XCV

41 7 2
                                    

Había pasado algo de tiempo, estaba amaneciendo y Deidara aún no había conciliado el sueño, tenía unas ojeras enormes la visita de Madara la había dejado muy pensativa y aparte le preocupaba Óbito, no tenía información de la misión a la que había ido, solo sabía de oidas que era una misión riesgosa.

Pero ni siquiera el mismo Óbito le quiso decir antes de que se fuera, pero conociendo como era Madara tal vez lo había mandado al matadero, en sus pensamientos estaba cuando escucho que tocaron la puerta, así que se levantó abrir para ver de quién se trataba y era más y nada menos que su fiel amigo Hidan que al verla en tal estado se asusto dando un grito, el grito más masculino que Hidan poseía.

Kakuzu: *puso sus manos en los hombros de Hidan* Hidan solo es Deidara

Deidara: que masculino te escuchaste *respondió se forma sería haciéndose aún lado para dejarlos pasar*

Hidan: *todo apenado entro en compañía de Kakuzu* me asusté al verte en tal estado, no dormiste nada ayer verdad?

Deidara: *se sentó en él sillón* si te soy sincera no, no eh dormido nada

Kakuzu: por cierto Madara vendra después, nosotros nos iremos más tarde tenemos que hacer una misión, de último momento Pain nos mandó a una

Deidara: *tomo de la mano a Kakuzu haciendo que este se incomodara un poco* Kakuzu tú no sabes a qué misión mandaron a Óbito? No me dieron más información desde que Óbito se fue

Kakuzu: *se soltó de su agarre sutilmente* No Deidara, no sabemos nada .

Hidan: solo sabemos que es riesgosa pero no sabemos con exactitud que, pero sabes creo que sería mejor que vayas a descansar, yo les haré el desayuno a los niños, antes de que nos retiremos a nuestra misión te vamos avisar *acaricio la cabeza de la contraria*

Deidara: creo que sería buena idea *se puso de pie y se retiró a su habitación*

Hidan se fue a la cocina acompañado de Kakuzu que creía que no era capaz el religioso de hacer un simple huevo, ah! Pero Hidan lo iba a callar pues no era tan inútil como el mayor pensaba, Hidan empezó hacer el desayuno esperando que pronto despertarán los niños y vaya que fue así, pues Tamaki y Nanami venían tallandose los ojos.

Cuando les tomo por sorpresa que sus tíos estuvieran ahí.

Tamaki: Tío Hidan que hacen aquí? Por qué vinieron más temprano de lo usual? *Pregunto aún soñoliento*

Hidan: *lo volteo a ver y sirvió su desayuno para irlo a dejar donde el niño estaba sentado* venimos más temprano por qué tenemos una misión, pero vi que tú mamá estaba cansada y le dije que continuara en la cama, no la vayan a despertar

Nanami: *en eso escucho que su hermanito lloraba* chispas *se levantó de su asiento y fue a buscar a su hermanito*

Kakuzu: *al ver qué la niña se levantó no le quedó de otra que ofrecerse a buscarlo* siéntate a desayunar niña, yo voy por él

A Kakuzu no le gustaban para nada los niños, se le hacían que eran muy insoportables por otro lado Hidan se había quedado sorprendido, pues sabía bien las molestias de Kakuzu, pero bueno ya era hora que ese pagano socializara, en eso Kakuzu salió cargando al hijo más pequeño de Deidara y este para nada quería estar en brazos de Kakuzu.

Hidan: Jajajajajaja Kakuzu, tu si fueras papá serías el menos indicado para serlo *termino de servir el desayuno y fue a buscar al niño para abrazarlo ya que no quería nada con Kakuzu*

Kakuzu: *solo sonrío al ver cómo Hidan se encargaba del más pequeño y como este sonreía con él* y te serías una excelente mamá

Esto hizo que él religioso se sonrojara un poco y más por él tono tan suave en como Kakuzu se lo había dicho, pocas veces el avaro era cariñoso con el pequeño zombie, pero este era todo lo contrario solo cuando estaban a solas se ponía así de cariñoso y aveces se ponía bastante empalagoso cuando estaban en misiones y les acompañaba alguien más.

Aveces se preguntaba él avaro si este chico lo acia para tener más atención del avaro o para que por lo menos lo tuviera más en cuenta, para Kakuzu que era un hombre frío, cruel y desalmado se sentía débil, sentía que Hidan era su debilidad, y por eso no quería que nadie más se diera cuenta de eso, pero lo ocultaba tan bien que Hidan pensaba que nada más Kakuzu lo quería para sus ratos libres.

Casi antes del medio dia llegó Madara, Hidan le entrego a los niños y se fue pero había olvidado avisarle a Deidara, pero como él no sabía lo que había pasado Madara con Deidara pues no le vio nada de malo que él se quedará solo con ella ahí en su casa.

Madara solo miro a los niños que estaban jugando y notaron la presencia del mayor, de forma rápida se lanzaron a él y le obligaron a jugar con ellos, Madara sentía que ya era demasiado mayor para jugar así.
Nanami al ver qué esté estaba sentado descansando después de jugar a qué los atrapaba, se acercó a él para aprovechar de hacerle unas trenzas en su largo cabello tomando por sorpresa a Madara.

Madara: am... Nanami? No crees que las trenzas no se ven bien en mi? *Pregunto algo avergonzado por ellos*

Nanami: No papi Madara, a mi me gusta mucho jugar a hacer peinados pero mami pocas veces juega conmigo, siempre está muy ocupada *decía mientras desenredaba el cabello de Madara para empezar a trenzarlo*

Madara: *se quedó algo pensativo antes de hacerle otra pregunta* Nanami por qué siempre me dices papá?

Nanami: *se quedó en silencio por algunos minutos antes de responder* por qué desde que tengo uso de razón, a ti siempre te vi, por eso te llamo Papá por qué siempre fuiste como mi papá siempre estuviste ahí para mí

Esto dejo pensativo al mayor, y recordó que tiempo atrás lo mismo pensaba Deidara de él, una vez más su estado de ánimo cambio por completo, ahora estaba triste de solo recordar lo que hizo, Nanami termino de perdonarlo y en eso escucho una voz así que volteo a ver y era Deidara que ya se había despertado.

Deidara: Hidan y Kakuzu donde están? *Pregunto a sus hijos*

Tamaki: *se acercó a ella* se fueron huyendo de nosotros creo

Madara: *se levantó de donde estaba sentado para acercarse a Deidara* ellos se fueron a su misión, me estaban esperando por eso cuando llegue se fueron ambos

Deidara: *solo suspiro y acomodo un poco su cabello* está bien, hablaré con Hidan que para la próxima vez me avise antes de que se vaya

Los niños se habian ido a sus cuartos a jugar y Madara aprovecho la oportunidad para hablar con ella.

Madara: *la siguió a la cocina* acaso desconfias de mi? Crees que yo pueda hacerle daño a los niños también?

Deidara: *le estaba dando la espalda mientras se preparaba un cafecito* no quiero hablar ahora Madara

Madara: *se acercó a ella y le dio la vuelta* Eh soportado la indiferencia que tienes conmigo pero ya que sospechen de que yo quiera hacerle daño a los niños ya es mucho Deidara

Deidara: acaso no eres capaz? Fuiste capaz de hacerme daño a mi después de que creí que eras buena persona y te veía como alguien en quien confiar *trato de no alzar tanto su voz para no llamar la atención de los niños*

Madara: *solo se quedó viendo y esas palabras lo lastimaban profundamente*

Pero si algo caracterizaba bien a los Uchihas eran sus métodos de manipulación, al tener tan cerca a Deidara no pudo aguantar más y beso sus labios de forma desesperada, pero esto solo hizo enfadar a Deidara que le dio una tremenda bofetada y se alejo de él, pero Madara no iba hacerle más nada solo se alejo de ella también y salió de la cocina para ver a los niños y no seguir incomodando a Deidara.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 06 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La bella y la bestia {TobiDei}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora