Querida Delle

Capítulo 32

Nota: Este capítulo está dedicado a todas las chicas que han vivido una relación complicada, que han sentido el peso de la manipulación o que se han encontrado atrapadas en situaciones difíciles. Quiero que sepan que no están solas. La lucha por encontrar su voz y su fuerza es una parte importante de este viaje, y aunque el camino puede parecer oscuro, siempre hay una luz al final <3

Recuerden que el amor verdadero nunca debe doler, y que siempre merecen ser tratadas con respeto y dignidad. ¡Cada una de ustedes es valiosa y tiene el derecho de contar su historia! No dejen que las opiniones de otros las definan. El mundo puede ser complicado, pero juntas, podemos encontrar la fuerza para superar cualquier adversidad.

Con todo mi cariño, Vale.

Delle

No entiendo lo que estoy viendo. No puede ser real. Mis ojos siguen pegados a la pantalla, incapaces de apartarse. Es como si el tiempo se hubiese detenido. Mis manos empiezan a temblar. Siento el calor subir por mi cuello, expandiéndose por todo mi cuerpo. El sonido de las voces a mi alrededor se convierte en un murmullo distante. Todos lo están viendo. TODOS.

Mi respiración se vuelve irregular, cada vez más corta. Mi pecho se aprieta como si algo lo comprimiera por dentro. Los murmullos a mi alrededor se vuelven cada vez más insoportables, pero no puedo moverme. Quiero gritar, pero ningún sonido sale de mi garganta.

Esto no puede estar pasando. No, no...

El video sigue corriendo, y cada segundo que pasa, siento que una parte de mí se desmorona. Quiero desaparecer. Quiero que la tierra me trague. Pero no puedo hacer nada, no puedo detener lo que todos están viendo:

Mi rostro aparece en la pantalla proyectada, gimiendo, mientras dos personas me golpean, y un grito de dolor escapa de mis labios una y otra vez. Estoy completamente desnuda, expuesta, y todo el mundo me está mirando. No puedo ni siquiera mirar a Logan.

Logan. Su madre. Sus hermanos. Todos. Ellos lo han visto. La pantalla finalmente se apaga, pero mi vida ya se ha destruido.

—¿Qué...? —Logan suelta, estupefacto.

De repente, mi cuerpo reacciona. No sé cómo, ni cuándo, pero mis piernas se mueven antes de que mi mente pueda procesarlo. Salgo corriendo, empujando personas, tropezando con las mesas. Debo huir. Es lo único que pienso. No veo hacia dónde corro, solo sé que necesito escapar de esas miradas, de sus juicios, de ese maldito video.

Mis tacones resbalan en el pasto, pero no me importa. Salgo al exterior, y el frío de la noche me golpea la piel, pero no es suficiente para calmar la tormenta que siento dentro. Mi corazón late desbocado. Todo mi cuerpo tiembla. Cada paso me duele. El aire frío debería ayudarme a respirar, pero parece que lo empeora. Mi pecho se siente más apretado, como si estuviera cerrándose lentamente. Intento inhalar, pero el aire no llega. Es como si alguien estuviera apretando mis pulmones.

Voy a ahogarme.

Siento que las lágrimas empiezan a brotar de mis ojos, nublando mi visión. El mundo a mi alrededor se distorsiona. Las luces del jardín, las sombras de los árboles, los gritos lejanas de la gente, todo se mezcla en un torbellino que no tiene sentido. Corre, solo corre.

Mis pies continúan moviéndose, más rápido, más desesperadamente. Pero no importa cuánto corra, no puedo escapar de lo que acaba de suceder. El video sigue reproduciéndose en mi mente una y otra vez. No puedo detenerlo. Cada segundo de esa maldita grabación sigue ahí, clavándose en mi cabeza. Y con cada repetición, siento que mi pecho se aplasta aún más.