One Shot Sobrenatural

Hogar | Renesmee Cullen

Frío...palidez...muerte...habían sido tantas definiciones atribuidas a los "cara pálida" durante siglos que incluso nosotros mismos terminamos creyéndonos el cuento del villano, aquel que jamás ganaba y siempre tenía que ver al héroe quedándose con la persona que amaba.

Vagué por la tierra durante tanto tiempo que ni siquiera recuerdo, mis memorias de una vida humana se habían borrado completamente de mi mente, aunque quise evitarlo. Tan solo recordaba el momento en que desperté siendo un inmortal chupasangre y mi mirada se enfocó en la dulce mirada de la rubia a la que hoy en día llamo mamá.

Rosalie me había encontrado luego de que me dispararan y un vampiro decidiera "salvarme", me enseño todo lo que debía saber sobre este mundo nuevo y me llevó con ella alrededor del mundo. No podía recordar nada más que mi nombre, no podía saber si en algún momento tuve familia o estaba sola en el mundo.

Mi atuendo pudo darnos pistas de que fui parte de la milicia encubierto para que nadie descubriera que era una mujer, al parecer lo hicieron y ese fue mi triste final. Mamá había encontrado un compañero de vida en Emmett, ojalá pudiera decir lo mismo, pero al unirnos a los Cullen era la única que estaba sola al igual que Edward.

La pesadilla para nuestra familia, quien se había mantenido a salvo y lejos de la atención de los Vulturi durante años se acabó en el momento en que Edward se enamoró de una humana, la batalla por protegerla a ella y a su hija, Renesmee, faltaba poco para que llegaran y todos estábamos buscando aliados por el mundo.

Estaba casi convencida de que viviría mi existencia sola y sin pareja, hasta que mis ojos se encontraron con la pequeña bebé en brazos de mi madre...todo comenzó a tener sentido hasta que el lobo, Jacob, se imprimó en ella para protegerla de los lobos completamente seguro de que era su pareja predestinada.

- Tienes que pelear para vivir, Cass – mi madre me había mirado antes de la batalla – no puedes dejarte matar tan fácil

- Me enamoré, mamá – suspiré bajando la mirada – y si alguien se entera de eso voy a morir antes de que los Vulturi lleguen

- Está bien, vamos a caminar y me cuentas ¿sí?

No podía protestar así que simplemente salimos de la casa hasta su auto y de allí nos llevó lo más lejos que podía para que nadie nos escuchara, pero no demasiado como para que se preocuparan. Una vez solas no tuve alternativa más que decirle que amaba a Renesmee, que nuevamente el triangulo estaba escrito y no tenía posibilidades de ganar está vez.

- Jacob no pudo tener a Bella, ahora va a dar todo de sí para finalmente estar con Renesmee – miré a mi madre y noté su mirada confundida

- Por eso no has dejado que ella te toque para comunicarse – asentí pues esa era la habilidad de la pequeña – sabes que Bella va a aprobar más que seas tú y no él

- No lo creo – negué rápidamente – tengo 17 años hace más de 90 años, por más de que parezca una niña, no lo soy

- Sí la amas, cariño tienes que intentarlo – su mano se apoyó en mi hombro – voy a estar aquí para lo que sea ¿sí?

- Gracias, mamá – me acerqué para abrazarla – creo que Edward lo sabe, no puede mantenerse fuera de los pensamientos de los demás

- Es demasiado metiche para su propio bien – asentí escondiéndome en su abrazo – vamos a hablar con Alice, quizás ella sabe algo

Pero al regresar a la casa, Alice se había ido al parecer tuvo una visión y necesitaba confirmarlo. Tener todo el día al lobo en la casa me generaba nauseas a pesar de que era prácticamente imposible, así que me quedé fuera antes de escuchar pasos a mi espalda...Leah, otra loba estaba allí.