ᴅᴜᴍʙ ʙʟᴏɴᴅᴇ | ᴄʟᴏʀɪᴠɪᴀ

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Me reconfortaba que de cierto modo no haber terminado todo con Navia, me había acostumbrado a ella... Su voz en mi oído, sus ojos azules viéndo los míos y su piel que era tan suave. Suspiré con tranquilidad sintiendo como mi celular vibraba en mi mano, ví este con emoción al ver de quien se trataba.

— ¿Solucionaste todo con Navia?

—Sí, pero ya no seguiremos con el mismo juego.

—¿A qué te refieres?

—Solo quedábamos bien, como si nada hubiera pasado. Furina quedó en shock al escuchar eso ¿Esperaba algo más? Aunque yo igual esperaba algo más, pero me conformaba con lo que tenía.

—¿Estás bien con eso?

—Sí ¿Debía afectarme?

—No lo sé, pensé que te gustaba Navia, supongo que me equivoqué.

¿Gustarme Navia...? Voltee a ver a la rubia que estaba a unas cuantas mesas de dónde me encontraba, ella reía junto a sus amigos y al ver que estaba viéndola soltó una pequeña sonrisa que hizo que mi corazón se acelerará. Ahí descubrí aquel sentimiento que tenía en lo más adentro de mi corazón ¿Lo había ignorado? Era lo más probable, no quería aceptar que caí en los encantos de la rubia tonta, esto debía guardarlo hasta morir, Navia nunca  debía de enterarse de mis sentimientos.

La razón era más que obvia ella podía disgustarse al ver que desarolle sentimientos hacia ella y podía terminar todo el pequeño vínculo que ahora nos unia, por ahora no quería eso, quería que Navia fuera mía por ahora, aunque fuera un pensamiento egoísta.