Konoha siempre se caracterizó por formar a los ninjas más fuertes, gracias a la escuela que fundó el Segundo Hokage, Senju Tobirama. Era habitual ver el espíritu competitivo en las nuevas generaciones, y entre ellos destacaba un par que parecía odiarse. Naruto nunca entendió por qué sus compañeros idolatraban a Sasuke. Aquel tipo mantenía una actitud arrogante, miraba a todos por encima del hombro como si fueran inferiores y no mostraba respeto, ni siquiera hacia los instructores de la academia. Cada vez que el chico de ojos azules entraba al salón, su mirada despectiva se dirigía a Uchiha, quien, lejos de inmutarse, lo ignoraba con la intención de provocarlo.
Faltaba poco para que Uzumaki y compañía se graduaran, y por eso se sentía tan feliz. Incluso celebraba de antemano, porque no iba a volver a coincidir con Sasuke. Por otro lado, se atrevía a asegurar que su próximo equipo de trabajo sería mejor que el de su rival, pero la suerte no estaba de su parte. Con la aprobación del examen final, el encargado de su grupo, el profesor Umino Iruka, llamó a cada uno de los estudiantes con el fin de integrarlos en sus posiciones como ninjas de rango bajo (Genin). Naruto llegó a pensar que su corazón se detuvo por un momento al notar los pocos compañeros que quedaban en el aula.
—¡Tiene que ser un error, profesor Iruka! —gritó Uzumaki, levantándose con brusquedad de su asiento, mientras las miradas se enfocaban en él—. ¡No puedo estar en el mismo equipo que ese tonto!
—No es ninguna equivocación, Naruto —dijo el hombre, sosteniendo las notas de los recién graduados—. Después de las evaluaciones, se decidió que en cada grupo debía existir un equilibrio respecto a su nivel de poder, y tú estuviste a nada de fracasar debido a la última prueba con el Jutsu de Réplica.
—¿Qué se puede esperar de un perdedor? —expresó Sasuke, dedicándole una sonrisa ladina al rubio—. Solo agradece que, por un milagro, ahora eres un ninja.
—¡¿Por qué no cierras la boca, niño bonito?! —inquirió Naruto de forma sarcástica—. ¡Nadie pidió tu opinión!
—¡Ustedes dos paren de pelear, por una sola vez! —reprendió Iruka, alzando el tono de su voz—. Desde ahora son camaradas y tienen la obligación de trabajar en equipo. Esto no se trata de un juego, vivimos en un constante peligro y la más absurda de las distracciones puede llevarnos a la muerte.
Ambos adolescentes dejaron de discutir, incapaces de replicar las duras palabras de Umino. En varias ocasiones, tuvieron que asistir como civiles a las honras fúnebres de ninjas experimentados, porque eran consecuencias de una labor arriesgada que priorizaba el bienestar de la aldea sobre la propia vida. Naruto se sintió avergonzado por su comportamiento y no volvió a quejarse. Sin embargo, el ambiente en el recinto se tornó tenso de repente. Iruka aclaró su garganta para continuar con la explicación inicial de los grupos ya establecidos y así oficializar la entrega de la banda con el emblema de Konoha en el centro.
Naruto, Sasuke y Sakura serían el nuevo equipo siete, bajo el cargo de Kakashi, y la mirada entre los dos primeros era sinónimo de problemas para el líder del grupo. El hombre, con la mitad del rostro cubierto, permaneció a una distancia considerable, observando la dinámica: tenía a una chiquilla con buen dominio de chakra que no ocultaba su enamoramiento por Uchiha, mientras que los varones habían iniciado una especie de rivalidad sin sentido. Hatake soltó un largo suspiro, armándose de paciencia por el complicado trabajo que el Hokage le había encargado: guiar a unos novatos con personalidades tan distintas.
—¡Profesor, sepa desde ya que la culpa de todo siempre será de Sasuke! —avisó Uzumaki con afán de molestar—. Además, no sigue las indicaciones y es un grosero.
—¡¿Otra vez quieres empezar, idiota?! —rebatió Uchiha, tirando del chándal de su compañero.
—¡Deja de mentir, Naruto! —añadió Sakura, molesta por las falsas acusaciones hacia Sasuke.
Kakashi podía asegurar que iba a envejecer más rápido debido a la algarabía de sus estudiantes. Intentó calmarlos, llamando su atención, pero el trío seguía enfrascado en una ridícula disputa.
Notas de la autora:
Este drabble tendrá continuación con el tema del Día 14: Herir y consolar o ANBU AU
Nos estamos leyendo.
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Sol y Luna
FanfictionSerie de drabbles y one-shots con la pareja SasuNaru, que serán publicados durante los 31 días del mes de octubre para celebrar el SNS Month 2024. ✯Evento organizado por la cuenta oficial de X (Twitter): @SNSmonth2024