BLACK SWAN

18

Me descubri enamorada cuando supe que deseaba tomar su mano y besar sus labios cada dia de mi vida.

- Frida Kahlo

CAPITULO 18

La sonrisa vulnerable 

Hoy es un día especial para Oddatelier. Mientras me preparo para subir al escenario y recibir un premio por la excelencia empresarial, no puedo evitar recordar el camino que hemos recorrido. Desde que fundé esta empresa, he enfrentado desafíos que parecían insuperables, pero cada uno de ellos me ha enseñado valiosas lecciones.

El legado de mi abuelo y el de mi padre pesa sobre mis hombros. Él fue quien fundó Oddatelier, y cuando mis padres murieron en aquel trágico accidente de avión, la empresa fue a mi mando a temprana edad con la esperanza de que pudiera continuar su sueño. Recuerdo las largas noches en las que trabajaba sola, tratando de encontrar financiamiento y construir un equipo apasionado. Había momentos de duda, pero siempre creí en nuestra misión: crear tecnología sostenible que realmente marque la diferencia. Hoy, ver a mi empresa reconocida por su impacto me llena de orgullo, aunque no lo muestre abiertamente.

Al subir al escenario, adopto una postura firme y miro a la audiencia con determinación.

—Gracias a todos por estar aquí —comienzo con una voz clara y decidida—. Hoy celebramos no solo un premio, sino el trabajo arduo y la dedicación de cada uno de ustedes.

Mientras hablo sobre nuestra visión, puedo sentir las miradas curiosas del público. No soy alguien que se deje llevar por los sentimientos; prefiero mantener una imagen sólida.

—Hemos enfrentado desafíos —continúo—, pero cada obstáculo nos ha hecho más fuertes. Recuerdo cuando lanzamos nuestro primer producto y no sabíamos si tendría éxito.

Alguien desde el público grita:

—¡Lo conseguimos gracias a usted, CEO Jennie!

La risa llena la sala mientras mantengo una expresión neutral y asiento con la cabeza.

Después de la conferencia, me reúno con mi equipo en una sala luminosa llena de entusiasmo. Es hora de hablar sobre estrategias de marketing.

—Me encanta esta parte porque creo que el marketing es más que solo vender; se trata de crear conexiones auténticas —digo con firmeza—. Pero debemos ser estratégicos.

Uno de mis empleados, Jae-Sung, levanta la mano:

—¿Cómo podemos diferenciar nuestro mensaje en redes sociales?

—Gran pregunta, Jae-Sung—respondo sin dudar—. Es crucial conocer a nuestro público. Necesitamos contarles nuestra historia de manera que resuene con ellos. ¿Qué les motiva? Eso es lo que debemos abordar.

Seo-Yeon, otra miembro del equipo, dice:

—Podríamos hacer una serie de videos donde compartamos testimonios de clientes felices.

—Eso podría funcionar —reconozco en un tono controlado—. El marketing emocional puede ser poderoso si se hace bien.

Al final de la reunión, miro a mi equipo con seriedad.

—Estoy satisfecha con el trabajo que hemos hecho —les digo con voz firme—. Cada uno aporta algo único a la mesa y juntos estamos construyendo algo excepcional.

Mientras salgo del edificio esta tarde, siento vibrar mi teléfono en el bolsillo. Es un mensaje de Lisa: "No regreses tarde esta noche".

La luz del sol entraba a raudales por las ventanas de mi oficina, envolviéndome en un cálido abrazo que, por un momento, me hizo sentir en casa. Mientras miraba la pantalla de mi celular, una leve sonrisa se dibujó en mi rostro. Era un gesto tan raro que casi me sorprendía a mí misma. Pero era solo un destello de felicidad, un recuerdo que se había vuelto casi etéreo desde la muerte de mis padres. Desde aquel trágico día, había erigido un muro impenetrable alrededor de mi corazón, convirtiéndome en una figura fría y distante.