La situación era insostenible; el salario apenas alcanzaba para cubrir lo básico en un pueblo rural que padecía carencias. Sasuke había considerado en muchas ocasiones abandonar su ciudad natal en busca de mejores oportunidades, pero su amor por Naruto lo hacía ignorar esos planes. Solo de pensar en dejarlo atrás lo invadía la angustia; por lo tanto, desistía de irse. Sin embargo, todo cambió el día en que el médico visitó su modesto hogar y le informó que los medicamentos de Itachi no estaban surtiendo efecto. En ese instante, Uchiha comprendió que, si quería salvar a su hermano, debía trasladarse hasta la capital.
Ver a Naruto llorar fue lo más difícil para Sasuke. Ambos se encontraban en la estación de tren en una zona apartada, junto a otras personas que también despedían a sus seres queridos. Si tan solo Uchiha tuviera el dinero suficiente, no dudaría en llevarse al rubio, pero, por el momento, era imposible. Habían conversado días antes sobre su noviazgo, y el hombre de mirada oscura no tenía una fecha de regreso; además, no quería ilusionar al joven con que lo esperara. Sería egoísta de su parte, así que decidió dejarlo libre, aunque el alma se le desgarraba de dolor.
Sasuke tomó entre sus manos el rostro de Naruto y, con suavidad, pasó sus pulgares por las mejillas, limpiando sus lágrimas. Debía mantenerse estoico y así no flaquear, porque era consciente de que si el chico le pedía que se quedara junto a él, el sacrificio que hacía por su hermano no lo iba a cumplir. Ambos guardaron silencio, cada uno pensando en las palabras adecuadas para consolar al otro, pero ninguno se animaba a hablar. Tal vez temían decir algo que rompería sus corazones, o quizás sentían que no había más remedio que alejarse al escuchar los anuncios a través de los parlantes que la partida estaba cerca.
—No voy a pedirte que me esperes, Naruto. Quiero que intentes ser feliz sin mí —dijo Sasuke, sosteniendo su maleta—. Trabajaré duro para pagar el nuevo tratamiento de Itachi.
—¡¿Cómo puedes pedirme eso?! —inquirió el rubio con molestia —. ¡No me importa el tiempo que te tomes, voy a estar aquí para ti!
Uchiha intentó replicar, pero el anuncio de que el tren partiría en pocos minutos no se lo permitió; se limitó a soltar un largo suspiro y luego se acercó a Naruto para besar su frente. Se miraron por un momento, ajenos a la gente que se encontraba allí, solo ellos intentando expresar todo lo que sentían. En sus mentes, las vivencias compartidas durante su relación aparecieron en forma de proyecciones, y las lágrimas volvieron a empañar sus rostros. Sasuke ya no podía seguir ocultando la tristeza, y de repente, los brazos de Uzumaki lo rodearon antes de pronunciar el adiós definitivo.
—Te enviaré muchas cartas —prometió Uchiha, alejándose del cuerpo del joven de ojos azules.
—¡Por favor, no me olvides! —gritó Naruto cuando Sasuke subió al tren.
...
No hubo una sola vez en que el moreno incumpliera su palabra de escribirle a Naruto; durante casi dos años, le contaba cada detalle e incluso le adjuntaba fotos de la ciudad, rogando que más adelante se volvieran a reunir. Por fortuna, Uchiha logró conseguir un buen empleo en la capital y, con eso, pagar todos los gastos de Itachi; de hecho, su mejoría era tal que ya no yacía postrado en una cama, lo que alegraba en demasía a Sasuke por el progreso de su hermano. Por otro lado, Uzumaki pensaba darle la sorpresa a su único amor dentro de unos días; gracias a la información que le compartió.
—Ahora sí pude comprobar que todo lo que me escribiste es real —susurró Naruto a espaldas de Sasuke, quien se quedó inmóvil tratando de comprender qué hacía el rubio en Tokio—. ¡Vine a visitarte!
—¿Por qué no me dijiste que venías? Hubiera ido por ti a la estación —comentó Uchiha abrazando al chico, sin importar recibir miradas de la gente en medio del parque.
Naruto se encogió de hombros y esbozó una radiante sonrisa; era domingo por la tarde y justo ese día Sasuke tenía libre. Él siempre iba a un bonito parque rodeado de árboles, alejado de la ciudad, porque le recordaba a su pueblo, y para el rubio no era problema encontrarlo. Había mucho por hablar, pero ahora disfrutaban de su reencuentro con la compañía del otro.
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Sol y Luna
FanfictionSerie de drabbles y one-shots con la pareja SasuNaru, que serán publicados durante los 31 días del mes de octubre para celebrar el SNS Month 2024. ✯Evento organizado por la cuenta oficial de X (Twitter): @SNSmonth2024