Capítulo 19

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Antes de dejar su habitación, Samantha se miró en el espejo por última vez y entonces pasó sus manos por el saco blanco que llevaba puesto por encima de su top para arreglarlo un poco y que no se viera tan liso como aparentaba. Después de asegurarse que todo estaba en orden con su vestimenta, la ojimarrón dejó escapar un ligero suspiro y finalmente salió de la habitación para encaminarse hacia el granero y sellar su futuro.

En el trayecto hacía el granero la castaña fue interceptada por varios de los invitados, quienes con suma alegría la abrazaban y felicitaban por su gran celebración. A pesar de que no había demasiadas personas para el evento, la familia Rivera se había encargado totalmente de arreglar la casa, el camino hacia el granero y el granero como si se tratase de una boda de la realeza.

El camino que llevaba a todos hacía el granero estaba perfectamente adornado por una inmensa cantidad de rosas blancas y algunas luces que daban una adecuada iluminación. La entrada al granero tenía un marco repleto de todo tipo de flores, el cual se veía espectacular y por dentro el granero tenía algunos adornos blancos.

Al entrar al granero la ojimarrón se sintió más observada de lo habitual, por lo que una sonrisa forzada se instaló en sus labios y entonces caminó lentamente hasta el pequeño altar que estaba estratégicamente colocado para que todos los invitados pudieran ver lo que sucedía ahí arriba.

-Samantha, cariño. -la voz de la abuela Annie se hizo presente actuando como un tranquilizador instantáneo para la tensión de la castaña.

-Hola, abue. -saludó con alivió mientras se agachaba para darle un beso en la mejilla a su abuela- ¿Cómo estás? -le preguntó.

-Oh mi vida, esa pregunta debería hacertela yo. -rió un poco- ¿Estás lista?

-Me gusta pensar que sí. -respondió con sinceridad haciendo reír nuevamente a su abuela- ¿Cómo está Abril? -preguntó con interés.

-Ella ya viene, cariño. -dijo la abuela guiñandole un ojo antes de alejarse de su nieta.

Situando sus ojos en el lugar donde estaba su familia, Samantha sonrió al ver a su madre observándola con los ojos llorosos, sin embargo su sonrisa no duró mucho, ya que al toparse con la mirada estricta de su padre sus labios se apretaron.

La marcha nupcial dió inicio llamando la atención de la castaña, quien se puso rígida en su lugar y volteó ligeramente su cuerpo hacia la derecha para tener una vista total de la entrada del granero, lugar en donde se hizo presente la delicada silueta de Abril.

Al quedar perfectamente ubicada en la entrada del granero, Abril levantó la vista hacia el interior del lugar, encontrándose con la ojimarrón parada frente a ella a unos cuantos metros de distancia. La boca de la rubia estuvo tentada a abrirse al ver a su asistente vestida de la forma en que lo estaba. Aquellos pantalones blancos de vestir le quedaban perfectamente amoldados a sus piernas, acentuando las caderas de la castaña; y el top blanco que llevaba puesto dejaba a la vista el perfecto y blanquecino abdomen que tenía. Estaba demás decir que verla con aquel elegante saco había hecho que el corazón de la rubia comenzara a palpitar de más; sin embargo, para su fortuna, la rubia había logrado completamente ocultar su sorpresa.

Decidida a que debía acabar con todo, Abril comenzó a avanzar hasta llegar al inicio del pasillo, donde Annie la esperaba con una sonrisa en el rostro.

-Espero que no te moleste que sea yo quien te acompañe al altar. -dijo Annie dirigiéndose a la rubia con ternura y suavidad

-En absoluto. Gracias. -murmuró Abril en respuesta.

Annie levantó su brazo ofreciéndoselo a la morena, quien gustosa aceptó su gesto y enredó su propio brazo con el de la abuela de la ojimarrón. Después de sonreírse, ambas mujeres comenzaron a caminar por el pasillo al mismo tiempo en que todos los invitados se ponían de pie.

The Proposal | RivariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora