10 - La sombra de Sofia

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El miércoles llegó con un clima gris y nublado, y la atmósfera en el Instituto San Martín reflejaba la preocupación que Iván sentía al saber que Rodrigo no podría ir a clases. El chico siempre era su respaldo, su compañero en el caos social del colegio. Sin él, Iván se sintió un poco desorientado mientras caminaba hacia la entrada.

-¡Iván! -gritó Emma, acercándose con una gran sonrisa-. ¿Te importa si me uno a ti hoy?

Iván frunció el ceño, pero en el fondo no le desagradaba su compañía. La idea de enfrentar el día solo no le entusiasmaba.

-Claro, si querés -respondió, tratando de sonar desinteresado.

Mientras caminaban juntos hacia la clase, Emma charlaba sobre los planes de la fiesta de primavera, sus ojos brillaban con entusiasmo. Iván la escuchaba con atención, pero su mente seguía dando vueltas a lo que había ocurrido con Sofía el día anterior.

Las clases pasaron más rápido de lo que Iván esperaba, y pronto llegó la hora del entrenamiento de fútbol. Se sentía aliviado de poder despejar su mente en el campo, aunque al mismo tiempo, la presencia de Emma en las gradas lo distraía más de lo habitual. La veía aplaudir y animar a sus compañeros, y por un momento, se sintió incómodo.

-¡Bien, chicos! ¡Sigan así! -gritó el entrenador mientras dirigía la práctica.

Fue en ese momento que Iván notó a Sofía en las gradas. Su mirada era fría y calculadora, y, para su sorpresa, se dirigió hacia Emma. El corazón de Iván se aceleró.

-¿Qué estará tramando ahora? -murmuró para sí mismo.

Mientras el entrenamiento continuaba, Iván desvió la mirada hacia el balón y trató de concentrarse, pero no podía ignorar el hecho de que Emma había decidido quedarse a verlo, lo cual le generaba una extraña mezcla de orgullo y nerviosismo.

Cuando Emma se levantó para ir al baño, Iván no pensó en que algo malo pudiera suceder. Pero, en cuanto ella cruzó la puerta, Sofía se acercó con una actitud que hacía que se le erizara la piel.

-¿Qué te crees, nena? ¿Que podés estar aquí y no llamar la atención? -dijo Sofía, con una voz burlona mientras se acercaba a Emma.

Emma sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Sabía que Sofía era problemática, pero no esperaba que se comportara de esa manera.

-Solo voy al baño -respondió Emma, intentando ignorar la amenaza implícita en sus palabras.

-Ah, claro, al baño. Es lo único que haces bien -Sofía se acercó aún más, bloqueando el camino de Emma-. Pero no te preocupes, yo te lo recordaré.

Emma sintió que el corazón le latía con fuerza. Aun así, trató de mantener la calma.

-Deja de molestarme, Sofía. No tengo ganas de discutir -dijo, intentando pasar.

Sofía le hizo un gesto de desprecio y empujó a Emma con fuerza, haciéndola tambalearse.

-¿Qué pasa, eh? ¿Te crees muy especial? No eres nada aquí -Sofía se inclinó hacia ella, su mirada llena de desdén-. Vas a tener que aprender tu lugar.

Emma sintió que las lágrimas le amenazaban, pero se negaba a dejar que Sofía la viera vulnerable.

-No te tengo miedo -dijo, con más firmeza de lo que realmente sentía.

-¿No? Pues te va a costar caro -dijo Sofía, riéndose de una manera que hizo que la piel de Emma se erizara.

Cuando Emma se dio la vuelta para intentar escapar, Sofía la empujó de nuevo, esta vez con más fuerza. Emma se cayó al suelo, y antes de que pudiera levantarse, Sofía la sujetó del brazo.

-No olvides quién manda aquí, Emma. Siempre estaré un paso por delante de vos -murmuró, justo cuando escuchó pasos acercándose.

Fue en ese instante que Iván apareció, con la expresión de preocupación en su rostro.

-¡Sofía! ¿Qué estás haciendo? -gritó Iván, interponiéndose entre ellas.
Emma se sintió aliviada al ver a Iván, pero también incómoda por la forma en que su corazón se aceleraba en su presencia.

-Solo le estaba recordando su lugar, Iván. No es mi culpa que no sepa cómo comportarse -respondió Sofía, con una sonrisa que no prometía nada bueno.

Emma, aún un poco tambaleándose, se enderezó y lo miró con gratitud, aunque había un destello de angustia en sus ojos.

-Estoy bien, Iván -dijo Emma, tratando de restarle importancia.

-No, no estás bien -respondió Iván, sin quitarle la vista de encima a Sofía-. ¡No vuelvas a tocarla!

Sofía se rió, divertida por la reacción de Iván.

-¿Así que ahora te importa? -dijo, sarcástica-. No te preocupes, no la lastimaré... mucho.

Iván sintió que la ira burbujeaba dentro de él.

-¿Sos consciente de lo que haces Sofía? ¿Qué ganas con hacerle esto a Emma?

-¿Yo? Solo le muestro cómo son las cosas aquí. No todas pueden ser las estrellas del show, Iván -respondió Sofía, acercándose un poco más a él.

Emma, sin embargo, mantuvo la cabeza en alto, y aunque su rostro reflejaba un poco de miedo, no dejó que eso la detuviera.

-No necesito que me defiendan, Iván. Puedo manejarme sola -dijo Emma, mirando a Sofía con desafío.

Iván se sintió dividido entre su deseo de proteger a Emma y la necesidad de que ella supiera que estaba allí para ella. No quería que ella pensara que era un tipo que se metía en problemas, pero al mismo tiempo, su instinto de protegerla lo llevaba a actuar de esa manera.

-Lo que haces es inaceptable, Sofía. Si continúas, se lo diré a la dirección -dijo Iván, con firmeza.

Sofía lo miró con desprecio, pero luego se dio la vuelta y se alejó, dejando atrás una atmósfera cargada de tensión.

-Estás bien? -preguntó Iván, volviendo su atención a Emma.

Ella asintió, aunque sus ojos estaban llenos de preocupación.

-Sí, gracias a vos -dijo, con una sonrisa que apenas alcanzó sus ojos.

Iván sintió un pequeño alivio al escuchar su voz, pero sabía que Sofía no se detendría ahí. La batalla estaba lejos de haber terminado, y él se preguntaba cómo haría para proteger a Emma sin perder el control de su propio mundo.

La tarde avanzaba, y aunque había un pequeño destello de esperanza entre ellos, el desafío que Sofía representaba apenas comenzaba.

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Les gustó? Y.. Que tal les cae Sofía? 😝🥰😏
A mi me cae para el orto es una milipili que solo quiere llamar la atención, además, como se atreve a hacerle eso a Emma, me da una re bronca escribir sobre ella 😠

La chica nueva ; SpreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora