DIAVAL. parte 2

187 24 0
                                    

Después de la batalla con el rey Stefan y el despertar de Aurora, la vida en el reino comenzó a retomar su curso. Sin embargo, para Lilith, las cosas se mantenían lejos de la normalidad. Mientras Aurora se esforzaba por fortalecer su relación con ella, el sentimiento de soledad seguía persiguiéndola. Lilith siempre había sido la menos visible, la hermana que por suerte no había compartido el mismo destino que Aurora, y si bien Maléfica también la había vigilado, esa había sido la unica atención que lilith había recibido en su niñez y parte de su adolescencia, ya que su padre estaba siempre con sus planes para derrotar a la bella hada, y su madre no podia evitar estar triste por la perdida de una de sus queridas hijas,tanto que descuido a la otra, pero al estar tan sumisa en su tristeza la llevo a enfermarse y posteriormente a la muerte.

Una tarde, buscando un momento de paz, Lilith se adentró en el Bosque Encantado. Había una cascada oculta, un lugar tranquilo donde el agua cristalina caía entre las rocas formando un pequeño lago. Al llegar, comenzó a desvestirse, dejando que su vestido cayera lentamente al suelo y se internó en el agua fría que acariciaba su piel con suavidad. El sonido de la cascada era hipnotizante, y poco a poco se permitió relajarse, dejándose llevar por la sensación del agua en su cuerpo.

Diaval, que había estado siguiendo a Lilith desde la distancia, no pudo evitar espiarla mientras se bañaba. Desde que la conocía, había sido incapaz de ignorar el magnetismo que ella ejercía sobre él. Había visto muchas veces a la princesa, pero nunca de esa manera: vulnerable y a la vez seductora, con la luz del sol filtrándose entre los árboles y danzando sobre su piel mojada.

Al acercarse más para verla, Diaval pisó una rama, rompiéndola con un chasquido que resonó en el aire. Lilith giró de inmediato, cubriéndose instintivamente con los brazos. Al reconocerlo, bajó un poco la guardia, pero su respiración seguía acelerada.

"¿Diaval? ¿Qué haces aquí?" preguntó, con la voz temblorosa.

Diaval salió de entre los árboles, su mirada fija en ella, incapaz de ocultar el deseo que ardía en su interior. "Perdóname, no tenía intención de espiarte... pero no pude evitarlo. No después de lo que he sentido por ti desde hace tanto tiempo."

Sin esperar una respuesta, Diaval se acercó al borde del agua, y Lilith, en lugar de apartarse, se acercó lentamente hacia él. Había una intensidad en sus ojos que ella nunca había visto antes, algo que la hizo temblar de anticipación. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, ella alzó la mano y la colocó en su mejilla. "Entonces, no te detengas ahora," susurró, sus palabras eran una invitación que él no estaba dispuesto a rechazar.

Diaval se despojó rápidamente de sus ropas y se adentró en el agua. La atrajo hacia sí, sus cuerpos se encontraron y sus labios se unieron con una pasión frenética. Sus manos exploraron cada rincón de su cuerpo, mientras ella se aferraba a sus hombros. La cascada seguía su curso, como si fuera testigo de un momento que había sido inevitable.

El agua caía alrededor de ellos mientras él la alzaba, posicionándola contra una roca plana en la que podía apoyarse. Cuando Diaval la penetró, Lilith jadeó, sorprendida por la intensidad del momento, pero pronto se dejó llevar, moviéndose con él al compás de sus embestidas. Los gemidos de ambos se mezclaban con el murmullo del agua, creando una melodía de deseo en medio de la naturaleza.

Cada movimiento los acercaba más al clímax, y el bosque parecía vibrar con la misma energía desenfrenada. Finalmente, cuando la tensión se hizo insoportable, Lilith se arqueó con un gemido que resonó por todo el claro, su cuerpo convulsionando en el éxtasis mientras Diaval alcanzaba su propio orgasmo, abrazándola con fuerza como si no quisiera soltarla jamás.

Cuando sus respiraciones se calmaron, se quedaron allí, con el agua cayendo sobre ellos, todavía aferrados el uno al otro.

One shots multifandom Donde viven las historias. Descúbrelo ahora