END GAME [Jungkook & Tn]

35.

El bullicio del aeropuerto estaba lleno de emoción, pero mi corazón latía aún más fuerte mientras Jungkook y yo caminábamos hacia la puerta de embarque. Nos dirigíamos a Busan, su ciudad natal, y no podía esperar a ver el lugar que guardaba tantos recuerdos para él.

Una vez en el avión, nos acomodamos rápidamente en nuestros asientos. Jungkook miraba por la ventana, y aunque intentaba actuar relajado, podía sentir su emoción.

-¿Estás emocionado?--le pregunté con una sonrisa.

-Mucho--admitió tomando mi mano suavemente

El vuelo pasó en un suspiro, y antes de darnos cuenta, ya estábamos aterrizando. El aire fresco nos golpeó cuando salimos del aeropuerto, y pude sentir el contraste entre el bullicio de Seúl y la tranquilidad acogedora de Busan.

-¿En qué nos vamos?

-Ya debe estar llegando el chófer--dijo y me sorprendí por escuchar que tiene choferes aquí también--Ah ahí viene

Fue cuándo observé llegar una hermosa camioneta Mercedes Benz color negro y de esta bajó un hombre quién nos hizo una reverencia para después comenzar a subir nuestras maletas al auto. Una vez listos ingresamos al auto y este se colocó en marcha hacía la casa de Jungkook, quién en el camino me iba señalando lugares por la ventana y explicando algún recuerdo que tenía ahí.

-Aquí solía pasar todas mis tardes después de la escuela--dijo mientras señalaba un pequeño edificio con una señal que decía "Arcade"--Era mi lugar favorito, venía a jugar videojuegos y hasta mi mamá a veces tenía que venir a sacarme porque debía hacer tareas o no llegaba a casa temprano

Sus historias me hacían sonreír, y podía ver el brillo en sus ojos cada vez que hablaba de su ciudad natal. Me sentía cada vez más conectada con él, como si Busan me permitiera conocer un lado más profundo de su vida.

Llegamos finalmente a su casa en la playa. Y decir que era impresionante sería quedarse corta. La casa era enorme, con ventanales de piso a techo que dejaban ver el océano en todo su esplendor. La estructura moderna y elegante contrastaba con la calidez que irradiaba. No podía creer lo lujosa que era.

-Esto es increíble... —murmuré mientras bajaba del auto, completamente fascinada

-Gracias--le escuché decir al chófer mientras que yo seguía analizando la estructura enfrente mío

-Bienvenida a mi hogar--dijo sonriendo mientras me ofrecía la mano y yo la tomé

Cuando entramos, el ambiente era acogedor y cálido, a pesar del tamaño de la casa. Dos empleados nos recibieron con una sonrisa y nos ofrecieron bandejas de snacks que incluían frutas frescas y dulces tradicionales.

-¡Bienvenido, Jungkook-nim! ¡Nos alegra verte de nuevo!--dijeron al unísono, inclinándose levemente.

Jungkook les devolvió la sonrisa, agradecido, y luego se volvió hacia mí.

-Les presento a mi novia, Tn--ellos me miraron y se inclinaron al igual que yo

-Bienvenida señorita

-Te voy a enseñar el resto de la casa--comentó Jungkook y asentí

Me guió por toda la casa, comenzando por la cocina, que parecía sacada de una revista de diseño: encimeras de mármol, electrodomésticos de última generación y un pequeño comedor íntimo donde me imaginaba desayunando con él, escuchando las olas. Luego, subimos al segundo piso, donde las habitaciones eran tan impresionantes como el resto de la casa. Cada una tenía su propio encanto, pero la su habitación era otro nivel. La cama, enorme y cubierta de sábanas suaves, estaba orientada hacia una pared completamente de cristal que daba al océano.