El cielo goza aire, el rio de agua, la tierra de un ciclo sin fin de vida. Sin embargo, el aire nunca es el mismo, el agua cambia conforme corre entre las rocas, y en la tierra, la vida está cambiando continuamente, cuando los años se llevan en su maleta del tiempo la historia de cada uno, haciéndolos algún día desaparecer, dejando atrás su legado. No importa que tanto se esfuerce alguien por repetir un evento pasado, no importa cuánto se esfuerce por tener una segunda oportunidad, las situaciones no son iguales, las edades, personas, todo es diferente. Aunque logren hacerlo parecer similar; eventualmente algo cambiara. Era un camino lleno de rocas y carretas cruzando de un lado a otro, personas sumergidas en su mundo, riendo y hablando sobre ellos mismos, en cualquier otro día esto sería algo indiferente para ella. Pero esta vez, cada persona, objeto, muro o lugar era un obstáculo que le impedía avanzar, él iba tan rápido como un conejo que huye del depredador, Ji Min lo perseguía, solamente imaginando que le diría al alcanzarlo, ni si siquiera sabía si lo lograría, pero su mente se estancaba, como si corriera por el bosque y una montaña bloqueara su camino y no la dejara continuar. Como si una gran tormenta segara sus ojos y aprisionara su alma. No quería perder a Ji-Ho, pero tampoco podía permitirse traicionar a alguien tan querido para ella como lo es Chin Hae revelando la razón por la cual ella estaba ahí con él. La persecución pareció tardar segundos para ambos, cuando pasaron la mañana entera jugando al gato y el ratón, Ji-Ho estaba desesperado por tener un momento para sentirse mal, un lugar donde estuviera en paz, pero el temor a ser encontrado no lo dejaba respirar. Buscando y buscando refugio, el bibliotecario opto por ir a un lugar que estaba seguro ella no conocía, pero le pesaba en el corazón ir allí, ya que este lugar traía tormentos a su memoria. Luego de tanto correr, Kim Ji-Ho llego a un rio desolado que estaba cerca del pueblo, este rio era evitado por todos, ya que a menudo solían ir lobos a beber agua o cazar peces cuando su comida escaseaba. El chico estaba cansado y se sentó junto al agua que corría a toda velocidad entre las piedras. Su cabeza a punto de explotar, en su mente solo se encontraba esa chica que le robo el corazón, él estaba cansado de pensar que podía ilusionarse con alguien que siempre supo muy bien que no estaba a su alcance. Luego de que su respiración volvió a su estado natural, otra idea vino a la cabeza del chico. Su mente, antes nublada por la presencia de Ji Min, ahora estaba finalmente notando en qué lugar se encontraba. Inmediatamente se desesperó y se levantó con la rapidez de un rayo, observo el rio y un viejo recuerdo se interpuso en su vista. El agua que tranquilamente corría por ahí se mezcló con un rojo sangre tan vivo que solo mirarlo hacia que su piel se erizara, como un escalofrío que con la como viento corría por su espalda. Sus piernas solo podían retroceder y temblar como si fueran un par de troncos que de tanto peso estaban a punto de quebrar. En ese momento de desesperación, sus pies perdieron la poca fuerza que lo mantenía a flote, su cuerpo fue acercándose a la tierra como metal que es atraído por el imán. Sus rodillas raspadas dejando cada grano de tierra profundizar la herida. Su cabeza daba vueltas y era imposible cerrar los ojos para dejar de recordar a su madre en aquel rio, el lo intento, pero los recuerdos se volvían mas vividos. Mientras intentaba soportar su dolor interno, un lobo anciano que avanzaba lentamente, se sentó frente al chico y lo observo en silencio, inclino su cabeza hacia un lado y dejo salir un pequeño y suave ladrido mientras su cola se movía con rapidez.
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