido.

Buck se levantó del sofá y dio un paso hacia él. —Porque quería que supieras cuánto significas para mí. Quería encontrar una forma de expresarlo sin asustarte.

Eddie sintió una oleada de calidez recorrer su cuerpo al escuchar esas palabras. —No me asustas, Buck. Me haces sentir especial.

Buck sonrió con ternura y se acercó aún más. —Entonces… ¿quieres saber lo que realmente pienso?

Eddie asintió lentamente, sintiendo que este era un momento crucial entre ellos.

—Desde que llegaste a mi vida, todo ha cambiado para mejor —comenzó Buck—. Eres mi amigo más cercano y también la persona que más admiro. No sé cuándo exactamente me di cuenta… pero me enamoré de ti.

El corazón de Eddie latía desbocado mientras escuchaba las palabras sinceras de Buck. Era como si todo encajara en su mente: todas las risas compartidas, los momentos difíciles superados juntos… todo había estado llevándolos a este instante.

—Yo también siento lo mismo —respondió Eddie con firmeza—. He estado esperando el momento adecuado para decírtelo.

Buck sonrió como si hubiera ganado el mayor premio del mundo. Se dieron cuenta entonces que sus manos se estaban acercando lentamente hasta entrelazarse.

—¿Qué te parece si hacemos esto oficial? —sugirió Buck—. Empezamos a salir como pareja.

Eddie sintió una felicidad abrumadora al escuchar eso y asintió entusiasmado. —Sí, quiero hacerlo contigo.

Ambos rieron mientras se abrazaban fuertemente; el mundo exterior desapareció por completo mientras disfrutaban del momento compartido.

A partir de ese día, las notas continuaron; pero ahora eran diferentes: eran declaraciones abiertas del amor que compartían cada día en lugar de secretos escondidos entre ellos.

Cada mañana era una nueva oportunidad para recordarles lo mucho que significaban el uno para el otro; cada nota era un pequeño recordatorio del amor floreciente que habían encontrado bajo la luz del sol y las estrellas.

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un Dulce beso (Buddie )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora