Capítulo 29 - Verdades

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Chloe Mitchell

Estoy en casa, acomodando algunas cosas que tenía pendientes desde hace días. No he visto a Christopher en semanas y he cambiado con algunos internos para evitar estar bajo su servicio. Él tampoco me ha buscado, y aunque duele, sé que es lo mejor. Ambas vidas siguen su curso, por separado.

Mientras organizo mi habitación, suena mi teléfono. Es David. Contesto y su voz suena extraña, más seria de lo habitual.

— Chloe, necesito hablar contigo —dice.

— Claro, ven a casa —respondo, intentando que mi tono sea más neutral. Algo en su voz me preocupa, pero prefiero no adelantarme a las conclusiones.

Termino de organizar mi ropa y, mientras guardo algunas cosas, me topo con una pequeña caja en el fondo del armario. La abro, sabiendo lo que encontraré. Ahí está la foto. Christopher y yo, montados en ese hermoso caballo castaño oscuro. Había olvidado por completo que aún la tenía.

Me quedo mirándola por un momento. Christopher se ve feliz en la foto, con una sonrisa auténtica, algo raro en él. Y yo... bueno, yo también me veo feliz. Esa escapada fue uno de esos momentos donde todo parecía perfecto, donde olvidábamos lo complicado de nuestras vidas y solo éramos nosotros dos. Sin deberes, sin secretos.

Respiro hondo y guardo la foto en la mesita de noche, cerrando el cajón con decisión. Lo pasado ya pasó, me repito. No tiene sentido seguir revolviendo en esos recuerdos.

David llegará pronto, y algo me dice que esta conversación no va a ser fácil. Intento distraerme reorganizando algunos libros, pero mis pensamientos siempre vuelven a esa imagen. Me pregunto si alguna vez podré dejar de pensar en Christopher. Si algún día esos recuerdos dejarán de doler.

El sonido del timbre interrumpe mis pensamientos. David está aquí.

Es hora de enfrentar lo que sea que esté por venir.

David entra en casa con una sonrisa cariñosa, acercándose para saludarme con un beso suave en los labios. Le devuelvo el gesto con la misma ternura, pero noto cierta tensión en su mirada. Sé que tiene algo importante que decir, y el hecho de que me haya pedido hablar me hace sentir una pequeña punzada de inquietud.

Nos sentamos en la sala, y David se toma un momento antes de comenzar.

— Chloe, necesito contarte algo que pasó —dice, su voz vacilante. Me mira directamente a los ojos, como si estuviera buscando algún tipo de consuelo antes de continuar—. Fue con Tamara... en el hospital.

Siento un leve vacío en el estómago, pero me esfuerzo por mantener la calma. Me cuenta lo sucedido, cómo Tamara se le lanzó, cómo fue ella quien lo besó. Mientras habla, creo que debería estar enfadada. Quizás, incluso, celosa. Pero, para mi sorpresa, no siento nada de eso. No hay enojo, ni una explosión de celos, solo una extraña tranquilidad.

David me observa, esperando mi reacción.

— Si dices que no pasó nada, entonces no pasó nada —respondo, sin siquiera titubear.

Me sorprendo a mí misma con lo segura que sueno. No es que no me importe David, pero algo dentro de mí no puede sentirse traicionada. No por esto. No de la manera en que quizá debería. David me sigue mirando, como si no estuviera seguro de creerme.

— ¿De verdad estás bien con esto? —pregunta, con un dejo de incredulidad.

Asiento, sonriendo suavemente.

— Sí, de verdad. No me molesta —le aseguro. Quizá parte de mí ha cambiado, o tal vez estoy más cansada de los dramas de lo que creía.

Al ver que mi respuesta es sincera, David parece relajarse. Deja escapar un suspiro y me sonríe, como si se hubiera quitado un gran peso de encima. Cambiamos de tema rápidamente, y antes de darnos cuenta, estamos decidiendo qué película ver.

Arritmia - TOMO 2 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora