Anhelo | Freya Mikaelson

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Se conocieron en la oscuridad, después de que su madre la enviara con su tía para pagar su parte del trato, no estaba segura de que eso fuera algo natural, amar a una mujer en esos años, pero no pudieron evitarlo. Era una humana hasta entonces deseosa de compartir su inmortalidad junto a la rubia, por lo que fue convertida y gracias a su tía consiguieron que fuera una original más, no de sangre cómo sus hermanos o ella.

Pero lo que ninguna sabía era que Freya caería en un estado de hibernación durante cierta cantidad de años, por lo que Shadia vago en soledad por la tierra, permaneciendo cada cierto tiempo donde su amada estaba, sin intenciones de dejarla sola. Así que durante uno de sus periodos despierta se habían amado con tal intensidad que no podían quitarse las manos de encima, hasta que Freya le pidió ayuda para buscar a sus hermanos y claro que la joven aceptó.

Vieron en primera mano la crueldad de estos antes de que decidiera alejarse antes de caer en un sueño nuevamente, lo que no supo fue que su gran amor cayó en las garras de Niklaus, aceptando servirle luego de que este descubriera que no era un vampiro común, sino que era uno de ellos, claramente jamás conociendo su secreto.

Por siglos el gran Mikaelson la había obligado a que se encargara incluso de los actos más inhumanos posibles, en su nombre, sirviéndolo luego de descubrir que el resto de sus cuñados no eran más que prisioneros de su egoísmo, necesitaba protegerlos al igual que a Freya para que en un futuro pudieran tener una buena vida.

Cuando el resto de originales despertó y descubrieron lo que estaba pasando con su hermana mayor, decidieron ayudar para romper su hechizo, claro que con la ayuda de Shadia. Estaba la familia por fin reunida, la rubia había visto a su gran amor sirviendo a su hermano sin comprender del todo porque estaba ayudando, aunque intentó acercarse estaba constantemente manteniendo las distancias.

- ¿Por qué te alejas de mí? – Freya tomó la mano de su castaña entre las suyas –

- Klaus no puede vernos conversar, señorita Mikaelson – se soltó marcando una distancia entre ambas

- Eres mi persona, Shadia – vio temor en los ojos de su chica - ¿Qué ha ocurrido?

- Tuve que convertirme en su sirviente para protegerte, para proteger a tus hermanos – respiro hondo – él no puede saber que nos conocemos

- ¿Por qué no? – sintió sus lágrimas picando – nos conocimos mucho antes de que ellos supieran de mi existencia o la tuya

- Porque jamás voy a ser suficiente para ti – bajó la mirada sí su corazón pudiera latir sin dudas estaría roto – no a los ojos de tus hermanos

- Eres todo para mí, cariño – la rubia no se dio cuenta que su hermano estaba detrás de ambas

- Así que este es el amor que has anhelado por años – Niklaus hizo que ambas se giraran – bienvenida Freya

- Niklaus – la rubia frunció el ceño poniéndose enfrente de la castaña – quiero que la dejes libre

- Ella jamás estuvo bajo mi influencia – se rio un poco de ambas – todo lo que ha hecho fue con su propia conciencia, me gustaría tomar el crédito...pero no me corresponde

- Cariño – la rubia se giró mirando a su chica con la cabeza gacha – habla conmigo

- No podía dejar que Klaus descubriera donde estabas y te convirtiera en un ataúd más junto a los demás – bajó la mirada – te he protegido por años, anhelando que todo eso terminara para finalmente estar juntas

- Y ahora me dices que no eres suficiente para mí – tomó su rostro entre sus manos – quiero saber la verdadera razón

- Hice tantas cosas – negó mirando a los ojos de la mujer que ha amado desde siempre – algunas terribles, no mereces a alguien así junto a ti

- No soy inocente tampoco, cariño – sonrió acercándose para rodear su cuello con sus brazos – has sido mía durante tanto tiempo, que entendería si ya no me amas...pero no digas que no eres suficiente, porque no es así

- Te he amado desde el primer momento que te conocí, Freya – rodeo su cintura con sus brazos – desde antes de que esté sueño eterno comenzara, cuando decidimos que sería una original para seguir estando a tu lado por siempre

- Un segundo – ambas miraron a Klaus olvidando completamente que estaba allí - ¿también eres una original? No eres una Mikaelson

- Lo es – Freya miró a su hermano – es mi esposa, lo ha sido desde que se convirtió en una de nosotros

- Así que Nik tuvo de sirviente a nuestra cuñada sin saberlo – Rebekah apareció sorprendida por todo – hola Freya

- Hermana – asintió educadamente rodeando mejor a su castaña – lo hizo y quiero saber ¿Por qué?

- Ella intentó liberar a nuestros hermanos de sus ataúdes – negó disconforme – para perdonarle su vida tuvo que encargarse de cuidarlos todos estos años

- Supongo que tenemos que agradecértelo – Kol miró a sus hermanos y a la castaña - ¿Por qué lo hiciste?

- Tenía que protegerlos, pensé que si los despertaba y les explicaba lo que estaba ocurriendo con Freya – miró a su rubia y luego a los demás – quizás podían ayudarme a acabar con su sueño eterno antes

- ¿Tú lo sabías? – Elijah miró a Klaus – sabías de la existencia de Freya y lo que estaba ocurriendo ¿verdad?

- Lo sabía – asintió sintiendo las malas miradas – sólo que no sabía cómo romper su maldición

- Tenías a Shadia aquí – Rebekah lo miró – dios ¿puedes ser más egoísta?

- Ella no es de la familia – miró a todos levantando las manos – o al menos no sabía que lo era

- Ahora hermanos, les importaría dejarme a solas con mi esposa – Freya vio a todos asentir antes de retirarse – entonces, cariño

- No puedo creer que finalmente se acabó – la rodeo con más fuerza –

- Por favor no vuelvas a decir que no eres suficiente – la rubia acarició la mejilla de su castaña – porque eres más que suficiente, yo soy quien no te merece

- Hey, no digas eso – la miró dejando pequeños besos por su rostro – eres más que suficiente

- Te he condenado a una vida esperándome, sufriendo maltrato por parte de Klaus – acarició con suavidad su nuca – teniendo que servirle, merecías vivir una vida mejor

- No hay una vida mejor donde no estés – se acercó atrapando sus labios en un suave beso – te lo dije hace mucho tiempo, siempre voy a estar aquí Freya

- Te amo demasiado – volvió a besarla con amor - ¿Qué opinas sobre casarnos oficialmente?

- Contigo me caso las veces que sean necesarias – se quitó de la cadena un anillo – esto es tuyo

- No puedo creer que lo sigas conservando – sonrió extendiendo su mano para que se lo colocara – han pasado ¿Cuánto?

- Más de 1000 años – besó sus nudillos – pueden pasar mil más que mi amor por ti no va a hacer más que crecer

- Sin dudas me gane la lotería contigo, cariño – sonrió abrazándola – llévame lejos por un momento ¿sí?

- Tengo el lugar perfecto – asintió tomándola de la cintura

Uso su velocidad vampírica para llevarlas fuera de Nueva Orleans, a una cabaña que Marcel solía prestarle para que pudiera descansar de tanto drama Mikaelson, la ropa empezó a estorbar una vez estuvieron dentro, cayeron en una cómoda cama amándose después de tantos años sin poder sentirse, tantos besos y caricias que se habían escapado de los brazos de la otra.

Durante sus años en hibernación, Freya jamás dejó de soñar con los momentos compartidos con su castaña, Shadia había sido su pequeño sol entre tantas cosas malas que ocurrieron luego de que Esther la entregara a su tía, después de que está intentara robarle su poder, que la condenara a un sueño eterno. Ahora no tenían que anhelar más, finalmente estaban juntas, sin hibernación, sin esclavitud autoimpuesta por parte de la castaña.

Por fin podían vivir ese amor que anhelaron durante tantos siglos, sin dudas los besos sabían mejor, las caricias se sentían más y estaban completamente seguras que si sus corazones pudieran latir estarían absolutamente desbocados por estar frente a la otra simplemente amándose.  

One Shot SobrenaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora