El tiempo pasaba tan rápido que se cumplió un año desde que Sasuke conoció, en la nueva escuela a la que fue transferido, a su alma gemela. Quizás el encuentro se dio de la manera más casual porque ninguno lo esperaba, pero descubrir que tenían a alguien que el destino había elegido para cada uno era maravilloso. A diferencia de Naruto, quien fue atacado por no presentar una marca en su cuerpo cuando nació, Uchiha jamás vivió el mismo panorama. Nadie se atrevía a comentar algo, ya que conocían demasiado bien su temperamento difícil. Él no temía enfrentarse a cualquiera, y por eso muchos preferían guardar silencio.
A pesar de que su caso fue especial, porque las marcas de almas gemelas aparecieron de forma tardía, tanto Sasuke como Naruto optaron por ir con calma. Querían conocerse sin prisas ni imposiciones sociales, solo ellos, siendo unos adolescentes, experimentando las mieles del primer amor. Salían al cine los fines de semana, o algunas veces se organizaban para quedar en la casa del otro y probar videojuegos, mientras reían y se robaban besos cuando uno de los dos se distraía. La dinámica en la pareja se sentía tan genuina que sus familiares compartían la misma felicidad al ver a sus hijos desarrollando un vínculo sano.
—¿Estás nervioso por formalizar? —preguntó el rubio, tratando de ocultar su risa—. Mis padres ya te conocen; digamos que es un simple protocolo; no tienes que preocuparte.
—Si lo dices de ese modo, parece que te hubiera embarazado —respondió Uchiha, con sarcasmo, apretando la mano del rubio—. Es distinto ir a tu casa siendo un amigo o un compañero de clases, pero subir de nivel a novio es obvio que va a haber tensión.
—¡No bromees así, Sasuke! Si se nos ocurre anunciar un bebé, es obvio que a mi papá le dará algo —ambos contuvieron las carcajadas mientras caminaban hacia la casa de Naruto. Además, aún somos muy jóvenes para pensar en esa posibilidad.
—Tienes razón, no hay que jugar así —dijo Sasuke, besando la mejilla de su novio—. Por cierto, le traje el café importado que a tu mamá le gusta; ganaré más puntos.
Naruto movió la cabeza de un lado a otro, divertido al imaginar que el moreno había ido a la zona más alejada del país para conseguir el capricho de su madre. Le parecía tan tierno que Sasuke, siendo un chico estoico y con un círculo de amigos limitado, estuviera comprometido en causar una buena impresión; eso significaba que se lo tomaba en serio. Esbozó una pequeña sonrisa, con el corazón latiendo rápido al recordar el pasado. Las lágrimas que derramó y el acoso escolar por ser diferente ante las reglas de la sociedad lo terminaron recompensando con un novio ideal, su alma gemela.
—Solo recuerda: saludas a mi mamá, le entregas su regalo, y cuando nos diga que pasemos al comedor, le recitas el discurso a tu futuro suegro —bromeó Uzumaki, antes de abrir la puerta principal—. El objetivo es conmoverlo; no es mucho problema.
—Sigue burlándote, sabes bien que luego me desquitaré contigo —anunció Uchiha, acariciando el mentón de Naruto como una sutil advertencia—. De todas formas, aunque Minato hiciera un escándalo, soy tu otra mitad; con eso, no se puede discutir. Nuestros corazones están conectados.
—Así que tengo que aceptarte de todos modos —el rubio contestó, depositando un beso en los labios de Sasuke—. Estoy seguro de que puedo con el reto.
Era un hecho que el almuerzo sería largo debido a la efusividad de los padres de Naruto, pero ambos estaban ansiosos por recorrer el proceso del noviazgo. Confiaban en que su amor los ayudaría a sobrellevar los altibajos que podían surgir en su relación.
Notas de la autora:
Este drabble fue como un extra del Día 12: Marcas de almas gemelas o confesión.
Gracias por leer.
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Sol y Luna
FanfictionSerie de drabbles y one-shots con la pareja SasuNaru, que serán publicados durante los 31 días del mes de octubre para celebrar el SNS Month 2024. ✯Evento organizado por la cuenta oficial de X (Twitter): @SNSmonth2024