𝑾𝒆𝒕 𝑫𝒓𝒆𝒂𝒎𝒔...

CAP. 9, TEMP. 2 |Ecos de lo irreversible

_______________________________________

Stronbol mira a Legolaz, quien está apoyado en la pared.

—Uh... ¿Me vuelves a explicar por qué estás aquí afuera? —pregunta Stronbol.

Legolaz se pasa los dedos por el cabello.

—Bueno, llegas tarde a la presentación, pero... tenía que hacer una exposición sobre el clasismo.
Stronbol se asoma por la ventana para ver al maestro, que luce un poco enojado.

—¿Y...? —insiste.

Legolaz se sienta en el suelo.
—No sabía que era en contra...
Stronbol le acaricia la cabeza con suavidad.

—Tranquilo, eso fue muy tonto de tu parte.
Luego se sienta junto a él.

—Es que estoy muy nervioso últimamente... Ya sabes, lo que pasó en tu casa no sale de mi cabeza —dice Legolaz con una mezcla de tensión y cansancio.
Stronbol baja la voz hasta casi un susurro.

—Lo mejor es que trates de olvidar que Leo existió, él intentó matarte, ¿no?
Legolaz apoya la cabeza contra la pared.

—Sí, pero... pude ver el mismo sentimiento en sus ojos, es idéntico al tuyo —traga saliva y aparta la mirada.

—Sí... yo también pude ver su tristeza —Stronbol cruza los dedos, intentando evitar su mirada—. Pero eso no significa que yo esté triste todo el tiempo. ¡No pienses que haría algo tan loco como acabar con mi propia vida!
Legolaz lo toma de la mano, su expresión es seria.
—¿En serio? La única vez que vi tus brazos descubiertos fue cuando dormí en tu casa... y tenías vendas.
Stronbol aprieta ligeramente la mano de Legolaz.
—Sí... pero no es que vaya a hacer una locura. Tu preocupación me hace sentir muy agradecido.
Legolaz suelta la mano de Stronbol y se relaja por completo.
—Me gusta saber que no harías ninguna locura... Quiero olvidar lo que pasó con Leo.
Stronbol se levanta del suelo y lo mira.
—¿Qué tal si salimos hoy? Podrías distraerte y olvidar lo que pasó con Leo.
Legolaz baja la mirada un momento, pensativo.
—Sí, eso debería hacer... Entonces, ¿nos vemos a las cuatro en el parque?
Stronbol le extiende la mano para ayudarlo a levantarse.
—¡Claro que sí! Pero primero espera a que pase tu castigo, no creo que el maestro te perdone tan fácil por lo que dijiste en la exposición.

---

Stronbol se acomoda la bufanda, un poco nervioso mientras espera a Legolaz.
—¿Me habré vestido bien? ¿Mi cabello está bien? Ahora que lo pienso, no sé si le gusta el color de mi cabello o mis ojos de distinto color... ¡Mierda! No debería ponerme ansioso a estas alturas, llevamos cuatro años siendo amigos —se dice a sí mismo mientras saca su celular para ver la hora—. Ahora que lo pienso... cuando teníamos ocho años, ¿me rechazó? Nunca hablamos del porqué me ignoró tanto tiempo.
Guarda su celular y mira a su alrededor.
—Recordar a esa niña me hierve la sangre, pero también me siento feliz al recordar ese día en que la eliminé...
Legolaz le toca el hombro, interrumpiendo sus pensamientos.
—¿Hablando solo?
Stronbol da un pequeño brinco y voltea a verlo.
—¡Tranquilo! ¿De qué hablabas? Te escuché balbucear algunas cosas, pero no entendí mucho.
Stronbol se cubre la boca con la bufanda, nervioso.
—Solo... recordaba un par de cosas, nada importante. ¡Hey! Ya me has hecho un montón de preguntas, vamos a caminar o algo así.
Stronbol empuja suavemente a Legolaz, obligándolo a caminar.
—¡De acuerdo! No te pongas ansioso... Vamos a caminar un rato y tal vez a por unos caramelos. Te encantan, ¿no es así?
Stronbol continúa empujándolo, un poco más nervioso.
—Sí... ahora vámonos.
_______________________________________