N.A: Hola! Esté es un OS resubido del primer libro que está en mi perfil, voy a ir subiendo todos los que pertenezcan a este universo aquí, así se más fácil encontrarlos y ya las nuevas actualizaciones quedaran en este libro. Los leo en comentarios, saludos!
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Papeles esparcidos por el escritorio, un café a medio tomar, un reloj que descontaba los minutos antes del final. Los espacios se hacían cada vez más pequeños, el camino llegaba a su final cada vez más temprano y no había nada que se pudiera hacer, el final estaba cerca y nada podía evitarlo, ni el amor más grande, ni el villano más temible. Los errores estaban sobre la mesa, los aciertos marcados en el tablero, no había manera de volver hacia atrás, todo lo que quedaba era avanzar, caer y seguir avanzando.
- Mierda - estaba furiosa consigo misma por todo lo que estaba pasando y tan solo era el comienzo del fin
Caminaba de un lado hacia el otro por la oficina, el alba comenzaba a salir, toda la madrugada trabajando y nadie podía frenar lo inevitable, cualquiera que entrara a la oficina pensarían que la joven había enloquecido, pero estaba ansiosa y deseosa por descubrir el desenlace de todo.
Tenía sus mejores cartas para ganar, tenía todo lo mejor que podía apostar, se maldecía una y otra vez por estar metida en ese apuro, quien la había obligado a contestar esa llamada temprano, jamás respondía las llamadas, aunque fuera su madre, odiaba hablar por teléfono, todos lo sabían y aun así había decidido contestar por voluntad propia.
Solo tenía que firmar para que todo acabara, suspiro tomando los papeles del escritorio, volvió a leer el mismo documento una vez más, había dejado de contar luego de la décima vez leído desde que se lo entregaron la mañana anterior, sabía que tenía que ir a su departamento a bañarse, pero no podía moverse de allí, tenía que tomar una decisión, bueno más bien tenía que aceptar la decisión que había informado a los demás.
Suspiro luego de firmar por fin, salió de allí con la carpeta conteniendo el documento bajo su brazo, saludo a su secretaria quien, sorprendida de encontrar a su jefa allí tan temprano, más grande fue su sorpresa cuando notó que ella jamás se había ido. Bajo por el ascensor directo hacía su auto para tomar una ducha, después de todo tenía un par de minutos antes de que todo llegara a su fin, esperaba ciertamente no arrepentirse de lo que estaba por hacer.
Horas más tarde, con un café en su sistema y su traje bien acomodado luego de una corta ducha, se dirigió hacia los tribunales con la carpeta junto a ella. Antes de entrar vio los grandes pilares del departamento de justicia, respiro hondo sabiendo que su vida cambiaria a partir del momento en que ingresara, paso las manos por su cabello intentando calmar su respiración y comenzó a subir las largas escalaras.
Repasando en su cabeza cada momento que había vivido a lo largo de sus treinta años, el momento en que perdió a sus padres, el momento en el que tuvo que hacerse responsable de sus hermanos menores al ser ya mayor de edad, como tuvo que hacerse cargo de la empresa familiar, como había tenido que despedirse de su mejor amiga ya que soñaba con descubrir el mundo, nuevos destinos y crear nuevas aventuras, le pidió que la acompañara por supuesto, pero no podía dejar su vida en la gran ciudad, no después de esforzarse tanto y para qué.
Ahora estaba allí a punto de entrar a la audiencia, se acomodó la solapa de su traje y entro, no había muchas personas dentro, solo el tribunal, el juez y los abogados presentes. Se acercó con lentitud y luego de dar una última respiración profunda entrego la carpeta con el documento firmado a su abogado, quien luego de preguntarle si estaba segura y recibir varios asentimientos se acercó al juez para exponer lo que estaba en discusión.
- La señorita Salvatore está dispuesta a ser la guardiana legal de la señorita Pierce hasta que su condena termine - exclamo su abogado en voz alta sorprendiendo a los presentes - aceptando los términos y haciéndose responsable en el caso de que la señorita Pierce no cumpla con lo acordado