-¿Está todo bien? -preguntó la ojimarrón algo preocupada.
Desde que había ido por ella luego de haber platicado un rato con Félix, la rubia había estado particularmente callada y más seria de lo habitual, lo cual estaba comenzando a preocupar a la ojimarrón. Quizá su jefa había recibido malas noticias con respecto a su visa, o tal vez se sentía mal y eso podría significar que tendrían que ir al hospital cuanto antes.
-Sí. -respondió débilmente la morena.
-¿Segura? Te oyes apagada.
-Es normal. -se encogió de hombros- Tengo el periodo. -mintió.
-Oh. -Samantha abrió los ojos con sorpresa- Vaya, me hubieras dicho antes. -dejo salir un suspiro- Por un momento creí que algo malo pasaba. -rió- ¿Vas a querer que te consiga un poco de esos chocolates que te encanta comer en tus días así? -la ojimarrón negó- ¿No? Bueno, quizá podamos ir de regreso al café y pedirte un té. -dijo mientras metía sus manos dentro de su chaqueta- Estoy segura que no van a tener ese té de menta e hibisco que tanto te gusta, pero podrías beber uno de hierbabuena, es casi lo mismo.
-No quiero té, Samantha. Gracias. -la voz de la morena salió un poco más dura de lo habitual haciendo que ambas mujeres detuvieran su andar.
-¿Segura que estas bien?
-Sí. -asintió- Todo está en orden. -se regañó mentalmente, no podía creer que realmente le estaba dando importancia a lo que había visto en el café internet y se sentía muy patética, Samantha no era de su propiedad y debía entenderlo- Estoy bien. -trató de sonreír.
-Bien, quizá solo necesitas descansar.
-Sí, eso estaría bien. -apretó los labios y después aclaró su garganta mientras reanudaban su caminar- Y dime... ¿te dio gusto ver a Félix?
-Si. Es un gran amigo. -respondió la ojimarrón con una sonrisa.
-Se veía muy guapo hoy.
-Supongo. -se encogió de hombros.
-Deber ser muy lindo volver a verse y ponerse al corriente. -dijo Abril tratando de sonar casual y odíándose por no poder dejar el tema de lado.
-Si, es agradable. -asintió Samantha- Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hablamos. Recuperar nuestra amistad suena tentador... -se detuvo haciendo que la rubia levantase una ceja.
-¿Pero...?
-No lo sé, es extraño.
-¿Por qué?
-Es mi ex. -dijo como si eso fuera muy lógico- A todo esto, ¿por qué tienes tanto interés en el tema? -la cuestionó.
-¿Interés? -soltó una risita nerviosa- No tengo ningún interés.
-¡Ahí están! -la voz de la madre de la ojimarrón se hizo presente haciendo que ambas se detuvieran y voltearan- ¡Abril! -la morena levantó un poco su brazo y agitó su mano en un intento de saludar a la madre y a la abuela de Samantha.
-Necesitamos a Abril. -dijo la abuela.
-Me temo que te la vamos a robar por unos momentos, hija. -sonrió Rosario.
-No, me niego. -respondió la ojimarrón- Ayer ya se la robaron, ¿no creen que están acaparando mucho su atención? Yo también necesito convivir con ella.
-La tienes todos los días en Nueva York, Sam, nosotras apenas la hemos tenido dos días. -reclamó la abuela Annie- Prometo que no la Ilevaremos a lugares malos.
-Yo... -Abril trató de hablar.
-Tranquila, no habrá nada de nudistas ni canturreos en el bosque. -interrumpió la abuela guiñándole un ojo.
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The Proposal | Rivari
أدب الهواةAbril Garza, una famosa e influyente editora de Nueva York que repentinamente se enfrenta a ser deportada a Canadá, su país de origen. Para evitarlo, la astuta ejecutiva declara que está comprometida con su asistente Samantha Rivera, a la que lleva...