Capítulo 156 ~ Guardia baja

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Maxi lanzó una mirada incómoda a su alrededor.

— La gente... perderá el respeto por el comandante supremo si lo ven atendiendo a una humilde maga.

Riftan soltó un bufido incrédulo.

— No me digas que eso te preocupa ahora. Todo el mundo sabe que me tienes en tus manos.

— N-No es cierto — dijo Maxi, apretando los labios mientras sacaba su pequeña mochila de la silla de montar.

Riftan alargó la mano para quitársela. Sin embargo, en cuanto notó la terquedad de su rostro, suspiró y la guió hacia la fila de vagones de equipaje.

— Nos espera una marcha agotadora, así que descansa todo lo que puedas.

Una vez encendido el fuego, almorzaron pan duro y queso. Maxi deseaba una sopa caliente, pero como el ejército tenía que conservar el agua potable, se conformó con vino caliente.

— ¿Cuánto falta para llegar a Vesmore? — preguntó.

Riftan, absorto en un mapa mientras masticaba carne seca, levantó la vista.

— Suponiendo que no haya enfrentamientos por el camino, alrededor de medio mes.

— Necesitaremos la entrega de suministros antes. Estoy segura de que sabes mejor que yo... que nos quedaremos sin víveres en diez días.

El rostro de Maxi enrojeció de vergüenza en cuanto las palabras salieron de su boca. Sin embargo, a Riftan sólo parecían divertirle sus intentos de inmiscuirse en asuntos militares.

Sus ojos eran amables y su voz juguetona.

— He oído que amenazaste a los vasallos del ducado con terribles consecuencias si no enviaban suministros. Estoy seguro de que todos se apresuran a cumplir.

— N-No veo qué tiene tanta gracia.

A pesar de sus refunfuños, Maxi se sintió un poco mejor. Riftan era cada vez más franco con ella, incluso hablaba con giros casuales que probablemente había aprendido de sus días de mercenario. Ver esta nueva faceta de él la reconfortaba. La hacía sentirse más unida a él que nunca.

Cuando se le pasó un poco la tensión, confesó.

— Estoy... realmente preocupada. Temo que Sir Richard utilice la escasez de suministros como excusa para crear problemas.

— ¿Te ha dicho algo? — dijo Riftan, con voz dura.

Maxi se apresuró a sacudir la cabeza cuando vio el brillo peligroso en sus ojos oscuros.

— ¡N-No! Es que... por casualidad te oí discutir con él sobre el asunto.

— No tienes nada que temer de él — dijo Riftan secamente, guardándose el mapa en el abrigo —. La crisis con los no muertos tiene a los disidentes del armisticio en un aprieto. Con Arex ahora neutral después del intento fallido de Balto de ganárselos, romper el armisticio convertiría a Balto en enemigo común de todos los reinos. Esperarán hasta que la guerra con los monstruos termine.

— Entonces, una vez que la guerra termine...

Maxi no pudo terminar la frase.

Durante el asedio a la ciudad de los monstruos, Breston había enviado criminales como refuerzos para preservar a sus propios caballeros. Balto se estaba posicionando claramente para salir de esta guerra con el ejército más numeroso, fortalecido además por su apoderamiento ilegal de barcos de comercio exterior. No había duda; los norteños se estaban preparando para la guerra.

Al leer la preocupación grabada en su rostro, Riftan suspiró suavemente.

— No pierdas el sueño por eso todavía. Si llega la guerra, no será hasta dentro de algún tiempo.

Debajo del Roble ~ Libro 10 [Temporada dos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora