Día 25: Admirador secreto o playa

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Al culminar los exámenes, Sasuke llevó a Naruto a la popular playa de Shirahama, cumpliendo así su promesa. El trayecto fue largo, pero solo con ver la felicidad reflejada en las bonitas facciones del Omega, todo esfuerzo valía la pena. La temporada de verano estaba en su apogeo, y tanto turistas como locales abarrotaban el lugar. Por otro lado, el Alfa soltó un suspiro abatido, ya que detestaba las multitudes; aun así, optó por no quejarse. Tras dar sus datos personales para confirmar las reservaciones y completar el proceso, ambos se dirigieron con sus maletas hacia una cómoda habitación con una espectacular vista del paisaje.

Decidieron descansar un poco en el cuarto mientras esperaban a que el sol bajara, y ya en la tarde irían a la playa. Primero ordenaron sus pertenencias en el armario y luego ambos se acostaron en la cama. Naruto se acurrucó junto a Sasuke, parloteando como de costumbre sobre lo que pensaba hacer: tumbarse en una toalla para broncearse más, porque quería presumir lo bien que se la pasó en las vacaciones. Después, construiría castillos de arena con el fin de tomar un montón de fotos a sus creaciones y, por último, nadar hasta el anochecer. El Alfa de mirada oscura solo sonrió, acariciando el cabello del chico; de hecho, intuía que sería imposible negarle algo a su amigo.

—Como te conozco a la perfección, es mejor irnos a una zona con menos gente —comentó Naruto mientras caminaba a un lado del moreno—. Y también te pondré mucho protector solar; no quiero que parezcas un camarón con lo pálido que eres.

—¿Te estás aprovechando para atacarme o en serio te preocupas por mí, Dobe? —inquirió Sasuke con su habitual sarcasmo, siguiendo los pasos apresurados del chico, que no dudó en dejarlo atrás—. Aunque, ahora que te escucho, suena a una excusa con el único propósito de tocarme.

—¿De verdad crees que necesito algún pretexto para hacerte algo? —el Omega solo se limitó a esbozar una sonrisa coqueta, regresando otra vez hacia Uchiha—. ¡Suenas como un Alfa inocente! ¡Qué adorable!

—Estás tentando tu suerte. Sigue provocándome, Naruto —advirtió Sasuke, tomando de la cintura al rubio para evitar que escapara—. Los dos sabemos que este viaje tiene doble intención.

—Es bueno saber que no se te olvida mi período de calor, y justo coincide con los días que estaremos aquí —dijo Uzumaki con tono casual, depositando un beso en la mejilla del Alfa—. Así que no me importa si quieres desquitarte.

Sasuke no logró contener la risa porque ya conocía al rubio; el descaro era parte de su forma de ser y le gustaba mucho que no tuviera vergüenza en decir lo que pensaba. Por eso se entendían muy bien y su relación de amigos con derechos había prosperado. La pareja dejó sus pertenencias en las sillas de playa y no perdieron el tiempo para ir a bañarse. Se divertían nadando alrededor del otro y jugando a intentar hundirse en el agua, riendo en medio de salpicaduras y relajándose al compartir ese momento a solas, sin la presencia de un conocido que cuestionara su cercanía.

—No quiero arruinar la diversión, pero ninguno de los dos se puso bloqueador —expresó Sasuke, notando la piel ligeramente roja del Omega.

—¡Es cierto! ¡De igual modo, no es tarde para aplicarlo! —exclamó Naruto, saliendo primero, mientras Sasuke se acostó en el camastro.

Sin importar el percance, ambos se estaban divirtiendo durante las vacaciones y no cambiaban la experiencia por nada. Disfrutaban del atardecer que se tornaba en hermosos tonos cálidos, con el sonido de las olas y siendo conscientes de que su vínculo iba más allá que el de solo amigos.

Notas de la autora:

Esta fue la continuación del Día 23: Amigos con derechos o realeza AU

Gracias por leer.

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