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Legolaz observa a Sam cambiarse.
-¿Tomaste tus pastillas? Te ves más inestable de lo normal hoy... -dijo Legolaz.
Sam respiró profundamente, tratando de controlar su agitación.
-Siento como si alguien me estuviera observando, especialmente en el centro comercial... -tragó saliva con dificultad-. Sentí como si alguien quisiera hacerme daño.
Legolaz la abrazó suavemente por detrás.
-Sé que tienes una condición un poco especial, pero podemos sobrellevarla juntos. No dejemos que tu paranoia afecte la experiencia de hoy.
Sam intentó relajarse y asintió con una sonrisa débil.
-S-sí... No pasará nada...
"Sé que no soy apta para tener pareja debido a mi paranoia... No confío en nadie, ni siquiera en mí misma. Pero Legolaz es diferente. Él me demuestra que hay esperanza y me ayuda a sobrellevar mi condición. Es tan amable... es todo lo que deseo en una persona."
-Te estás sonrojando... ¿Entonces ya te encuentras bien, Sam? -preguntó Legolaz, observándola.
Sam se tapó el rostro con el abrigo de Legolaz.
-¡Claro! Solo un poco nerviosa... Pero todo está mejor ahora. Gracias, de verdad... No sé qué haría si algún día te alejas de mí.
Legolaz rió en voz baja y acarició su mejilla.
-Eso no pasará, te lo prometo.
Las palabras de Legolaz hicieron que el corazón de Sam latiera con fuerza.
-Bueno, vámonos a casa de Danny.
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En casa de Stronbol.
Stronbol se secaba el cabello.
-Hace frío esta noche...
Danny, al entrar al cuarto de Stronbol, puso los ojos en blanco.
-¿Qué carajo?... Entiendo que te descuides cuando estás deprimido, pero por favor, trata de mantener un poco de orden.
Stronbol se acomodó la corbata y sonrió de lado.
-Oh, vamos... Solo es un poco de desorden.
Un panqueque cayó del techo, sorprendiendo a ambos.
-Mierda... Tardó dos semanas en caer -dijo Stronbol con una mueca.
Danny cruzó los brazos y lo miró, reprimiendo una carcajada.
-¡Está bien! Limpiaré...
El timbre sonó y Danny fue a abrir. Saludó con una sonrisa a Legolaz y a Sam, que llegaban tomados de la mano.
-¡Buenas noches! -les dijo cálidamente, dejándolos pasar-. Hoy nos acompañará un amigo, espero que no les moleste.
Legolaz se sentó junto a Sam y negó con la cabeza.
-No te preocupes, está bien. ¿Cómo se llama?
Stronbol bajó las escaleras y sus ojos se encontraron con los de Legolaz.
-Hola... -dijo, esbozando una sonrisa falsa-. Qué gusto verlos. Soy Stronbol.
Sam sonrió mientras saludaba y luego miró a Legolaz.
-Hey, ¿no vas a saludar? ¿Legolaz? -Sam notó el rostro serio de Legolaz y su expresión preocupada-. ¿Estás bien? Oye, responde.
Stronbol se sentó frente a ellos.
-¿Lo conoces? -preguntó, provocador.
Legolaz lo miró de arriba a abajo antes de responder.
-Sí, lo conozco...
Stronbol rió en voz baja.
-Así es. Éramos muy unidos hace unos años -añadió, jugando con su cabello mientras observaba a Sam-. De hecho... nos besamos.
Sam apretó el puño, tratando de contener sus emociones encontradas.
-Ah... Pero eso fue hace años. Ahora yo soy su pareja -dijo, entrelazando sus dedos con los de Legolaz.
Legolaz susurró, apenas audible:
-Sí, estoy saliendo con Sam desde hace casi ocho meses...
-Sí, hacen una linda pareja -respondió Stronbol con una sonrisa que no alcanzó sus ojos.
Danny interrumpió, abriendo la puerta de la cocina.
-Necesito ayuda con unas compras... ¿Crees que podrías ayudarme, Sam?
Sam miró a Legolaz, insegura, y asintió.
-Y-yo... supongo que puedo ayudarte -dijo, esbozando una sonrisa nerviosa antes de levantarse y caminar hacia la puerta-. Ya vuelvo, Legolaz. No tardamos.
Danny cerró la puerta detrás de ellos, dejando a Legolaz y Stronbol solos en la sala.
-¿Qué haces aquí? -preguntó Legolaz, frunciendo el ceño.
Stronbol se inclinó en el sofá y lo miró con una sonrisa enigmática.
-¿Es esa la forma de tratar a tu estrella favorita?
Se puso de pie y se acercó a Legolaz.
-Yo vivo aquí... ¿No es una sorpresa?
Legolaz lo miró con una mezcla de emociones.
-¿No estás satisfecho después de todo lo que has hecho? Mataste a un compañero mío... Lastimaste a mi madre.
Stronbol se inclinó hacia él, acercando su rostro.
-¿Y?... No te veo muy molesto... -susurró al oído-. Te veo inquieto. Dime, ¿qué piensas de mí? ¿De verdad me odias?
Stronbol mordió suavemente el lóbulo de la oreja de Legolaz, provocando un escalofrío en él.
-Tal vez es todo lo opuesto...
Legolaz lo empujó, apartándolo.
-No te acerques, me molestas.
Stronbol se sentó a su lado con una risa sarcástica.
-Vaya, eso fue suave. La última vez, fuiste más agresivo.
El rostro de Stronbol se volvió inexpresivo.
-¿Es culpa de esa chica?... ¿Te está cambiando?
-Cállate -replicó Legolaz, mirando hacia otro lado-. Es una buena chica...
Stronbol se inclinó de nuevo hacia él.
-¿Buena?... He visto esos cortes en sus muñecas, esas vendas.
La risa de Stronbol resonó por todo el cuarto.
-¿Qué te gustó de ella? Déjame adivinar.
Stronbol jugueteó con el cabello de Legolaz.
-¿Viste en ella algo similar a mí?
Legolaz, en un arrebato, lo empujó contra el sofá y lo sostuvo de las muñecas.
-W-woah... ¿Estás molesto? -Stronbol lo miró, notando el rubor en sus mejillas-. Oh, parece lo opuesto...
Legolaz miró su cuello con deseo.
-Adelante... No tienes por qué contenerte. Lo que amas de mí es mi locura, ¿verdad?
Legolaz respiró agitadamente y miró a los ojos de Stronbol.
-Solo cállate y deja de molestarme...
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𝑾𝒆𝒕 𝑫𝒓𝒆𝒂𝒎𝒔...
Fanfiction𝐒𝐓𝐑𝐎𝐍𝐋𝐀𝐙 || Stronbol es un joven caníbal que ha pasado su vida intentando llevar una existencia normal, luchando contra sus impulsos mientras lidia con los desafíos de su día a día. A pesar de su oscuro pasado, ha construido relaciones profu...