El Hombre Que Lloraba Gemas ©

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♬Labrinth & Zendaya - All For Us

—Erick, por favor...

—Hago lo que puedo, ¿de acuerdo?

—Él no sería capaz... ¿Verdad?

Su sangre hirvió, y mientras fulminaba a Rain con una sola mirada por lo cuestionado con anterioridad, se tomó el tiempo de seguir en busca de los papeles que necesitaba.

—No digas algo como eso nunca más —pidió en voz baja, tomando asiento en el escritorio que pertenecía a Aidam.

Era jueves, todo se sentía ir cuesta abajo con un Ling en custodia de las autoridades. Erick y gran parte de los carers se esforzaban por mantener a flote y en equilibrio a la aldea Venus junto con su comunidad.

No había pruebas, ni una sola pista que guiara hacia el verdadero asesino en serie al cual se le había nombrado por "Black". Los aldeanos estaban paranoicos, el arresto de Ling Aidam se mantenía por lo bajo, y aunque Erick hubiese abogado en busca de una salida, se tenía que seguir todo acorde de la ley. Lamentablemente, las únicas pistas guiaban hacia aquel vocero de la aldea y nadie más.

Ling Aidam no sería dejado en libertad hasta que se tuviese la evidencia suficiente para dar un veredicto.

Y Rain estaba aterrado.

Y Dam moría lentamente.

—Tengo miedo, ¿vale? No sé qué mierda estoy diciendo, pero... ¿Por qué hay pistas que inculpan a Aidam cuando no tiene nada que ver? No tiene sentido, y-

Freno a su decir. Erick había golpeado fuertemente la mesa callándolo.

— ¿En qué cabeza cabe que Aim haya matado a la única mejor amiga que ha tenido?

—Erick, yo...

—No, Rain. Tú nada, escucha, por favor. Aidam viene salvando tu maldito trasero desde hace meses, ¿y aun así tienes el descaro de desconfiar de él?

—No estoy entendiendo...

—Adivina —y esta vez su voz salió con amargura mientras tomaba los papeles necesarios para dejar ese lugar. Se sentía sin aire, y al final, solo logrando decir una vez, había llegado a la puerta de la oficina. —: El viejo nunca se fue, Rain. Solo está esperando... y ha sido un jodido dolor de huevos para Aidam estos últimos meses. Te quiere a ti, ¿entiendes eso?

—¡¡Mientes!! —le gritó un Rain con los ojos llenos de lágrimas, negándose a creer que aquel ser asqueroso al que iba a ser entregado años atrás había estado detrás de él todo este tiempo.

Y si bien, los recuerdos no pararon, aquellas memorias se desbloquearon, trayendo consigo el pasado que tanto le había costado dejar atrás.

«¿Eso me hace un asesino también? ¿Fui yo el culpable de todas esas muertes?», pensó, sintiendo cómo sus manos empezaban a temblar.

Estaba en peligro.

Tenía que salir de ahí.

Peligro, peligro, peligro, peligro...

—Los oficiales no encuentran pistas porque no las hay, Rain... al menos no para ellos. Esas dichosas pistas solo son visibles para alguien como Aim.

Se rompió.

Estallo en un llanto desgarrador, tirándose al suelo al ver cómo todo empezaba a encajar.

Briana y Alicia llegaron junto a él, pero Rain simplemente cedió.

Cedió al peso de su alma, cedió a la bruma que buscaba hacerle suyo, y cedió al cansancio que llevaba acumulando todos esos días.

—¡¡Llama al doctor, rápido!! —Alicia le gritó a Briana mientras que con pasos rápidos se acercaba hasta Erick agarrándole por el cuello de la camisa—. ¿Qué le dijiste, pedazo de mierda? —Lo zarandeó.

—La verdad —Erick masculló con rabia—. La verdad. Pedazo de loca, todos nos estamos jodiendo por él, y el muy niñato todavía osa a dudar de Aim, y yo no-

—Tú nada, Erick. Basta de esto, siempre buscas una manera de joderlo, ya fue suficiente.

— ¿Joderlo, yo?

—No estás pensando en Aidam.

—Le amo, ¿cómo puedes decir algo así?

— ¡¿Crees que alguien que ama a otra persona va a ser cosas que dañan lo que más le importa?!

Y eso sí que había sido suficiente.