22. Lo que no se dice

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Después de ese cálido beso, ambos chicos se despidieron y subieron a sus respectivas habitaciones, pero no podían dejar de pensar en lo que había sucedido, como si el momento hubiera quedado grabado en sus mentes. Estaban tan emocionados y abrumados por todo lo que había pasado que, sin pensarlo dos veces, llamaron a sus respectivos amigos para compartir la noticia.

Louis, incapaz de contener la euforia que le invadía, marcó el número de Zayn y Niall al instante. Sabía que, aunque la llamada fuera tarde, necesitaba contarles lo que acababa de suceder. Mientras el teléfono sonaba, él trataba de ordenar sus pensamientos, pero la emoción lo invadía tanto que apenas podía hablar con claridad. Cuando finalmente Zayn y Niall respondieron, Louis no pudo evitar lanzar un grito de felicidad, y en cuanto sus amigos lo escucharon, comprendieron al instante que algo importante había sucedido.

-¡No puedo creerlo, chicos! -exclamó Louis, su voz temblorosa de emoción-. ¡Harry y yo...! ¡De verdad pasó! ¡Nos besamos!

Zayn y Niall guardaron un breve silencio, absorbiendo la noticia. La alegría de Louis era tan palpable que incluso a través de la pantalla podían sentirla como si estuvieran en la misma habitación.

-¡Qué bien, Louis! -dijo Zayn con una sonrisa en su voz-. Sabía que desde el momento en que lo conociste en Dallas había algo especial entre ustedes. Estoy tan feliz por ti, hermano.

Niall, siempre optimista, no tardó en sumarse al entusiasmo de Zayn.

-Sí, ¡esto es increíble! Estoy tan emocionado por ti, Lou. Sabes que lo mereces, ¿verdad?- dijo Niall, su tono lleno de alegría y apoyo.

Louis se dejó llevar por la calidez de sus amigos, sintiendo que el apoyo y la comprensión de ellos solo aumentaban su felicidad.

-Gracias, chicos. De verdad, no me esperaba que fuera así. Ha sido… no sé, algo mágico- respondió Louis, con una sonrisa tonta que no podía borrar.

Sin embargo, Zayn, siempre cauteloso, decidió recordarles un detalle importante.

-Me alegra mucho que estés tan feliz, Louis- dijo con tono serio-, pero recuerda que la situación sigue siendo delicada. Aún tenemos mucho trabajo por delante con tu próximo álbum y las nuevas expectativas que se están generando alrededor de Harry. Las cosas pueden ponerse complicadas si no mantenemos esto bajo control. No quiero que ningún detalle se nos escape y nos traiga problemas innecesarios.

Louis sabía que Zayn tenía razón, y aunque la emoción lo embargaba, también entendía la importancia de manejar la situación con cuidado. Sin embargo, antes de que pudiera responder, Niall, siempre dispuesto a restarle gravedad a cualquier asunto, intervino rápidamente.

-¡Vamos, Zayn! No arruines el momento- interrumpió Niall, riendo-. Louis tiene todo el derecho de disfrutar lo que está sintiendo ahora, ¿no? Ya habrá tiempo para pensar en el futuro. Hoy es un día para celebrar.

Louis se rió entre dientes, agradecido por la intervención de Niall. Sabía que Zayn no lo decía con mala intención, pero era cierto que en ese momento solo quería centrarse en lo que sentía.

-Tienes razón, Niall. Hoy es para disfrutar -dijo Louis, recostándose en la cama mientras miraba el techo, su corazón aún latiendo con fuerza por la emoción de lo sucedido-. Nunca había sentido algo así antes. Es... como si todo encajara de repente.

Los tres amigos continuaron conversando, cada uno compartiendo sus propias alegrías y reflexiones, pero sobre todo disfrutando de la felicidad de Louis. En medio de la charla, Louis se dio cuenta de que, aunque la situación era incierta y el futuro lleno de posibles obstáculos, el momento que había vivido con Harry era algo único, algo que lo había marcado profundamente. Por primera vez en mucho tiempo, se sintió en paz, con la certeza de que las cosas entre ellos, aunque complicadas, no podían ser más reales.

Sinfonía de CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora