𝑾𝒆𝒕 𝑫𝒓𝒆𝒂𝒎𝒔...

CAP. 5, TEMP. 3 |Momentos de tranquilidad

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Stronbol se cepilla los dientes mientras se mira al espejo. —Mmm... —murmura, cuando la bufanda se le cae, revelando las marcas en su cuello—. Legolaz de verdad tiene fuerza... Mi cabeza aún da vueltas.

Legolaz, sentado frente a él, muerde el lápiz con ansiedad mientras lo observa. —Ugh... —mira la hora con impaciencia—. Solo un poco más...

Stronbol lo mira por encima del hombro. —Te ves muy ansioso. ¿Te sientes bien?

El lápiz se rompe en las manos de Legolaz. —Ah... ¡Estoy bien! ¿Me veo mal?

Stronbol le aparta un mechón de cabello de la cara. —Nunca te ves mal, pero deberías lavarte la cara. Tal vez tienes sueño...

Legolaz camina cabizbajo. —Uh... Te ves desanimado. ¿Hoy llegan tus padres, verdad? Ya entiendo por qué estás así. ¿Cómo se llamaban?

Legolaz patea una piedra con frustración. —Francisco y Elisa... Son unos completos imbe...

Stronbol lo interrumpe, poniendo un dedo en sus labios. —Shhh... Tranquilo. Mejor piensa en cómo les dirás que estoy durmiendo en su casa.

Legolaz se congela, mirándolo fijamente. —Se me ocurrirá algo en el momento. ¿Aprovechamos el tiempo que queda antes de que lleguen?

Stronbol salta a los brazos de Legolaz. —¡Andando!

Legolaz suspira, cargándolo mientras camina de vuelta a casa. —Empalagoso...

Más tarde, Legolaz mira la hora antes de tirarse en el sofá. —Ya se ocultó el sol... Son las seis de la tarde. ¿Quieres ver una película o jugar algo? ¿Stronbol?

De repente, una explosión en la cocina lo sobresalta. —¿¡Qué carajo?!...

Corrió a la cocina, solo para encontrar a Stronbol sentado en el suelo, rodeado de palomitas esparcidas por todas partes. —Se me pasó la cocción... —Stronbol agarra una palomita que tenía en el cabello y se la come—. ¡Pero salieron bien!

Stronbol se sacude, dejando caer más palomitas al suelo. —Creo que mejor debería cocinar otra cosa...

Legolaz lo interrumpe rápidamente. —¡No! Creo que sería mejor si aprendes viendo algún tutorial o algo así.

Ya en el sofá, Legolaz deja un tazón de palomitas en la mesa de café. —¿Ya entendiste cómo se hace, verdad?

Stronbol se acuesta, poniendo su cabeza sobre el muslo de Legolaz. —¡Por supuesto! Adelante, come.

Legolaz agarra unas cuantas palomitas y las prueba. —Ey... No están mal, solo están un poco... —tose—... saladas.

Toma un sorbo de café, haciendo una mueca. —Bleh... Con un poco de práctica, seguro cocinarás mejor. —Luego, lo mira con curiosidad—. Puedo preguntar... ¿Por qué tu apariencia es tan... andrógina?

Stronbol se pone la capucha, ocultando su rostro. —Bueno, proviene de mi padre... —Se rasca detrás de la oreja, un poco avergonzado—. Si lo vieras, te darías cuenta del parecido. Aunque él era alguien muy estable mentalmente y amable... Después de un evento hace seis años, ya no es el mismo.

Legolaz le acaricia la mejilla con ternura. —Tranquilo, creo que no lo entiendo del todo... —Le quita la capucha suavemente para mirarlo mejor—. ¿Tú estás mejor mentalmente ahora? ¿Has pasado por mucho? Necesitas descansar y relajarte.

Stronbol toma las mejillas de Legolaz con ambas manos. —Solo tú me has dado tranquilidad. No eres el mismo de antes, pero es bueno saber que ahora eres más sincero contigo mismo... Algún día serás alguien tan perfecto como yo.

Legolaz aparta la mirada, incómodo. —No digas esas cosas, eres un idiota egocéntrico... Pero supongo que tu compañía es agradable.

Stronbol sostiene con más firmeza las mejillas de Legolaz y lo besa de manera inesperada. Ambos se pierden en el beso por unos momentos, hasta que Stronbol finalmente afloja su agarre.

—Ah... La próxima vez que hagas eso sin avisar... T-te mataré, imbécil.

Stronbol ríe suavemente. —Je... No soy el único con el corazón a punto de explotar, ¿cierto?

Con la cara roja de vergüenza, Legolaz le vuelve a poner la capucha para evitar mirarlo. —¡Muy bien! Será mejor que nos enfoquemos en la película...

Stronbol se cubre aún más con la capucha y pasa su lengua entre los labios. —Dulce~
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