Capítulo 40 - Carga doble

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Chloe Mitchell

Era el último fin de semana de Mike en Londres, y todos decidimos hacer algo especial para despedirlo. Londres estaba llena de actividades de Halloween, y Tess no tardó en sugerir que fuéramos a la feria que habían montado en el parque. Castillos del terror, montañas rusas, casa de espejos mágicos... todo parecía el plan perfecto para pasar una tarde inolvidable.

Christopher y yo caminábamos juntos, como siempre últimamente, nuestros dedos entrelazados como si fuera lo más natural del mundo. Cada vez que me miraba, esa chispa en sus ojos me derretía por completo. A pesar de las multitudes y el bullicio de la feria, me sentía en paz, como si solo existiéramos él y yo.

— ¿Qué dices, Chloe? — me preguntó Tess emocionada, interrumpiendo mis pensamientos — ¿Casa de espejos primero?

Sonreí, asintiendo.

— Claro, pero no me hago responsable si alguno de ustedes se choca contra un espejo.

Mike se rió, lanzándome una mirada juguetona.

— ¿Estás hablando por ti o por Chris? Ya me imagino quién será el primero en golpearse.

Christopher apretó mi mano suavemente y se inclinó hacia mí, rozando sus labios contra mi oído.

— Voy a ser muy cuidadoso, sobre todo si eso significa mantenerte a salvo — me susurró, haciéndome sonreír mientras un cosquilleo recorría mi piel.

Entramos a la casa de espejos, y no pasó ni un minuto antes de que el caos comenzara. Los espejos deformaban nuestras imágenes, haciéndonos lucir como versiones cómicas de nosotros mismos. Mike, como siempre, fue el primero en chocarse contra su propio reflejo, y todos estallamos en carcajadas.

—¡Tanto para ser ágil, Mike! —exclamé entre risas.

Tess también reía a carcajadas, agarrándose del brazo de Mike para no perder el equilibrio. — ¡No puedo ver nada!

— Eso porque estás más ocupada riéndote de los demás que mirando por dónde vas — le dijo Christopher, divertido. Pero no importaba lo que ocurriera alrededor, su atención siempre volvía a mí, como si fuera el centro de su mundo.

A cada paso, chocábamos con más espejos, y a pesar de la confusión, me sentía tan feliz. Me giré hacia Christopher, y nuestras miradas se encontraron en uno de los espejos. La imagen de nosotros reflejada, riendo juntos, me hizo darme cuenta de cuánto lo amaba. A veces, me costaba creer que después de todo lo que habíamos pasado, estábamos aquí, juntos, y más unidos que nunca.

Finalmente, logramos salir de la casa de espejos, aún riendo.

— Bien, ¿quién necesita una brújula para sobrevivir aquí? — dijo Mike, aún tratando de recuperar el aliento — ¿Qué sigue?

— Casa del terror — dijo Tess, sonriendo de oreja a oreja — Y no acepto excusas, Chloe. ¡Sabemos que te asustas fácilmente! —

Hice una mueca, fingiendo valentía, aunque por dentro sentía un pequeño nudo. Después del extraño sueño que había tenido sobre la niña en el hospital, el terror se había vuelto algo más personal para mí.

— Estoy lista — mentí, mirando de reojo a Christopher, quien simplemente me dio una sonrisa cálida.

Sin decir nada, me envolvió con su brazo, atrayéndome hacia él.

— No te preocupes, Chloe — me susurró al oído. "No voy a dejar que nada te asuste. Estoy aquí."

El calor de su cuerpo contra el mío me dio una sensación de seguridad que no podría describir con palabras. Lo miré, y no pude evitar sonreírle. Sabía que con él, no tenía por qué temer.

Arritmia - TOMO 2 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora