Capítulo 30

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Delle

Hoy me desperté como si estuviera en un video musical de Katy Perry. El sol se filtraba por las cortinas y los pájaros cantaban como si hubieran ensayado toda la noche. Mi cabello, normalmente rebelde, decidió cooperar y amaneció espectacular. Incluso mi reflejo en el espejo no asustaba.

Vaya, vaya.

¿La razón de mi inusual buen humor? La entrevista con la productora más increíble de Milán. Sí, esa misma que ha lanzado películas taquilleras y descubierto a estrellas emergentes. Y ES QUE SIGO SIN CREÉRMELO. Mi corazón late como si estuviera en una montaña rusa, y no es solo por la alarma mañanera.

Porque, ¿sabes qué? Normalmente odio esa maldita alarma. Su sonido me rompe los tímpanos, pero hoy, incluso eso parecía parte del plan divino.

ESTOY DEMASIADO EMOCIONADA.

Después de charlar con mi madre por teléfono (quien me recuerda que lleve un suéter porque se han pronosticados fuertes lluvias) salgo de mi habitación. Y ahí esta Blair, con su bata de dormir y lleva calcetines en la cabeza por el hack de rulos que vio en TikTok.

Blair y yo somos las únicas en casa. Logan se había levantado súper temprano para un entrenamiento, y Justin lo había acompañado. Joder, no sé cómo lo hacen. No me odio tanto como para poner a entrenar mi cuerpo a las cinco de la mañana.

Jayden sigue en su piso, lo que indica que en cualquier momento entrará por esa puerta porque olerá el aroma a harina de pancakes.

—¡Buenos días, estrella en ascenso! —exclama Blair, agitando la espátula—. ¿Preparada para conquistar el mundo del cine?

—Ayer madrugué súper temprano —respondo sintiendo como mi sonrisa ilumina toda la cara—. Tuve una pesadilla en la que me perdía de la entrevista y me quedaba sin empleo por el resto de mi vida y moría sola en una villa.

—Eres una dramática, eso no sucederá. Toma asiento, preparé el desayuno —le da un golpecito a la silla de la isla y yo doy un brinco para sentarme.

—Mmm, ¿por qué tan mañanera? Y el desayuno... tu odias desayunar —la miro con los ojos entrecerrados. Ella se encoge de hombros. Y es verdad, Blair solo consume batidos de proteína por la mañana.

—Bueno, estoy tratando de hacer cosas nuevas. Quiero cambiar de habitos, empezar desde cero y esas cosas —responde al tiempo que me sirve un pan cake y luego se queda callada por un ratito hasta que vuelve hablar—: Necesito ganarme el papel de la nueva obra de la Louge, ¡necesito estar en forma en todos los aspectos posibles!

Ya, era eso. Desde que comenzamos la universidad, me parecía extraño que Blair no hubiera mostrado su lado competitivo aún. Si no fuera mi mejor amiga, la consideraría la persona más ambiciosa que conozco, y no me gustaría tenerla como enemiga. No me mal entiendan, no quiero decir que sea una perra...

Ósea si es una perra, pero una perra que cae bien, ¿vale?

—Ademas en una semana volvemos a clases y quiero verme diferente —agrega—. Así ya que ya saqué todas mis citas para unos días antes, nos haremos el cabello, uñas, depilación, ropa nueva, etc. 

—Mmm, haremos —murmuro al tiempo que me sirvo jugo de naranja.

—Sí, en PLURAL. Ahora que estoy soltera, tienes que hacerme compañía.

—Es un trato, solo que con una condición.

—No la cumpliré.

—No me harás darle la vuelta al mall seis veces y tardar una hora en cada tienda.

Querida DelleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora